Capítulo nueve.

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-¿Qué tienes en tu celular por eso sonríes tanto?- reí y me paré para dejar mi tazón en el lavadero.

-Verás hermanita, cuando te fuiste ayer a tu cita con Derek... me habló Louise.- sonrió y yo elevé una ceja.- Es una chica con la que empecé a hablar cuando me mudé y me dijo que vino a vivir aquí a Estados Unidos. La cosa es que quiere que nos veamos, y es muy linda y divertida.- sonrió.

-Está bien, ve a verla.

-Hoy iré al cine con ella, si no te molesta quedarte sola.

-Para nada hermano, llamaré a Derek.- Sonreí.

-Eso no me convence...-frunció el ceño y reí.

-Bueno, bueno, entonces saldré con él a un lugar público.

-Eso es mejor.- me miró.

-Deberías dejar de ser tan sobre protector.

-¿Para que te pase algo malo? no, para nada.

Reí y caminé hacia arriba para ir a mi habitación, sólo quería dormir ya que Jack no me hablaría por ser tan orgulloso y si yo lo hacía jamás contestaría.

Llegué a mi habitación y me encerré con el cerrojo en la puerta, agarré la Netbook y no recibí ningún mensaje de su cuenta. Maldición.

"HylandMelody; Hey, espero que me disculpes por lo de ayer, no quería hacerte sentir mal. Perdón."

Y eso fue lo que se me ocurrió decirle, quiero mucho a Jack y me costaría dejarlo ir. A los segundos me contestó, me sorprende que haya estado conectado tan temprano.

"Jack_00; Hola, ya no importa... estoy bien. Espero que podamos hablar sin pelearnos algún día jaja.
HylandMelody; Espero que así sea amigo, te quiero mucho y no sabes lo mucho que me duele estar mal contigo:'(
Jack_00; A mí también me duele, y te quiero más Mel. ¿Te parece si empezamos de nuevo?
HylandMelody; ¿Sin peleas?
Jack_00; Sin peleas:)"

Le sonreí a mi pantalla y dí un gritito raro, espero que esto realmente funcione y no peleemos jamás, o por lo menos no muy de seguido.

[...]

Habían pasado dos semanas; Jack y yo estabamos muy bien en cuánto a nuestra amistad. Derek cada día me asombraba con nuevas sorpresas. Todd comenzó una relación con esa chica Louise. Marie ha comenzado un curso de tutoría, y ya tiene a un pretendiente en ella.

Ha decir verdad, éstas dos semanas pasaron lentas y fueron buenas.
Lo bueno de todo es que me distraigo y no he tocado una cuchilla, mis marcas se están secando y eso es bueno.

-¡Meeeeel! -escuché un grito desde la sala, fui rápido a allí y me detuve al verlos. Mierda.

-¡Hijita! -dijo aquella mujer a la cuál debía llamar... "madre".

-Lilla, Robert... ¿Qué hacen aquí? -susurré, mi madre entre abrió la boca lentamente y mi padre frunció el ceño.

-¿Desde cuándo nos dices así, Mel? -preguntó él, Robert.-

-Lo siento, papá... No me acostumbré a que estén aquí. -dije no muy feliz.

-Hijo, has entrar en razón a tu hermanita. Venimos desde el otro lado del mundo para estar con ustedes y mira cómo nos trata. -Lilla habló con su tono chillón que ni Robert soportaba.

Suicidas. [TOTALMENTE CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora