Gianna, un chica italiana, de estatura baja y morena, se muda a Barcelona junto a sus padres. Ella prometió solo centrase en su trabajo como modelo, y además de conseguir una buena relación con sus padres. Pero Pedri González fue quien arruinó su p...
- Tía, no pretenderás ir así a un partido ¿no?- íbamos a ir a ver el Barça contra el celta. Yo en un principio no iba a ir, pero Laila no paró de darme por culo en que vaya.
- ¿Que le pasa?- pregunté mirándome en el espejo. Tampoco iba mal, me puse unos cargo anchos beige, un body blanco y unas new balance 550.
- Toma anda, es de mi hermano. Mañana me la devuelves.- me lanzó mi amiga una camiseta del Barça. Ella río, con una de sus manos en la boca, cuando le di la vuelta a la camiseta.
- Estas de coña ¿no?- puse los ojos en blanco mirando el nombre y el número.
- Venga Gia, solo es una camiseta.- siguió riéndose.
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Laila aparcó en un parking cerca del estadio. No se ni porqué deje que me llevase, conduce fatal y casi nos matamos.
Estaba nerviosa, pero sabía que el Barça iba a ganar esta noche. Lo presentía. Yo nunca he sido del Barça, pero desde que me mudé, me enamoré del equipo, de su afición, de la pasión que recorre por el estadio.
Nos sentamos al lado de Fernando, el hermano de pedri. Él se empeñó en dejarnos dos carnet, los de sus padres, para sentarnos al lado de él. Dónde se sientan los familiares.
El partido comenzó y con unos intentos de tiro a puerta de Raphinha y de Lewandowski. En el minuto 16:00 vi como Gavi cogía la pelota pasándosela a Pedri.
- ¡Gooool!- grité al ver como chutaba Pedri a la portería metiendo un gol. Saltaba y gritaba con los aficionados, abrazando a mi amiga. Volví a sentir ese amor puro hacía un equipo, nunca lo había sentido. Nunca fui realmente de un equipo.
Mi padre es del Real Madrid y él siempre intentó que me llamara la atención el equipo. Hasta el pensó que no me gustaba el fútbol. Lo que el no sabía es que no se trataba eso, si no que yo realmente estaba echa para ser del Barça. Este equipo me alegró la vida en menos de un mes.
Mi vista se posicionó en Pedri, quién estaba celebrando con todos sus compañeros, sonreí al verlo tan feliz, tan contento por el gol. Me contagió.
En un par de segundos, los ojos de Pedri dejaron de mirar a sus compañeros. Dejó de mirar a la afición. Dejó de sonreírle a su hermano, que él hacía lo mismo con orgullo. Posicionó su vista en mi, tan rápido como una abeja buscando una flor. Su flor. Mis ojos conectaron con los suyos. Dejé de escuchar los gritos de los aficionados, solo estaba centrada en él. Terminó sonriéndome con una pequeña línea en sus labios, haciendo que yo vuelva a la normalidad.
Que me pasa.
Cada vez que miro los ojos de Pedri, me pierdo entre la oscuridad de sus ojos marrones.
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El partido concluyó con un 1-0. Después de estar un rato en los banquillos, admirando el estadio en la oscuridad de esa noche. Me dirigí hacia el garaje del estadio. Quise ir con Fer para allá para darles la enhorabuena a los chicos. Aunque estuvimos una hora esperando, pero eso era lo que menos me importaba. He esperado colas de tres horas, puedo esperar esto.
- Ey, chacho, que bien los has echo hermano.- dijo Fer acercándose a Pedri. Yo ladeé mi cabeza hacía él, al escuchar su voz
Estuvieron un rato abrazándose, y gastándose bromas entre ellos. Hasta que se dio cuenta que yo estaba allí. Mirando la escena desde el escalón de una puerta, que yo estaba sentada.
- Buen Gol.- ¿solo sabes decir eso Gia? Froté mi brazo acercándome a él, pesando que soy una completa tonta.
- Gracias. Bonita Camiseta.- dijo sonriendo, después de posicionar su mano en mi hombro, y girarme con delicadeza, para ver a quién tenía de nombre en la espalda.
- Laila me ha obligado a ponérmela.- le dije cruzándome de brazo.
- Que lo siga haciendo, pero la próxima vez te la dejo yo.- me dijo guillándome un ojo.
Seguimos mirándonos en un completo silencio, hasta que él giró su cabeza hacía dónde estaba su hermano. En el coche esperando hasta que él subiera. Intercambiaron alguna que otra palabra, pero que yo ni me enteré al estar distraída, mirando al suelo perdida en mis pensamientos
- ¿Subes?- dijo Pedri, volviendo a posicionar mi vista en él.- Mi hermano me ha dicho que Laila se fue, por lo que veo no le gusta esperar
Reí y subí a su coche. Que en menos de veinte minutos ya estaban en la puerta de mi casa. Me despedí de ellos con una sonrisa. Para luego entrar por la puerta, dejando los zapatos en la sala y subiendo corriendo a la habitación cansada para dormir.
Pedri
- ¿Puedes dejar de mirarme así?- miré serio a mi hermano mientras él seguía conduciendo con una sonrisa en sus labios.
- Así ¿cómo?.- rió mi hermano volviéndome a mirar.
- Pues como me mirabas cuando hablaba con Gia.- me encogí de hombros.
- Deja de reírte, imbécil.- le di un pequeño golpe a su hombro, que el racionó estallando a carcajadas.
Y a este que le pasa ahora. Pensé.
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@ferrantorres a respondido a tu historia "pillinaaa, que he visto a quién llevabas en la espalda 😏😉" @ansufati a respondido a tu historia "Visça Barça 💙❤️" @alejandobalde a respondido a tu historia " a quién llevabas atrás, eeeh 😏" @pablogavi a respondido a tu historia "la camiseta es lo único bueno de la foto" @lailamartinez a respondido a tu historia "Denada por la camiseta 😘"
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Hola holaaa, ¿cómo estáis? Espero que os haya gustado este capítulo. No se olviden de votar!!! Besos <3
