IV

131 14 4
                                    

Se alejó.

Parecía aterrada por la acción del chico, pero en realidad su reacción se debía a lo que aquel abrazo provocó en ella. Se sentía nerviosa, comenzó a mover su cola de un lado a otro con la cabeza baja y los ojos bien abiertos tratando de asimilar la tormenta de sentimientos.

—Gran Madre—murmuró tapando su cara—. Lo siento—le dio la espalda al contrario encogiéndose en su sitio—. Dame un momento.

—¿Todo bien?—preguntó inquieto por la reacción de la femenina.

—Ya, ya—agitó las manos en el aire antes de volver a mirarle—. Todo bien—asintió—. Disculpa por...eso.

—Korhal, hija.

Se apartó por inercia en el momento en el que escuchó la voz de su padre, dejando al joven Na'vi desconcertado.
Miró también a la mujer que atravesó la entrada, descubriendo casi de inmediato que se trataba de los progenitores de la femenina.

—¿Qué está pasando aquí?—preguntó el mayor con exigencia.

Sempul—realizó un saludo formal—. Estaba curando al Na'vi del bosque por un pequeño enfrentamiento que ha tenido.

—Un placer—saludó Neteyam en una leve inclinación e imitando el saludo de la chica.

—Qué educado—sonrió la mayor con un tono dulce.

—Parece ser que ya has acabado—entrecerró los ojos en dirección a su hija—. Que se largue.

—Padre, no olvides tus modales—reprochó.

—¿Cómo me estás hablando, Korhal?—levantó el mentón con superioridad.

—Solo digo—se encogió de hombros.

—Vamos—intervino la progenitora—. ¿Por qué no se queda a comer?

—No hace falta—respondieron los tres a la vez.

—No se preocupe—sonrió nervioso y agitando sus manos en el aire—. Yo debería irme para seguir aprendiendo de las acostumbres Metkayina.

—No te preocupes—se acercó a los jóvenes con cautela—. Korhal te ayudará después de la comida.

—Sí, claro—asintió cruzándose de brazos.

—¿De verdad?—preguntó el Na'vi sonriendo y moviendo su cola disimuladamente con sus orejas levantadas, atento a la respuesta de la contraria.

—Sí...claro—respondió más tímida y apartando la mirada.

Por otra parte los padres de la joven compartieron una mirada de confusión, observando el comportamiento tan extraño de ambos y el pequeño ambiente que se estaba comenzando a formar entre ellos.

—Iré a preparar la cena—habló la mayor—. Korhal, ¿podrías ayudarme?

—Ah—agachó sus orejas, apartando los ojos del chico—. Por supuesto.

Miró alterada a su acompañante, quien parecía en peor estado que ella. Después del intento de presentación, no le apetecía a ninguno que el menor se quedara a solas con el padre.

—¿Qué pretendes con mi hija?—soltó sin rodeos en un tono moderado cuando se vieron en un rincón más apartado

—¿Yo? Nada, señor—respondió de inmediato manteniendo su postura para no dejarse intimidar.

—Está comprometida con un Na'vi de su clan, ¿entiendes? El próximo Olo'eyktan—dijo en un gruñido.

—¿Ella se quiere casar?

QUE EYWA GUÍE NUESTROS CORAZONES [] NETEYAM X LECTORA []Donde viven las historias. Descúbrelo ahora