QUE EYWA GUÍE NUESTROS CORAZONES [] NETEYAM X LECTORA []

V

—Korhal...

—Ni me hables, Aonung, porque me tienes al límite para matarte—gruñí enseñando los dientes.

Se quedó en silencio, siguiéndome por detrás montado sobre su ilu y con la cabeza agachada.

Estaba preocupada, no entendía el comportamiento tan infantil de Aonung, demasiado. Bien es cierto que cuando se junta con sus amigos se vuelve un cretino de primera, pero esta vez había ido demasiado lejos, se le fue totalmente de las manos.

Fui dura con él, pero también debe entender que sus actos encaprichados tienen consecuencias.

Mis orejas se levantaron al escuchar el agua moverse cerca de mi posición. Las movía hacia los lados, tratando de captar el origen del sonido y localizarlo. Parecían brazadas.

—¡Lo'ak!—nadé con el ilu hasta llegar detrás de una rocas.

—Hola—saludó apenado.

—Sube, tienes a tu familia preocupadísima—suspiré—. ¿Cómo has venido?

—En ilu—dijo sin convicción.

—Ya—respondí con ironía.

Noté la tensión que se produjo en cuanto Lo'ak vio a mi acompañante, así que le tomé del brazo antes que se lanzará sobre él para impedir una pelea que, dadas las circunstancias, ganaría Aonung. Le hice montar en el ilu, detrás de mí y marchamos hacia la orilla.

—¡Neteyam!—grité con urgencia haciendo que el Na'vi acudiera rápidamente.

—¡Lo'ak!—expresó lleno de preocupación y alivio—. ¿Dónde demonios te habías metido?—se acercó con su ilu para tirar de la oreja del menor con reproche.

—¡Oye!

—Chicos, deberíamos regresar—intervine, sonriendo al ver el papel de Neteyam como hermano mayor.

Todos asintieron, Aonung todavía se mantenía en silencio y eso me tenía algo preocupada. Neteyam me sacó de mis pensamientos.

—Gracias—esbozó una sonrisa de agradecimiento—. Por encontrarlo.

—No me trates como si fuera un crío—apuntó al mayor.

—Es difícil no hacerlo, eres demasiado cabezota—murmuró.

Reí levemente, dedicándole a Neteyam una sonrisa tranquila.

—No hay problema—miré de reojo a Aonung—. Él también ha colaborado y lo ha hecho todo más fácil.

Ambos miraron a Aonung con una expresión dura, pero Neteyam fue quien dio el paso, asintiendo en forma de agradecimiento al Metkayina.

Cuando llegamos, Jake también me dio las gracias por encontrar a su hijo y traerlo de una pieza, aunque en lo segundo no había tenido mucho que ver. Tonowari y Ronal fueron demasiado duros con Aonung, eso me hizo sentir mucho peor a pesar de que Lo'ak mintiera sobre lo sucedido.

Era de noche, y la brisa marina hacía cosquillas sobre mi piel mientras mantenía mis pies en remojo, sentada cerca de la entrada de mi choza. Pensaba en las situaciones que tuve que enfrentar el día de hoy. Lo de Aonung me dejó un mal sabor de boca, no entendía por qué trataría de convencer a los jefes que me eligieran como su prometida. Después la pelea, que me hizo cabrearme todavía más con él, pero los hermanos Sully consiguieron animarme indirectamente.

Después estaba Neteyam.

Mi comportamiento no era normal, y estaba segura de que me atraía ese Na'vi, pero tenía que estar centrada en mis labores, no podía permitirme ninguna distracción. Es normal que me guste alguien, pero precisamente un Na'vi del bosque...