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Unos cuatro de años después

Todo iba bien.

Por fin logré convencer a Katsuki de criar a un niño y logré que adoptarlos a un par de gemelos rubios. El mayor se llama Yuki y es un niño bastante listo para tener tan solo 4 años. La pequeña se llama Hina, que es bastante revoltosa pero muy mona. Me hes imposible enfadarme con ella.

Yo dejé mi trabajo como héroe profesional y me quedaba en casa la mayor parte del tiempo cuidando a los niños.

Katsuki de vez en cuanto debía irse a alguna misión y no volvía en días, pero me las podía apañar sin ningún problema.

No salía mucho de casa, y ya apenas tenía contacto con los demás de la UA. Solo sabía que estaban destinados en sitio bastante alejados de Tokyo, por lo que me era imposible visitarlos con los niños.

Todo iba bastante bien.

Pero todo lo bueno tiene que acabar.

Un día, cuando estaba dándoles de comer a los niños, sonó el timbre de la puerta. Fui a abrir y me encontré a un policía. Estaba bastante extrañado por esa visita tan repentina.

El policía vino a decirme que Katsuki había muerto durante una pelea con un villano.

Ahí deje de escucharle.

Aguanté el tipo hasta que se fue y entonces me permití derrumbarme.

Caí de rodillas al suelo, llorando desconsoladamente.

Los niños, en la cocina, vinieron al oírme, preocupados, pero no pude decirles nada. Eran demasiado pequeños.

Los días siguientes fueron aún peores.

El recuerdo de Katsuki me perseguía a todos lados y su falta se hizo todavía más presente en su funeral.

[...]

Desde entonces, Kirishima fue callando en una profunda depresión.

Los niños lo notaron, pero eran muy pequeños y no sabían que era lo que le ocurría a su padre.

Kirishima estaba cada vez peor y su situación económica también estaba callando en picado.

Apenas tenían para llegar a fin de mes, así que es redundante decir que no podía pagarse un psicólogo.

Cada vez más ahogado en su propia tristeza, un día Kirishima decidió terminar la agonía constante que era su vida por entonces.

Un día como cualquier otro, Kirishima logró reunir el valor suficiente para atar una soga a su cuello y dar fin a su vida.

Y me dejó a mí a cargo de sus hijos.

—Pero tía Mina, ¿por qué papi hizo eso?

—Sí, con lo que le costó estar con papá...

—Pues veréis niños, hay veces que la vida se hace más dura de lo que uno puede soportar, y a vuestro padre se le complicó en un mal momento y... y acabó así.

—¿Pero eso no es malo?

—La muerte no es mala, pequeño Yuki. A tu padre le concedió la libertad y alivio que necesitaba. Y a nosotros, los vivos, nos toca seguir por él.

FIN

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Y señoras y señores, aquí acaba este fanfic que tantos quebraderos de cabeza me ha dado.
Pero no ha mal.
Os agradezco ya aquí en el final a todos vosotres por seguir esta historia, de verdad.
No es lo mejor que he escrito, pero me ha gustado mucho hacerlo y espero que a vosotros también leerlo.
Espero que nos volvamos a ver en un futuro.
Bye ^^


Una Semana para Enamorarte (KIRIBAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora