El conejito x el patriarca

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Ikki entró al Templo de Virgo buscando a su hermano pero se encontró únicamente con Shaka leyendo con comodidad un libro en el sillón.

-Hola, Shaka. ¿Dónde está Shun?

El virginiano dejó el libro y lo miró sorprendido.

-¿No está contigo? Salió hace como una hora diciendo que había quedado contigo en ir al pueblo.

Los dos se miraron con sorpresa... ¿Shun mintiendo? Pero eso era imposible. Ilógico e impensable.

-No. Conmigo no está. Ni siquiera habíamos quedado en ir al pueblo.

-Quizás haya ido con Hyoga...

-¿Por qué mentiría entonces? - preguntó Ikki y repentinamente se alarmó ante la idea de lo que el pato podría hacerle a su inocente hermano - ¡Voy a buscarlo!

Un divertido Shaka lo vio partir y luego volvió a concentrarse en la lectura.

Ikki salió con prisas del Templo de Virgo y corriendo subió las escaleras que llevaban al Templo de Libra. En la puerta se encontró a Shiryu entrenando con el maestro Dokho.

-Ikki... que sorpresa - sonrió Shiryu al verlo.

-¿No has visto a Shun? - preguntó enseguida.

-No. No lo he visto. ¿Maestro?

-No. Yo tampoco lo he visto. Te noto preocupado, Ikki. Shiryu, acompaña a Ikki a buscar a Shun.

-De acuerdo, maestro. Ven, Ikki. Vamos.

El Dragón saludó a su maestro y subieron con Ikki por las escaleras que llevaban a Escorpio. Al entrar se encontraron a Milo que los vio un poco sorprendidos.

-¿Se les perdió algo?

-¿No has visto a Shun? - preguntó Ikki enseguida.

-Al conejito... no. No he tenido el placer de verlo el día de hoy. ¿No estará en cierto templo con cierto patito? - preguntó burlón.

-Sigamos Ikki y no le hagas caso - indicó Shiryu porque el cosmos del Fénix se elevaba peligrosamente.

Ikki siguió a Shiryu hasta que alcanzaron el templo de Sagitario. Seiya y Aioros se encontraban en plena limpieza porque en realidad estaba muy, pero muy sucio el templo.

-¡Que cochinada! - fue la exclamación del Fénix al entrar.

-¡Oye! ¡Estamos limpiando! - le respondió Seiya - ¿qué hacen por aquí?

-Buscamos a Shun. ¿No lo viste? - preguntó Shiryu.

-No. ¡Maestro Aioros!... ¿no ha visto a Shun?

El sagitariano apareció con una enorme caja y negó con la cabeza.

-Seiya, ayúdalos en la búsqueda. Después terminas con eso.

-Bueno. Vamos.

Los tres caballeros de Bronce subieron con prisas al Templo de Acuario. Los tres apostaban mentalmente a que Shun se encontraba allí con cierto caballero de los hielos. Muy violentamente Ikki entró al Templo de Acuario para encontrarse a los siempre fríos y helados Camus y Hyoga jugando en silencio una partida de ajedrez.

-¿Qué hacen? - preguntó fríamente Camus.

-¡Pato! ¿No has visto a Shun? - preguntó Ikki.

Hyoga arqueó una ceja sorprendido y negó con la cabeza antes de hablar.

-No lo he visto. Aquí no está.

-¿Entonces en dónde está? Todos creímos que estaría aquí - comentó Seiya.

Shun de OroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora