CAPÍTULO 4 🐈

47 7 3
                                    

–No te preocupes, Jisung, puedes llamarme por mi nombre.
–¿S-seguro, señor?-Dudé.-
–No veo por qué no.-Sonrió mostrando sus preciosos hoyuelos y achinando sus ojos como cada vez que sonríe, haciéndolos ver líneas rectas.-Bueno ¿y el conjuro?
–Aquí, Chris- eh, señor- digo…Chris.-Lo saqué de mi bolsillo y lo extendí hacia el espejo. En ese instante, Chris abrió una brecha en el cristal y sacó una mano, le tendí el papel con las instrucciones e información sobre el conjuro y lo tomó, llevándolo consigo al otro lado del espejo.
–Bien. Gracias, Jisung, te dejo que sigas con se que fuera que estuvieras haciendo. Ya te avisaré cuando tenga otro trabajo que asignarte.
–Está bien. Gracias a usted- digo a tí- osea a ust- a tí, Chris.-Reí nervioso. Él también rió.-
–De nada, Jisung.
Y la llamada se colgó, el espejo volvió a mostrarme mi reflejo, como cualquier espejo corriente lo haría.
……….....……Y.J. (SHION)............................
“–¿Podrías contarme más sobre Jisung? Más de lo que él me dice, sin que se entere, claro.” Eso fue lo que aquel humano de manos suaves me preguntó. Ya sé lo que quiere y por qué lo quiere. Sé que ahora tiene dudas acerca de Jisung porque siente algo más por él y eso me alegra. Me alegra que Jisung esté siendo correspondido, le tengo cariño a ese humano desde que me lo asignaron como alumno al que guiar y enseñar en su camino como brujo. Porque, no, no soy un gato o bueno, sí lo soy pero no siempre lo he sido. Yo antes era un humano como otro cualquiera. ¿Quieres que te cuente un poco de mi historia? Mejor te haré un resumen rápido y así volvemos al presente antes de que te aburras.
Yo antes era un humano, uno normal, un joven adolescente llamado Yang Jeongin (o I.N, como mis amigos me llamaban), de esos que cometen riesgos con sus amigos, riesgos de los que te puedes arrepentir. Un día me encontraba con mis amigos en casa de mi vecino y mejor amigo, Beomgyu. Estábamos en su ático y decidimos hacer un ritual, ni más ni menos que un maldito ritual de espíritus.
–¿Estais seguros de esto, chicos?
–Por supuesto tío o es que…¿estás cagado de miedo?-Todos se rieron a carcajadas de mi inseguridad acerca de invocar a un maldito espíritu.-
El círculo dibujado en tinta roja sobre el suelo y velas repartidas a su alrededor, un libro escrito en un idioma desconocido, cuatro jóvenes incautos que desconocen lo que hacen, lo que está a punto de suceder.
–¿QUÉ COÑO ES ESO?
–¡AYUDA!
–¡MAMÁAAA!-Gritaba mi mejor amigo.-
Todo se tornó negro en un instante, el circulo estaba brillando en un rojo potente y lo único que pude ver fueron los rostros de infarto de mis amigos ante tal monstruosidad. Gritaban.
Yo era el único que no gritaba, estaba estupefacto, no me podía mover “voy a morir, eso es seguro”. Pero no fue así.
Aquel espantoso ser totalmente negro se fue aclarando, dejando ver a un joven adulto, él nos regañó por haber cometido semejante error: “No está bien jugar con espíritus, pequeños cabritos. Tendré que castigaros” Tenía una voz gruesa y potente, un semblante frío. Él…se llevó nuestras almas e hizo con ellas lo que le vino en gana, no volví a ver a mis amigos desde entonces.
Aquel hombre era un brujo, me transformó en un gato negro de ojos verdes y me hizo mentor de brujos principiantes asignando, como alumno a Han Jisung.
Ya han pasado muchos años desde aquel suceso y lo he superado, tener a Jisung como mi alumno es maravilloso, es un chico excelente pero, me sigo arrepintiendo del pasado y sigo extrañando a mis amigos. Y, tal vez os preguntaréis: Si tu nombre era Yang Jeongin ¿Por qué ahora te llaman Shion? Sencillo, al convertirme en mentor y gato de Jisung, tuve que dejar que él me pusiera un nombre ya que no se me permitió quedarme con el mío. Por eso ahora soy Shion y, reconozco que este nombre me queda de perlas, parezco un dios y todo. Pero bueno, vamos a seguir en el presente.
–¿Qué? ¿Contarte más sobre Jisung? hmm ¿Qué quieres que te cuente?
–Pues…no sé pero teniendo en cuenta que su gato habla, digo yo que debe haber más cosas raras que aún no me haya dicho.
–Ese es un buen punto pero, es la privacidad de mi dueño.-Le sonreí.-Pero te aseguro que si no te lo ha dicho aún es por algo.
–Eso no me deja más tranquilo.-Respondió con un poco de incomodidad. Reí.-
–Él no es alguien a quien debas temer, pero no es como tú.-Le informé.-
–¿Es…diferente? ¿En qué sentido?
–Él confía en tí, sólo deja que él te lo muestre.-Dije antes de saltar de la cama. El limpiador se me acercó y me preguntó si podíamos seguir hablando.
–Claro pero mejor fuera, oigo a Jisung, necesita entrar aquí, a solas.-Minho asintió y me subí sobre sus hombros, salimos de la habitación y segundos después, Jisung entró con un papel entre sus manos, tal vez el conjuro terminado.
………….........NARRADOR……………………
Jisung salió de su habitación al acabar aquella llamada y bajó al piso de abajo para encontrarse con Minho y su gato en el salón, hablando. El peliazul quedó petrificado, su gato estaba hablando con Minho, se suponía que era un secreto, que era mejor que no lo supiera, pero lo sabe, está hablando con él.
–S-shion…¿Qué…narices estás haciendo?-Inquirió el de mecha azul. Se veía serio, con el ceño fruncido.-
–Era momento, Jisung.-Le respondió el gato, neutral.-
–¿Y eso tú cómo lo sabes, eh?
–Jisung, sé lo que digo.
Minho se sentía sobrante en aquella discusión entre gato y su dueño, sentía que no pintaba nada en el asunto pero que igual era cosa suya, estaba hecho un lío. Y el minino seguía en guerra verbal con su dueño.
–¿Sabes qué? Da igual, déjalo. Shion, ya entregué el conjuro al brujo de la Luna llena, lo acabé por fin.
Minho quedó sorprendido.
……………........…MINHO……………….........
Espera- ¡¿QUÉ?! ¿Conjuro? Eso quiere decir que…¿la casa sí está encantada? ¿Me tomas el pelo? Vale, espera, espera, entonces ¿Jisung es un brujo? ¿O algo así? Esto es una locura.
–¿Conjuro? ¿Brujo de la..? Espera ¿Qué?-Cuestioné.-
–Shion, ¿No le dijiste lo de que soy un brujo?
–Le dije que se lo dirías tú, gracias, de hecho, por comentarlo.-Sonrió el gato.-
–Madre mía, Shion ¡Te voy a matar!-Vi que Jisung entró en cólera, estaba de los nervios y parecía que fuera a llorar. Reconozco que me asusté. Jisung agarró a su gato, desesperado y sin saber qué hacer.-
–¡Meow!-Maulló el felino de ojos verdes.-¡Quítame las manos de encima!
–¡Gato sarnoso! ¡Se suponía que era un secreto y tú…! ¡Tú traicionaste mi palabra y! Ahora y-yo…e-él…-Se notaba que estaba a punto de llorar, sus ojos cristalizados, llenos de lágrimas brillantes.-Joder.
Jisung se sentó en el sofá a unos metros de mí, llorando, más asustado que yo (y eso normalmente es difícil).  No entendía exactamente por qué se notaba tan destrozado, no sabía qué palabra o yo que sé ha traicionado el gato, no sabía nada. Nada.
–¿Traicionó tu…palabra? ¿Cómo? Osea ¿Cómo va eso de las palabras o lo que sea?-Cuestioné, tratando de resolver mis numerosas dudas con una sola pregunta.-
–Le prometí que no le diría a nadie lo que es, un brujo.-Resumió Shion.-
–Porque así debe ser. Ahora tú me tienes miedo por ser lo que soy y te irás de casa y…-Lloró el peliazul, dirigiéndose a mí.-
–Oye, yo-Me senté más cerca de él.-No te tengo miedo, ni tampoco voy a irme.-Le sonreí.-
–¿De verás?-Dudó él.-
–Sí, de veras. Gracias a Shion sé que no eres alguien a quien deba tener miedo, por lo que no me iré.
Jisung se limpió las lágrimas y me agradeció. En ese momento sentí una necesidad de ofrecerle consuelo y, sin pensarlo, me acerqué a él, tomé su mano y lo miré fijamente.
……………...…….JISUNG………………….…..
Mi mirada se tornaba borrosa a causa de las lágrimas, ahora Minho me tiene miedo, va a huir de mí, ya no me quedará nada, volveré a estar solo, la única compañía que he tenido va a alejarse de mí. O no. Tal vez me he vuelto a equivocar.
Sentí su mano aferrarse a la mía, su tacto era tan suave como lo recordaba. Lo miré y encontré sus ojos sobre mí, me regaló una sonrisa y me sentí morir.  Me dijo que no me tenía miedo. No me tiene miedo.
–Pero ¿Por qué? ¿Por qué no me temes?
–Porque confío en ti y sé que no eres peligroso…y porque solo eres un brujo, no creo que puedas, yo que sé, matarme a sangre fría o algo así.-Bromeó Minho. Yo no me lo tomé muy a broma.-
–Pero los humanos le temen a cualquier cosa que esté fuera de lo común.
–Bueno, vale, ahí te doy un poco la razón. Yo si veo una araña asíiii pequeñita-Hizo el gesto con su mano libre, con la otra sujetaba la mía.-Me da algo, me se para el corazón.
–Emm, ¿no será “se me para”?-Traté de corregir su error, me hizo un poco de gracia.-
–Ah, sí, es que cuando me pongo nervioso no sé lo que digo y-Señaló con la mirada nuestras manos entrelazadas, se veían demasiado bien.-no suelo hacer cosas así todos los días. No soy, lo que se diría, un experto en el contacto físico.-Ahora sí no pude aguantar una pequeña carcajada, he de admitir que yo también estaba nervioso. Me reí.
–Ya, yo también estoy algo nervioso haha. Aunque desde luego, eso no me hace olvidar que por irte a charlar con el gato te has olvidado de tu trabajo, limpiador.-Le sonreí coqueto.-
–¡HOSTIA, ES VERDAD!-Antes de que tratara de levantarse apreté con suavidad su mano.-
–Pero da igual, te dejo libre por hoy, tienes demasiada información para procesar.
–No tanta como debería.-Canturreó mi gato. Pulgoso entrometido.-
–Tú cállate, luego hablamos, pero ahora vete, déjame un rato.
–Uff, verás tú cuando te rasgue las cortinas, te vas a atrever a dirigirte así a tu mentor.-Me amenazó.-
–Que no me importa. Vamos, vete, vete.-Le interrumpí y ,por fin, el minino, bufando como toro, se fue.-
Nada más Shion abandonó la sala, apoyé la cabeza sobre el hombro de Minho, cansado. Él simplemente se dejó usar como almohada, aún sujetando mi mano, dando caricias que se sentían como el roce del algodón sobre mi piel. Ni siquiera necesitaba volar para alcanzar las nubes, no necesito algodón de azúcar para saborear auténtica dulzura. No necesito salir de casa para sentirme bien acompañado. Es un momento tan ameno, siento que me voy a dormir.
Pero no todos los buenos momentos duran por siempre.
–Hey, parejita~ Creo que ya es un poquito tarde y que el humano de la fregona debería irse ya.-Maldito gato sarnoso, pulgoso, asqueroso.
–Es verdad, debería irme ya, es un tanto tarde.-Minho miró la hora en su teléfono, las nueve de la noche, es tarde…pero no quiero que se vaya.
…………….....…..MINHO……………………...
Ya era tarde y debía volver a casa pero realmente me quería quedar y seguir así con Jisung. Realmente me sentía muy agusto estando a su lado, era relajante, como si su aura fuera tan pura como para apartar los nervios. ¿Qué me estás haciendo?
Me levanté aún sin soltar su agarre, lo miré y volví a sonreír.
–Vale, la verdad es que sí es bastante tarde.-Admitió Jisung.-Ten cuidado de camino a tu casa.
–No te preocupes, está cerca y voy en coche.
–Vale. Adiós.-Jisung rompió con dulzura el agarre de nuestras manos en modo de despedida. Minutos después ya me encontraba dentro de mi coche, conduciendo a casa para darme una ducha y descansar.
–¡HOSTIA, HYUNJIN! ¡Olvidé que mañana tengo una cita con él!
Y pensaréis: ¿Minho, agarraste la mano de otro teniendo novio? No, no tengo novio hahahaHA HAHAHAHAHA- P-perdón, me dan ataques de risa macabra de vez en cuando. Hyunjin es un viejo amigo del instituto con el que me hablo bastante, solemos quedar de vez en cuando y se supone que mañana habíamos quedado para una “cita” de coñas, a lo  amigos que jotean. Pero no va nada enserio, lo juro.
Bueno, venga, a dormir. Al llegar a casa: me desvestí, me duché, me puse el pijama y me acosté a mimir.
–Hasta mañana, soledad.
💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗
YQ HE ACABADO HASTA EL CAPÍTULO 12!!! LA PARTE 1 POR TANTO YA ESTÁ ACABADA. QUÉ GANAS DE COMENZAR LA SEGUNDO AUNQUE.... tengo miedo haha
Tqm <3

The Haunted House Cleaner (Minsung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora