Capitolo 17

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   ♫ Paint splattered teardrops on my shirt
                 Give me love - Ed Sheeran
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Me dolía la cabeza como si no hubiera un mañana, cuándo me desperté después de la noche de ayer. La cabeza me daba vueltas.

Me llevé las sabanas hasta las orejas, solo mis ojos estaban descubiertas. Iba a volver a taparme hasta arriba y seguir durmiendo, pero el teléfono no dejó de sonar. Alguien me llamaba.

- Por fin lo coges.- la voz de Laila sonaba ¿rara?¿seria? ¿preocupada?

- Me acabas de despertar, déjame dormir un poco maaaas.- me rasqué los ojos mientras me sentaba sobre la cama con todas las sabanas.

- Gianna querida, son las dos de la tarde.

- ¿!Qué?!- salte de un respingón mirando la hora en el reloj de la pared de mi cuarto.- ¿Tanto he dormido?

- Es normal, ayer saliste de fiesta.

- Ya hombre de eso me acuerdo.

- ¿Que quieres decir?

- Pues que no me acuerdo de absolutamente de nada de lo que haya ocurrido durante la fiesta.

- ¿De nada, de nada?- la voz de mi amiga era muy dubitativa, como si ella supiese de algo que yo no.- ¿En serio?

- En serio, de verdad.

- ¿Ni de lo que ocurrió con Pedri?- fruncí el ceño.

- ¿Eh?

- Giana en dos minutos estoy en tu casa.

Sin recibir mi respuesta colgó rápidamente, tubo razón, en menos de dos minutos ya estaba tocando el timbre.

Me levanté y arrastrando los pies por la madera, llegué a la puerta de mi casa para abrir a la Laila.

Lo raro es que no vi a mi madre, ni en el salón, ni en la cocina. Miré a mi alrededor con el ceño fruncido.

- ¿Has desayunado?- preguntó Laila nada más abrirle.

- Oh, buenos días a ti también, estoy genial. Gracias por preguntar.- ironicé mientras ella me ignoraba y se iba a la cocina.

Puse los ojos en blanco y la seguí, ella me preparaba un té, mientras yo me quedaba en una de las sillas altas de la isla. Apoyé un codo en la mesa, y dejé reposar mi cabeza en el puño de mi mano.

Ella me pasó al poco tiempo la bebida que me preparó, lo odio, pero tuve que bebérmela y para no pasarlo mal lo hice de un tirón. Me ardía la boca. Creo que no fue buena idea.

- Gianna...- llamó mi amiga mi atención mientras yo seguía tosiendo con brusquedad.- Deberías ver esto.

Mi cuerpo se tensó, suponía que no era bueno lo que me iba a decir. Y ya te digo que no lo fue. Me enseñó uno de los miles vídeos que rondaban por las redes sociales, de Pedri y yo besándonos. Algunos de esos vídeos tenían millones de visitas y me gustas.

El dolor de garganta se me desvaneció al instante. Me quedé en shock. Empecé a recordar cosas de la noche anterior, y específicamente todo tenía que ver con el canario. Cada flash que pasaba por mi cabeza, el canario estaba presente. Volví a recordar a Pedri besándome y todos los sentimientos que sentí.

- Mierda.- murmullé.

Pedri y yo éramos el centro de atención de las redes sociales desde solo hacía unos horas. Post en Instagram, Vídeos en Tik Tok... y ni vi más, no me apetecía morirme más de la vergüenza. Pero mi amiga me aseguró que en todas las redes que podría imaginarme, salía nuestras caras.

𝑨𝑵𝑪𝑯𝑶𝑹 - 𝗽𝗲𝗱𝗿𝗶 𝗴𝗼𝗻𝘇𝗮𝗹𝗲𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora