Eco de Sombras (Sasuke Uchiha)

Capítulo 3

CAPÍTULO 03: NUEVA MISIÓN

SASUKE

La mirada de Kakashi tenía un destello de diversión, pero su tono era completamente serio.

—Sigo esperando a que respondas, Sasuke —dijo Kakashi, su tono burlón—. Sé que te importa...

—No es así —negué de inmediato.

—Tal vez si lo repites más te lo creas —se rio levemente—. Tomaré mi decisión luego de los exámenes chunnin. Tienes ese tiempo para demostrarle a los demás que debería quedarse —dijo con una sonrisa oculta bajo su máscara.

—No haré tal cosa —respondí con brusquedad antes de caminar rápidamente para alejarme de él.

Al llegar a casa, un aroma familiar me envolvió. Era una sensación extraña, reconfortante, pero que también me hacía sentir algo de tristeza.

—Estoy aquí —dije más por costumbre que por necesidad.

—¡Oh! Sasuke-san, qué bueno que llegas. Hice la cena —la voz de Akira sonó alegre desde la cocina.

Me acerqué, sintiendo esa extraña sensación en el pecho. No estaba acostumbrado a que alguien cocinara para mí. Akira salió de la cocina con una gran sonrisa, orgullosa.

—Es Miso Ramen, lo hice yo misma —anunció.

La observé con curiosidad.

—Y no me serviste, ¿cierto? —bromeé.

Ella palideció.

—Descuida, lo haré yo. Tú sigue comiendo.

—Oki —respondió con una risita. Su expresión despreocupada me hizo sonreír levemente.

Nos sentamos a comer, y noté el gusto con el que disfrutaba su comida. Era una escena extraña para mí, pero... no desagradable.

—¿Lo vieron? —preguntó de repente.

—¿A ti vestida como la hermana de Gaara? —me burlé, y ella se atragantó, tosiendo.

—Eres de lo peor —dijo, lanzándome una bola de papel.

—Lo sé —respondí mientras seguíamos comiendo.

Después de cenar, me ofrecí a lavar los platos mientras ella se quedaba sentada, mirándome con una expresión tranquila. Justo cuando terminaba, alguien tocó la puerta. Akira fue a abrir rápidamente, dando pequeños saltitos que me hicieron sonreír sin darme cuenta.

—¡Oh! Hola, Sakura —dijo Akira, su tono amigable.

Al escuchar el nombre, un escalofrío me recorrió. Sakura seguramente venía a verme.

—Hola, Akira. Vine a ver a Sasuke. ¿Puedo pasar? —preguntó Sakura con su tono habitual.

Sabía lo que venía.

—Un momento, le preguntaré —dijo Akira antes de regresar a la cocina—. Dice Sakura que si puede pasar a verte.

—Dile que no estoy —respondí rápidamente, dirigiéndome al patio trasero.

Me senté en el suelo y miré hacia el cielo, tratando de despejar mi mente. Momentos después, Akira apareció a mi lado, sentándose en silencio.

—¿Por qué no quieres ver a Sakura? —preguntó suavemente, sin presionar.