𝐋𝐚 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐄𝐦𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐂𝐡𝐨𝐮 - 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮

18

Sana entro a la oficina del emperador con algo de nervios.

— Quiero ver a los cachorros, Chewy, ¿dónde están? — pidió tímidamente Tzuyu dejo de escribir y miro a su esposa

— Hay algo que debo decirte...

— Después, yo quiero a los cachorros. Deben estar muy asustados y tristes por mi culpa — habló

La alfa tomo la mano de la omega y la llevo al jardín, caSanaron durante unos minutos antes de llegar a dónde estaban los cachorros jugando con tres omegas, pero para sorpresa de Sana, solo había cinco cachorros. Volteó a ver a su esposa en busca de una explicación

—¿Y los demás? ¿Dónde están los demás cachorros? — cuestionó

Tzuyu soltó un pequeño suspiro — Cuando fuimos al reino teníamos planeado capturar a los cachorros antes de empezar con todo, pero no había ningún cachorro en las calles... Un guardia le pregunto a un pueblerino y este le contesto que Kim había mandado a matar a todos los cachorros solo porque él no podía tener un heredero — sujeto la mano de su esposa con fuerza al ver como en el rostro de Sana había una expresión de pánico Esos cachorros los encontramos ocultos en los sótanos de algunas casas... Al parecer sus padres los ocultaron de Kim ya que eran los únicos cachorros que encontramos

Sana soltó un leve sollozo antes de abrazar a su alfa, se sentía muy mal

—Cuando entramos al castillo... Había miles de cuerpos de cachorros en el calabozo

—Woon también quería matar a nuestro cachorro...

Tzuyu se aferró al cuerpo de su esposa — tranquila, Satang. Woon no te hará daño ni a ti ni al cachorro, ¿Entiendes?

La omega asintió antes de separarse de la alfa y limpiar sus propias lágrimas — Dile a la cocinera que haga muchos roles de canela y también dile a Mina que venga aquí al jardín, por favor

— ¿Está vez no vas a sujetar de mi traje? — se mofó al ver la expresión de vergüenza de su omega

— Esa vez fue porque tenía miedo y pánico... Y tú solo hacías preguntas tontas — se justificó de aquel momento en la fiesta del emperador

Tzuyu rió — Me gusta que me des órdenes — dijo de una manera coqueta, acercándose al rostro de la castaña, oliendo el dulce aroma a fresas con ese toque de leche

— Basta... Haz lo que te pedí, por favor — pidió avergonzada

— De acuerdo, emperatriz — tomo la mano de la castaña y la beso con delicadeza antes de irse

Sana soltó un leve suspiro antes de acercarse a dónde estaban los cinco cachorros muy feliz jugando. Se acercó con timidez y tomo asiento en el césped cuando estuvo muy cerca de ellos. Las omegas hicieron una leve reverencia y se retiraron al ver la señal de les hizo la emperatriz.

— Hola, cachorros... — saludó

Los infantes se acercaron a la omega con una gran sonrisa — Wow, usted es muy bonita — hablo uno de ellos

Sana rió — ¿Enserio crees que soy bonita? — cuestionó

Los cachorros asintieron de inmediato con una sonrisa en sus labios,

—¿Quién es usted? — pregunto una niña

— Bueno... Soy la omega del emperador Chou, ¿La conocen?

Uno de los cachorros asintió — ¡Es la alfa más temida! Dicen que es muy mala, ¿Usted también es mala?

—Oh... Bueno... — Sana no sabía que responder, no podía decir que era buena, no cuando ordenó destruir el Reino de Camelot — No soy buena ni mala

— ¿Has comido muchas golosinas? — cuestionó un niño más pequeño que los demás

—Eh... No ¿Por qué? — pregunto

El cachorro apunto la panza de la omega — Tienes un estómago grande

Sana soltó una risita — No son golosinas, aquí hay un cachorrito

—¿Se lo comió?

— No, para nada — hablo nerviosa, no quería asustar a los cachorros

Un cachorros recordó a la omega frente suyo — ¿A usted le pegaban? ¿Por qué le pegaban en las calles?

—El Rey no me quería, supongo... — Respondió apenada

—¿El rey Kim también le hizo mucho daño? — Sana asintió

— A nosotros también nos empezó a tratar mal, por eso nuestros papás nos escondieron, ¿Verdad, Min? — miro a su hermana asentir

Sana se sintió muy mal — ¿Por qué no jugamos? ¿Saben jugar al escondite?

Sana estuvo un buen rato con ellos jugando, estaba claro que no corrió ni jugó nada brusco debido a su embarazo. Mina minutos después se unió a ellos y empezaron a jugar con una pelota, después empezaron a comer roles de canela mientras Sana les contaba un cuento. En ese tiempo que estuvo con los cachorros descubrió sus nombres, el más grande de todos con seis años de edad se llamaba Youngdae, después estaban Hyunjin e Yeji, eran dos mellizos de cuatro años y por último estaba Yun el más pequeño de los cinco, con tan solo tres años.

— Necesitan a una madre, una familia... — hablo en voz baja Sana mientras Tzuyu acariciaba su cabello — ¡Ya se!

La castaña se sentó correctamente en la cama mientras miraba a su esposa

—¿Qué piensas hacer? — cuestionó con curiosidad

— Hay omegas infértiles que desean ser madres y como aquí no hay un orfanato... Podemos hacer que los adopten — respondió

Tzuyu lo pensó un poco — Cierto... La omega de Jihyo es infértil y no han podido adoptar un cachorro, les puedo decir si quieren adoptar uno

— Les buscaré una buena familia, una con mucho amor.

La alfa beso la mejilla de la castaña mientras intentaba quitarle su pijama, Sana le dió un pequeño golpe en su cabeza

—Alfa Sucia...

—Lo siento, es que siempre que te veo quiero ver tu panza

Sana miro a la alfa — Eso es una excusa

La omega vio como Tzuyu hacía un puchero así que se quitó su camisón, dejando a simple vista su vientre abultado

— Satang, tus pechos han crecido — dió un leve apretón a uno de los pechos de la omega, esta soltó un leve gemido

— Es porque están produciendo leche para el cachorro... — soltó un leve jadeo

Tzuyu dejo un leve beso en el estómago abultado de la castaña antes de ayudarla a ponerse nuevamente el camisón

—Te amo mucho, Sana

—No digas Sana, siento que estás enojada — hizo un pequeño mohín

Tzuyu soltó una pequeña risa — Te amo mucho, cariño

Sanaunió sus labios con los de la mayor en un beso dulce y lento — Yo te amo más,alfa — dijo cuando se separó del beso.