Harry Potter El Protector de la Magia

Capitulo 44

Dos días después de Navidad, Hayato y Miwa llegaron al castillo de Potter para recuperar a Harry. Hoy era el día en que irían a la Ciudadela y se reunirían con el tribunal Magus; los dos adolescentes estaban encantados de irse finalmente. Pero también para obtener algunas respuestas. Hayato les dijo que se pusieran ropa abrigada mientras los llevaba al Himalaya, que hacía mucho frío. Especialmente cuando era la temporada de invierno, ambos añadían amuletos cálidos a sus túnicas y erigían matrices rúnicas para mantenerlas en su lugar, tomando las demás precauciones necesarias. Talismanes, espadas, varitas, equipo estándar de pociones, ropa, etc. Cuando estuvieron seguros de que tenían todo lo que necesitaban para su viaje, Byakko y Suzaku se tatuaron y se negaron a dejar a Harry. Se despidieron con un abrazo de sus respectivos tutores y se fueron.

Hayato los apareció frente a una cueva. Tan pronto como se recuperaron, instantáneamente sintieron algo de nieve y aire frío. Mirando a su alrededor, vieron que los apareció en medio de una tormenta de nieve. La nieve que caía, combinada con la intensidad, hacía difícil ver. Siguieron al hombre a la cueva, donde algunas antorchas comenzaron a encenderse a su alrededor. Cuanto más se aventuraban en la cueva, más magia sentían. Fue casi abrumador. Especialmente para Harry, ya que su vista elemental le permitía ver los diferentes encantamientos en la cueva.

"Veo mucha magia", comentó mientras miraba a su alrededor. "Hay muchos encantamientos y protecciones muy antiguos y poderosos por aquí".

Miwa respondió: "Si la cueva es así. Solo puedo preguntarme cómo será la ciudadela cuando lleguemos allí", agregó. Si bien ella no poseía ninguna vista especial como la de él, su capacidad para sentir la magia le decía que todo estaba fuertemente encantado. Fue entonces cuando escuchó algo y sacó su varita mágica "¿Por favor dime que escuchaste eso?"

"Oh, sí", agitó su varita, "se siente como si algo más estuviera aquí con nosotros".

Hayato se rió entre dientes "ustedes dos tienen razón en estar en guardia", dijo mientras se acercaban a la salida. "Lo que ustedes dos escucharon fueron ellos" señalando el puente, vieron a dos dragones sin alas que no parecían afectados por el frío.

Los ojos de ambos se abrieron cómicamente. Miwa respondió: "Oh... Dios mío... ¿están ellos-?", ni siquiera pudo terminar ya que no salían palabras de su boca.

"¡Dragones Cocytus!" Harry terminó por ella. Al igual que el dragón Génesis, los dragones Cocytus eran muy poderosos y muy peligrosos. No solo eso, en lugar de respirar fuego, sino que también respiraban hielo y podían sentir el miedo de una persona "es mejor no mostrar signos de miedo o atacarán".

Miwa lo miró como si le hubiera crecido una segunda cabeza. "Eso es fácil de decir para ti", dijo en voz baja. "Puedes convertirte en un dragón cuando quieras. ¡Yo, soy un pájaro del trueno!"

"Silencio, ustedes dos", Hayato los hizo callar, "es importante filtrar su compostura alrededor de este tipo de dragones. Recuerden su entrenamiento en oclumancia y sigan adelante, y hagan lo que hagan, no los bajen".

Los dos tomaron aliento y reforzaron sus escudos de oclumencia para apagar sus emociones. Caminando hacia la Ciudadela, escucharon a los dragones dejar escapar un rugido bajo. Miwa estuvo a punto de hacer una pausa, pero Harry la ayudó a mantener la compostura. Al llegar a la puerta rúnica gigante, Hayato empujó las runas necesarias y mostró su insignia, que mostraba que era un mago. Las puertas comenzaron a retumbar hasta que finalmente se abrieron, revelando un pasillo oscuro con un juego de antorchas apagadas en las paredes. Cuando entraron, las antorchas comenzaron a encenderse con cada paso que daban.

Hayato los acompañó al ascensor, asegurándose de que todos estuvieran dentro. Presionó el botón del quinto piso. El ascensor los llevó hasta su destino y los condujo por un pasillo largo y angosto. Después de caminar durante unos minutos, los detuvo cuando llegaron a un conjunto de lujosas puertas dobles "ustedes dos deben esperar aquí. Vuelvo en unos minutos".