Capítulo 7: secreto

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Pasaron tres días desde nuestro íntimo encuentro en la habitación de Tessa. Ahora nos encontramos en las afueras de Londres, en la casa de la familia de Sarah, para celebrar las festividades de Navidad y Año Nuevo. Esta semana estaremos rodeados de familiares y amigos, incluyendo a la familia de Sarah, Thomas, Sebastian y mi primo Derek. Sin embargo, estas circunstancias nos imponen limitaciones. No podemos besarnos libremente ni estar juntos sin preocuparnos de que alguien nos observe. Lo nuestro debe seguir siendo un secreto.

A pesar de las dificultades, tratamos de disfrutar de la compañía de los demás. La casa está llena de risas, conversaciones festivas y una atmósfera cálida. Aunque tengo que contener mis deseos de demostrar mi afecto hacia Tessa en público, nuestras miradas y pequeños gestos furtivos continúan transmitiendo la pasión que compartimos en privado.

Durante la cena de Navidad, todos nos reunimos alrededor de una mesa festivamente decorada. Las risas llenan la habitación mientras compartimos anécdotas y saboreamos deliciosos platos. En medio de la algarabía, noto que Sebastian, quien está sentado cerca de Tessa, comienza a coquetear con ella en tono humorístico. No puedo evitar sentir un pinchazo de celos mientras observo la interacción entre ellos. Mi mente se llena de pensamientos inseguros y preocupaciones sobre el secreto que mantenemos.

Sin embargo, para añadir más tensión a la situación, Sarah también ha estado coqueteando conmigo durante estos días. Nuestros intercambios juguetones y miradas cómplices han sido evidentes para aquellos que nos rodean. Me preocupa cómo esto afectará a Tessa y si estará pensando que no soy capaz de comprometerme.

A medida que la noche avanza, decido que es hora de hablar con Tessa sobre mis preocupaciones. Me acerco a ella discretamente y la invitó a dar un paseo por los jardines de la casa. Busco un rincón tranquilo donde podamos hablar sin ser interrumpidos.

Cuando nos encontramos en un lugar más privado de los jardines, no pude resistir las ganas de besar a Tessa. Tomé su mano y la atraje hacia mí con determinación, sintiendo una mezcla de anhelo y pasión acumulados desde nuestra última noche juntos. Sabía que estábamos a salvo de miradas indiscretas y que nadie nos encontraría en ese rincón apartado.

Nuestros labios se encontraron en un beso apasionado, y durante un momento, pareció que el mundo a nuestro alrededor desaparecía. Sin embargo, para mi sorpresa, Tessa se apartó de repente, rompiendo el contacto entre nosotros.

Tessa: (susurrando) Aaron, lo siento, pero no podemos seguir así. No podemos permitirnos caer en la tentación y actuar impulsivamente, especialmente en un entorno tan cercano a nuestras familias y amigos.

-: Lo sé, lo sé, pero desde la última noche no he dejado de pensar en ti y solo quiero tenerte en mis brazos.

Tessa: Y yo quiero eso, pero... me aterra lo que pasará después.

-: Y ¿qué crees que pasará después?

Tessa: ¿Y si alguien nos ve? Nuestros padres, Sarah, Thomas o algunas de las personas que nos rodean, no solo hoy, sino en los próximos días o meses que estemos juntos.

Me di cuenta de que Tessa tenía preocupaciones legítimas y que yo no había considerado suficientemente las consecuencias de nuestros actos. La realidad de la situación comenzó a pesar sobre mí, y me di cuenta de que nuestras acciones podrían tener un impacto significativo en nuestras vidas y en las relaciones con nuestros seres queridos.

-: Lo siento por mi egoísmo, Tessa. Prometo que no correremos ningún riesgo y que te protegeré si algo o alguien intenta perjudicarnos.

Tessa: ¿Y cómo puedes prometer eso si no sabes cómo será el futuro?

-: No sé cómo será el futuro, pero sí sé cómo son las personas que nos rodean y sus actitudes hacia nosotros.

Tessa: ¿A qué te refieres con eso? Sé claro.

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