Día 2 «Desesperado»

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Los días parecían pequeñas flores brotando de los capullos, todo mejoraba, los días tenían colores nuevamente, pero no he mencionado lo qué pasó realmente...
Mientras, en un día caluroso de verano, había salido con Tina para poder pasar tiempo juntos.
Estuvimos escribiendo—al menos yo hacía el intento—algunos poemas.

Tina me ganaba, su melodiosa voz era algo que yo amaba, sus ritmas parecían de hip-hop, era una rapera profesional, y era obvio que ella me iba a ganar.
Mientras Tina me decía su mejor ritma, dejó de respirar, me miró y yo me comencé a preocupar.
Tina no podía gritar, llamé a su madre para que me ayudara,
quería correr a un hospital, pero el hospital más cercano estaba a 3 millas, no podía caminar con Tina en mi espalda (eso me mataría).

Su madre llegó, por suerte yo tenía su numero; me miró y me dijo: «Ayúdame por favor»; le ayudé a levantar a Tina, el padre de Tina había venido también, llamaron a una ambulancia, yo me lamentaba por lo sucedido, pero no entendía nada.

Pensé que yo iba a morir,
pero al parecer, no, era mi tiempo...

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