El conejito x el cangrejito

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Lunes

El Santuario de Atena estaba entrando en movimiento con la llegada de un nuevo amanecer. Los entrenamientos solían comenzar muy temprano así que cuando daban las ocho de la mañana ya todos estaban en pie.

Algunos discípulos como Shun solían levantarse muy temprano ya que el maestro Shaka comenzaba a entrenarlo a las seis y media de la mañana.

Shun abandonó su cómoda cama con un poco de sueño pero se despejó lo suficiente como para vestirse y abandonar la habitación antes de que Shaka lo llamara. Cuando salió al living se encontró con Shaka, esperándolo con un paquete entre sus manos.

-Buenos días, maestro - saludó Shun con una sonrisa.

-Buen día, Shun. Encontré esto en la entrada del Templo con tu nombre escrito. Creo que alguien te ha enviado un regalo.

Shun abrió sus ojos con asombro y tomó el paquete que le entregaba Shaka. Es cierto, por encima del paquete había un papelito con su nombre escrito. Shun analizó el paquete durante un minuto antes de abrirlo: era un paquete rectangular, de tamaño mediano y envuelto en un sobrio papel gris. ¿Quién se lo habría enviado? Fue la pregunta que llegó a la mente de Shun enseguida, estableciendo las hipótesis entre Ikki o alguno de sus amigos.

Shun rompió el papel y abriendo una pequeña caja sacó una remera que lo hizo palidecer de asombro. Alguien le había regalado una remera negra, con pinchos y manchones rojos simulando sangre... unas letras escritas como chorreando estaban en el medio de la remera: Black Ángel.

Shaka se aproximó y vio a su asombrado alumno con la remera en sus manos.

-Vaya... que original - fue lo que comentó - creo que tienes un admirador secreto al que le gustan los pinchos.

-¿No vio quién trajo esto? - fue la pregunta tímida de Shun

-No. Ya estaba cuando salí. ¿No quieres probártela? - preguntó Shaka señalando la remera.

-No. No va con mi estilo... esto es demasiado...

-¡Ay Shun! Ni siquiera tienes un estilo. Ve y pruébatela.

Shun entró en su dormitorio y regresó cinco minutos después con la remera puesta. A Shaka se le hizo extraño ver al pequeño vestido con eso aunque debía reconocer que le sentaba muy bien y realzaba la palidez de su rostro.

-Te queda bien, Shun.

-No lo sé... no me siento yo - fue la tímida respuesta.

-Déjate de cosas. No vayas a regalarla. Ahora cámbiate que comenzaremos a entrenar.

-Enseguida.

* * *

Martes

Un nuevo día en el tranquilo Santuario... ¿tranquilo en todas partes? ¡No! En el sexto templo, en el perteneciente al poderoso Shaka de Virgo, el hombre más cercano a los dioses, un pequeño de cabellos verdes recibía otro paquete de manos de su maestro.

-No me diga nada, maestro - fueron las palabras de Shun al ver el regalo.

-Otra vez estaba en las escaleras del Templo - fue el comentario sonriente de Shaka.

Shun tomó el paquete y comprobó que era pesado, muy pesado. Lo abrió y una serie de libros se desparramaron en el piso del Templo de Shaka.

El caballero de Andrómeda se recogió a agacharlos ayudado por Shaka. Al ver los títulos de los libros su gesto fue palideciendo.

-Mira... Entrevista con el Vampiro - dijo Shaka

-Aquí esta Armand, el Vampiro - dijo Shun tartamudeando.

Shun de OroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora