DEDICADO A; swagger_hemmo y GabryMorales4 por sus votos ❤.
-¡Melody, por Dios! ¿Qué se te pasó por la cabeza al hacer esto?- Ni siquiera tú lo sabes, estúpida.
-Basta mamá.- susurré y dejé que unas lágrimas cayeran.- ¡No eres nada para recriminarme! ¿Crees que es fácil para mí que me odies? No, no lo es. ¡Estoy tan harta de ti!- grité y me limité a secarme las lágrimas.
-A mí no me hables así, yo no te odio, ¿quién te dijo que lo hago? Hablaré con tu padre, y estas cosas se quedan aquí.- habló firme y respiré con dificultad.- ¿Qué se te pasa por la cabeza al hacer éste tipo de cosas? ¡Estás más que enferma!
Y yo no hacía nada más que sollozar y mirar hacia a bajo. Mi madre me descubrió, no lo puedo creer.
-¡Contesta! Por favor, dime que por lo menos ya no lo haces. -Respiró pesadamente y cerró los ojos.- Melody Hyland, responde ahora.
-No mamá, ya no lo hago. -Susurré negando.
-Quiero que me muestres tus brazos o donde sea que hayas hecho estas porquerías. -abrió los ojos y me miró de una manera asesina.
-No.
-¿Me dirás que no? Lo siento por ti, pero no puedo dejar que mi hija se esté auto lesionando, pareces una enferma.
-Ves, es inútil que te muestre mis cortes... Siempre me estarás criticando.
-No es criticarte Melody, quiero que estés bien.
-¿Estás jugando? Mamá, no seas así de mentirosa.
-Cuidado de cómo me hables. Yo no soy una cualquiera, ahora será mejor que lleves las otras cajas, yo me quedo con esta.
Mi mamá me miró desafiante y agarró la caja que contenía mis cuchillas, entre otras cosas. Mordí mi labio y me agaché para agarrar una de las cajas, fui en busca de las otras dos cajas y suspiré.
-Adiós, mamá.
-Hasta luego, Melody.
Y eso fue lo último que la escuché decir antes de salir, en la puerta de mi ex-casa estaba Ryan Hood. El amigo gay de mi madre, mejor dicho, uno de sus socios.
-¡Mely, linda! -dijo con aquella voz afeminada muy notoria, odiaba que me hable como si fuese una niñita.
-Ryan, ¿qué tal? -rodé los ojos cuando vino para abrazarme. Hasta que notó las cajas que llevaba en mis manos.
-Ay, eso déjaselo a los hombres, nena. -frunció el entre cejo.-
-Estoy bien así, y si me disculpas, debo llegar a mi casa. -hice una sonrisa forzada.
-¡Oh! Había olvidado que te fuiste con tu padre. -sonrió, qué puto asco.
-Sí, debo irme...
-¡Aguarda! Te llevo, sólo déjame pasar a ver a tu mami. ¿En qué viniste?
-En taxi, ¿podrías apurarte con mi mamá? Es que quiero llegar rápido.
-Ok, nena. Ya vengo.
Y con una cara de "ganador" de fue a la entrada de la casa. En cambio, yo me acerqué a su auto para poner mis cajas arriba del capote.
Pasaron unos minutos y Ryan salió con su celular en manos, estaba un poco nervioso ya que movía su cabeza a un compás raro.
-Bien, linda. ¡Vamos! -gritó y yo me sorprendí. Sólo asentí y él pasó del otro lado del auto para desbloquear el seguro.
-¿Ya? -dije y agarré mis cajas. Él sonrió y entró en el auto, por dentro bajó la ventanilla del copiloto y habló.
-Ponlas atrás, para que te puedas sentar. -dijo y volvió a subir la ventanilla.
Hice lo que me dijo con cuidado de no tirar las cajas. Al hacerlo, cerré la puerta del auto y entré de mi lado.
-Vamos... -dije y Ryan no esperó para arrancar aquél audi gris tan bonito.
[...]
Llegamos a casa y no había nadie, supuse que mi papá y Todd ya se habían ido a la casa de Gretta, mi tía.
-¿Y tu papi? -susurró Ryan con dos cajas mías en sus manos, sus nervios aumentaron ya que noté cómo comenzaba a morder sus labios.
-No está, ya se fue con Todd, lo lamento. ¿Debías hablar con él? -por dentro quería reírme, pero no debía ser mala.
-No, no, no... es sólo que, bueno. Ya no importa. -Puso mis cajas en el sofá y yo puse la otra en la mesita de centro.
-Está bien... ¿Quieres desayunar, o comer algo conmigo? Para esperarlos... sólo fueron a saludarla por su cumpleaños.
-Bien, esperémoslos, pero no quiero comer nada. ¿Un vaso de agua, pude ser? -puso sus manos entrelazadas a la altura de su pecho y me miró.
-Tengo jugo de durazno, ¿te gusta? -dije caminando a la cocina y sonreí.
-Sí, sólo dame algo para tomar.
Reí al escuchar su voz chillona, nunca ponía voz de hombre. No le gustaba mostrarse de esa forma, siendo que le gustaban los hombres.
Saqué de la heladera una jarra de vidrio, y de la alacena un vaso limpio. Le serví el jugo y se lo llevé.
-Aquí tienes, siéntate. -dije y me senté en el sofá, él me imitó.
-Mejor me voy... no quiero que tu papi diga algo de mí. Nunca le agradé. -Susurró y bebió de su jugo.
-¡No! A él le agradas, siempre se ríe de lo que le dices... ¿Mi mamá te dijo eso? -Lo miré con los ojos abiertos.
-No, ella no, creí que le desagradaba por ser quién soy.
-A mi padre no le gusta juzgar, es muy bueno con ese tipo de temas. Tú no tienes la culpa de haber nacido así.
-Lo sé, y gracias por animarme un poquito... -se cruzó de piernas y me reí.- Bueno, ¿quieres que preparemos algo de comer? Se me abrió el apetito.
-Sí, a mí también. ¿Qué horas son? -lo miré atenta y él dejó el vaso en la mesita del centro para sacar su celular y mirar.
-Son exactamente las 10 a.m, en unas horas hay que almorzar.
-Está bien Ryan, ¿qué quieres de comer?
-Vamos juntos a la cocina. -Me guiñó un ojo y yo le sonreí. No era tan malo como lo pensé.
[...]
-¡Señorito Hood! -dijo papá al entrar con un par de bolsas de supermercado en manos.
Ryan se sonrojó al instante, sí que le atraía mi padre. Todd me sonrió de lejos y yo reí.
-Señor Hyland, ¿qué tal? -respondió él.
-Muy bien, querido. ¿Qué están preparando? Perdón por tardar.
-Preparamos lasaña... -respondí.-¡Me encanta! Bueno, si me permiten, traje un vino y gaseosa para ti hijita. -Dijo papá y yo reí.
-Bueno, creo que será un largo almuerzo. -Dijo Todd y todos lo miramos.
¡Muy cierto!
∆∆∆∆∆∆
Muchísimas gracias por esos 2 votos que para mí significan mucho :')Gracias a los que siguen leyendo.
¡LOS AMO! ❤
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Suicidas. [TOTALMENTE CANCELADA]
RandomTodo empieza así; Los padres de Melody y Todd Hyland van a un viaje de negocios cuando sus pequeños hijos apenas llevan pocos años de vida, Melody; 6 años y Todd; 10 años. Con ese comportamiento de sus padres, el dejarlos solos, hizo que ambos se i...