Capitolo 16

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Hace dos semanas que mis padres se divorciaron, oficialmente. Mi padre, por no llamarlo Miguel, se fue a Madrid a vivir, con esa tal Abigail, que podría ser mi hermana perfectamente. En fin.

Mi madre se ha quedado con la casa de Barcelona, ya que ella fue quien pagó la mayor parte, eligió la casa y ella ayudó con la decoración.

Esos días he estado hasta arriba de cosas, tuve que viajar a Madrid para unas fotos. Mi padre se ofreció a quedarme a su casa a dormir. Me negué. Ni de coña, gracias.

También he estado en las oficinas de Addidas. Y me ha llamado versacce, querían colaborar conmigo para unas prendas, obviamente accedí.

Además de que he estado replanteándome crear una marca de joyas. Sola. Crear algo mío, que cada joya me represente a mi, a la vida. Mi madre ha estado de acuerdo conmigo, quiero hacerlo.

Y los días que he tenido libre, ratos, y horas, me las he pasado con mi madre, con mi abuela que vino a visitarnos desde Roma. Y sola, leyendo en cada rincón de mi casa.

Pedri me ha estado llamando durante los días, se ha preocupado mucho por mi, ha sido la única persona que le conté lo que pasó hace unas semanas. Bueno, además de Luzia, la hecho tanto de menos. Hasta hoy que he hablado con Laila en su casa, se ha cabreado un poco conmigo por no haber sido la primera persona en contárselo, ella es así. Pero se preocupa por mi, bastante diría yo.

- Bianchi deja de echarte potingue en la cara y sal de una maldita vez del baño.- Gavi sonaba desesperado tras la puerta del baño porreandola.

Ibamos a ir a un bar por la noche a cenar todos los del grupo: Ferran, Laila, Gavi, Pedri, Alejandro, Ansu, Pablo, Eric, Sira y yo.

Era la única metida en el baño. Cuándo salí me encontré con todos los chicos sentados en la cama, con los brazos cruzados, mirándome fijamente. Y las chicas en la puerta riéndose de la situación.

- Dejar de mirarme así.- les dije con sonrisa burlona.- ¿Nos vamos ya?

- Ya era hora.- resopló Ansu.

Todos se pusieron en pie y se apresuraron a bajar a los coches. Pero yo me paré un segundo en frente del espejo, pensando y comiéndome la cabeza si así iba bien.

- Vas muy guapa así Gia.- Pedri apareció detrás de mí, mirándome desde el espejo, agarró mi brazo para arrastrarme fuera de la habitación, pero lo retuve.

- ¿Tu crees?

- Claro, siempre los estas, con cualquier cosa.- me guiñó con una sonrisa media. Esta vez agarró suavemente mi mano, sintiendo sus dedos rozando contra mi piel, enredándola con la suya. El rubor de mis mejillas se coloraron del tono rojizo de los lirios, sentí cosquilleos en mi estómago. Un día de estos me voy a desmayar.

Por qué cada vez que siento un mínimo tacto de su piel con la mía mis pulsaciones están por encima de las nubes, por qué siento chispas, mariposas, dentro de mi.

Porque te has enamorado.

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Gavi iba a venirse conmigo y con Pedri, pero Laila le susurró algo en el odio, y al final decidió ir con Ansu. Sira y Laila fueron con Ferran y los demás en sus respectivos coches.

Estuvimos todo el trayecto escuchando Quevedo, cantando a todo pulmón cada letra, cada palabra, cada estrofa. Los ojos de Pedri se conectaban con los míos, otra vez esa sensación y ni siquiera me estaba tocando.

𝑨𝑵𝑪𝑯𝑶𝑹 - 𝗽𝗲𝗱𝗿𝗶 𝗴𝗼𝗻𝘇𝗮𝗹𝗲𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora