PARTE 1 MUNDO HUMANO <3 CAPÍTULO 1 🏣

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Iba caminando en círculos ya desde hace unas dos horas, en mi cuarto, sin nada que hacer, esperando a conseguir un nuevo trabajo, una nueva fuente de dinero para mi bien.
Hola, me llamo Lee Minho, tengo 23 años y aunque viva aquí en Nueva York soy de Corea del Sur. A los 18 años me fui de casa para buscarme la vida, me alquilé un piso y busqué trabajo. He trabajado en bares, cuidando niños, limpiando casas…espera, estaba contando la historia, es verdad, lo siento haha. Continúo:
Estaba un tanto desesperado, sin trabajo, todo hasta que recibí un mensaje, era una respuesta a mi solicitud de trabajo,-esa que había colocado en mis redes sociales hace algunos días-alguien había respondido a ella proponiéndole trabajo a servidor como limpiador en su casa ¡Qué emoción! Leí al completo el mensaje, serían de lunes a viernes con el domingo como día adicional ¿y lo mejor de todo? EL DINERO, EL MALDITO DINERO-pasa que no voy a decir cuánto es porque sino todos los limpiadores del país querrán quitarme el trabajo, no vamos a mentir-
Estaba tan emocionado que no dudé en ponerme el uniforme, coger el coche y conducir como rayo mcqueen hasta la casa. Aparqué en la puerta y al alzar la mirada y ver semejante hogar tragué tan duro que sentí que pasaría también mi lengua por la garganta, se me secó la boca y sentí las manos sudar. Aquella casa era la famosa “casa encantada”, la casa a la que todos temían, la que se decía que tenía fantasmas viviendo en su interior, sí, esa casa era la casa a la que yo tendría que entrar donde vivía aquel misterioso señor ermitaño que jamás vió la luz del sol, la casa que tendría que limpiar de arriba a abajo para recibir el preciado dinero…aghhh ¡¿por qué siempre me tiene que pasar esto a mí?!
Joder, siempre igual, bueno, no pasa nada.
–Vamos, Lee Minho, hazlo por el dinero, tú puedes, es solo limpiar una casa como una cualquiera haha y, además, tú no eres un gallina, no le tienes miedo a nad-
DIIING DOOONG DONGG DONG Dong… Sonaba el timbre de aquella casa nada más ser pulsado.
"VALE, SÍ TENGO MIEDO, SOY UN GALLINA"
El timbre era potente y penetrante, muy rústico y anticuado al igual que la pequeña mansión de las tinieblas que lo portaba. La casa parecía estar un poco en ruinas por fuera, tal vez la huella que dejaron los años.
Unos segundos después la puerta se abrió, dejando ver a un joven poco más bajo que yo, de pelo negro como el azabache con un mechón azul no demasiado brillante pero tampoco muy apagado; llevaba una bata -de esas de estar en casa-, color rosa grisaceo que no dejaba apreciar su silueta corporal y unas chanclas amarillo pálido, con al menos cinco centímetros de plataforma, en sus pálidos pies, parecían de suela acolchada.
"Qué…inesperado" pensé.
– H-hola…soy el limpiador, vi el…el mensaje para trabajar aquí y..-me trabé al hablar-
–Oh, hola, un placer, pasa pasa -me ofreció el peliazul después de haberme interrumpido- gracias por aceptar mi oferta de limpiar mi hogar.
Me adentré en la casa, la cual era preciosa por dentro, los muebles parecían antiguos pero bien cuidados.
–No es nada, señor, es mi trabajo.-dije tímido, en voz baja-
–No hace falta que me llames "señor", me llamo Jisung, Han Jisung.
–Un placer, Jisung, yo soy Minho, Lee Minho.
Ambos fuimos de aquí para allá, piso de arriba a piso de abajo, Jisung se había ofrecido a mostrarme su hogar para que lo conociera, me dijo cómo limpiar cada mueble y habitación pero lo que más me extrañó fue que el más bajo me ordenó estrictamente que no tocara su estudio situado en el primer piso, que no entrara y que por tanto, no lo limpiara. Acepté aun con dudas y sospechas pero no dije nada al respecto.
–Bueno, ya has visto mi hogar haha. Recuerda: el sótano y el desván son sólo una vez a la semana, los domingos;  el resto de la casa son todos los días menos mi estudio, y el porche solo barrerlo, también los domingos.
–Está bien, entendido…bueno, debería empezar ya -hice amago de levantarme para comenzar.-
–¿Qué? No no, hoy no tienes por qué limpiar nada. Hoy simplemente te mostré mi casa pero no tienes por qué trabajar hoy, puedes empezar mañana mejor.
–¿De verdad? -me pregunté, aquel muchacho estaba siendo realmente amable conmigo a diferencia del resto de personas para las que había trabajado.-
–Por supuesto, ahora quiero que me cuentes un poco de ti para conocerte mejor y…Espera, mejor voy a preparar un café y ahora hablamos ¿Quieres uno?-me ofreció y, tras unos segundos de procesar la información, acepté.-
………….………JISUNG………………….........
Bueno, ya tienes limpiador, Jisung, bien.
Me dirigí a la cocina de casa para poder preparar el café para mí y para Minho, fui seguido por mi gatito negro, Shion, quién es un gato totalmente normal…hasta que lo oyes hablar.
–¿Quién es ese tío del salón?-me preguntó nada más se cerró la puerta de la cocina, bloqueando el sonido-
–Es el limpiador, limpiará la casa.
–Ah, pues dile que no se me acerque mucho no vaya a ser que se enamore de mí. Ya sabes lo irresistible que soy. -alardeó el minino.-
–Sí, sí, irresistiblemente adoraaable, diría yo.-me agaché para estrujar en un achuchón al minino.-
–¡Eh! ¡Suéltame, joder! ¡Maldito humano!-exclamó lo último tras ser liberado de las zarpas de su dueño, me reí.-
Comencé a preparar el café pero no como cualquiera lo haría, movía mis manos y de éstas brotaban pequeños destellos, destellos mágicos, abriendo los cajones, sacando los ingredientes que flotaban en el aire hasta donde lo ordenaba. El café se fue preparando al ritmo de aquellos destellos, al compás de aquella melodía que solo yo podía escuchar, mi magia, mi melodía. Tras servir el café, coloqué nata montada casera y sirope de chocolate sobre esta e hice flotar las copas a una bandeja que saqué, ya con mis propias manos, hasta la mesa del salón frente a la que Minho estaba sentado. Junto a mí llegó el gato quisquilloso.
–Ya estoy-Shion maulló, interrumpiéndome- quiero decir haha, ya estamos…aquí-dejé las copas sobre la mesa, tenían una forma un tanto extravagante, curvas y con una prolongación inferior proporcionando altura al recipiente de cristal, tal como a mí me gustan.
……….…..……NARRADOR………………….
El azabache se sentó junto al contrario y le animó con una sonrisa a tomar una de las copas, para tomar del café. Ambos tomaron una, la acercaron a sus labios pero no tomaban la bebida de la misma manera: el castaño bebía con delicadeza, ingiriendo primero la nata y el chocolate con una cucharita sacada también de la bandeja y luego bebiendo por separado el café en sorbos delicados; el peliazul mordía la nata tiernamente entre sus labios, saboreando lentamente el chocolate hasta dejar solo una pizca de nata y mezclarla con el café, cambiando su color, para tomarlo todo junto, en sorbos grandes.
Minho, disimuladamente, observaba al dueño de la casa tomar de aquel delicioso y suave café, le pareció demasiado adorable la manera en que lo tomaba.
–Oye…éste café está muy bueno.
Jisung cortó los sorbos a su café, lamió los restos de nata y chocolate de sus labios y fijó su visita en el de nariz respingada.
–¿Enserio?-Minho asintió- Bueno, gracias-respondió con una sonrisa tímida.-
–La nata tiene un sabor muy suave. Sabe un poco también a... ¿Mantequilla?
–Sí, me gusta añadirle porque suaviza el sabor y además me gusta mucho la mantequilla, haha, la uso bastante.
Ambos parecían ser amantes secretos del café, pues estuvieron un buen rato hablando de café, cafeterías, complementos para tomar con el café…hasta que, finalmente, comenzaron a hablar sobre sus personas.
–¿Cuántos años tienes?-preguntó el azabache.-
–Tengo 23.
–Vaya, eres un año mayor que yo, tengo 22.
–¿Enserio? Todo el mundo decía que aquí vivía un viejo ermitaño, a lo mejor hablaban de tu padre, vive aquí¿No?-el menor negó.-
–Mi padre nunca ha pisado esta casa, solo yo vivo aquí pero no salgo nunca a la calle.
–¿Por qué? ¿Eres alérgico al sol o algo?-Jisung negó entre risas.-
–No me gusta la gente, ni la calle, simplemente prefiero estar en mi casa y tampoco me he muerto por no salir-aquella risa fue contagiada también a Lee.-
–Ya, si morir no te has muerto pero igualmente…no está mal salir de vez en cuando y todo eso.
Jisung eso sí lo sabía pero no saldría a la calle, porque tenía sus razones para no hacerlo. Él no soportaba a los humanos corrientes pues le hacían sentirse diferente, apartado, lo que era. Jisung es un brujo, si, de esos que hacen magia pero no con su varita mágica en forma de estrella, la cosa era algo más compleja y bella al mismo tiempo; no era un brujo de gorro puntiagudo y escoba voladora, de esos que asustan pobres ancianitas y roban caramelos a los niños en halloween. No era una vieja de piel verde y melena blanca, gato viejo y mal cuidado. Era un brujo de 22 años, belleza radiante, visual deslumbrante, cabello negro azabache con azul penetrante; gato bien cuidado y con buen sentido del humor; no necesitaba varita, pues la magia se encontraba en sus venas, no había aprendido aún a volar en escoba; no asustaba a pobres e indefensos ciudadanos sino, más bien se mantenía alejado de ellos. Jisung no era un brujo de cuento. Y eso estaba claro.
Tras tomar el café y charlar un poco más, Minho se levantó con intenciones de volver a su hogar y descansar para el día siguiente regresar a limpiar.
–Bueno, Jisung, creo que ya debería irme a casa, es algo tarde.-miró su reloj comprobando que ya era casi la hora de cenar.-
–Está bien, si, es un poco tarde haha. Bueno, hasta mañana, Minho.-El mencionado le devolvió la despedida y ambos se dirigieron a la puerta. Tras salir el castaño, Jisung se apresuró a cerrar la puerta y adentrarse de nuevo en su hogar, como era de costumbre.
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Y ese es el capítulo 1
Bueno...ya ta :^

The Haunted House Cleaner (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora