Lee Haerin es la única niña en el equipo infantil de fútbol, del cual, Chan es el entrenador. Felix es un joven padre torpe y tímido, Chan es divertido y todo lo que Felix no sabía que necesitaba.
"¡Entrenador Bang, creo que mi papi se ha olvidado d...
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—Demasiado brillante -Haerin dice con una pequeña mueca-
Felix, quien se encuentra delante del espejo de su armario, frunce el ceño para seguidamente girarse y mirar a su hija. Haerin se encuentra sobre la gran cama de su padre, con un montón de prendas de ropa a su alrededor.
—Es un buen color -Felix dice, a lo que la pequeña niega-
—Demasiado amarillo, siguiente.
Felix remueve el montón de ropa sobre su cama, tomando una camisa negra repleta de flores. Al ponérsela, se da la vuelta para mirarse al espejo, esperando la opinión de Haerin.
—Estas guapo con eso -Ella dice con una sonrisa-
—¿Tú crees?
—Sí, papi. Tu siempre estás guapo.
—Gracias preciosa -Felix le sonríe- Quiero llevar algo que sea diferente, especial.
—Esa camiseta no te la has puesto mucho, es diferente y estás muy guapo.
Felix se mira en el espejo, y sonríe, una sonrisa sincera y de hoyuelos. Piensa que su hija tiene razón, se ve bastante bien.
—Pues ya estoy listo. -Sonríe satisfecho, caminando hasta la cama para sentarse al lado de la pequeña-
—Entonces ¿Ya hemos terminado? -Felix asiente-
—Eso creo.
—¡Bien! -Exclama alegre-
—¿Estás segura de que no te importa irte a casa del tío Minho?
—Segura -Asiente- El tío Minho y yo nos lo vamos a pasar bien juntos.
Felix la mira con una sonrisa, sin dudar de sus palabras. El rubio sabe que Minho la iba a cuidar bien, pero también sabía que iba a echarla de menos.
—Quiero pensar que me echarás un poco de menos.
—Papi solo me voy una noche. -Haerin dice divertida, haciendo que Felix la mire con falsa indignación.-
—¿Y qué? Yo te echaré mucho de menos.
—Yo también -Dice abrazándolo con fuerza- Pero el entrenador Chan estará contigo.
—Sí -Felix asiente con una pequeña sonrisa nerviosa al recordarlo-
—Segunda cita -Haerin dice levantando las cejas repetidas veces- ¿Cuándo es la boda?
Felix rueda los ojos, pero una pequeña sonrisa en sus labios le delata.
—No va haber ninguna boda -Dice, pero el rubor que se instala en sus mejillas no le ayuda a sonar creíble-
—Pero me dijiste que querías casarte. -Haerin frunciendo el ceño.-
