(Nath x Melody) Fase única: no es justo

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Al llegar a la habitación me quedo atónica.

Yo: ¡Lyssandro! [Le quito la bolsa de patatillas a Castiel y miro al alvino con cara de asesina.] ¿¡Le has dado tú esto!?

Ls: Me dijo que tú estabas de acuerdo. [Mira al pelirrojo y yo le doi una colleja a ambos.]

Yo: ¿¡Cómo voy a estar de acuerdo con esto!? El doctor te dijo que nada de comida basura, Castiel. Y Lyss, me fui a la cafetería pensando que tú lo vigilarlas con cabeza. Del titán sin nalgas me esperaba algo así, pero no de ti.

Ls: Lo siento... Me dejé engañar...

Yo: Bueno, ahora ya sabes que no puedes hacerle caso en estas cosas. [Mi móvil empieza a sonar y lo cojo.] ¿Diga?

Nt: Hola, Sucrette.

Yo: Nath. ¿Qué sucede?

Nt: Melody y yo queríamos decirte algo. ¿Estás en el hospital?

Yo: Sí. Os espero en la entrada, ¿vale?

Nt: Bien. Hasta ahora. [Cuelgo y miro a los otros dos.]

Yo: Tengo que bajar un momento. No quiero que hagáis nada raro, ¿de acuerdo?

Cs: Al menos deja las patatillas. [Lo fulminó con la mirada y él levanta las manos.] Vale, vale...

Suspiro y bajo a la entrada. Este Castiel... Siempre se sale con la suya.

En cuanto llego a recepción veo a los dos esperándome.

Yo: Aquí estoy. ¿Qué pasó?

My: Bueno... Ayer, cuando volvimos a casa después de clase, Nathaniel me invitó a unos helados.

Nt: Como tú y Castiel estáis en plan Cupido y yo no quería que nos metieseis en uno de vuestros planes... pues... decidí declararme yo solo.

Los miro alternativamente unas cuantas veces, pego los brazos a mis costados, apretó los puños y me inclino un poco hacia delante con cara de niña pequeña.

Yo: ¡No es justo! ¡Ya tenía una idea en mente para juntaros! [Ambos me miran asustado y luego se ríen.] ¡No es gracioso!

Es: [Aparece de la nada y me pone una mano en el hombro, llamando mi atención.] Sucrette, recuerda que estamos en un hospital.

Yo: [Me tapó la boca con ambas manos y luego señalo a los otros dos.] Es su culpa. [Hago un puchero, me cruzo de brazos y ellos tres se ríen.]

Ez: Bueno, mientras no vuelvas a gritar. [Asiento y ella sonríe.] Estaba a punto de subir para preguntarle a Castiel que quería de comer.

Yo: Dame un momento y subimos juntas. [Asiente y se va al astensor.] Vosotros dos. [Los señalo.] En cuanto vuelva a clase quiero que me contéis todo con pelos y señales. [Se ríen, asienten, nos despedimos y voy con Erza.]

Reconozco que me fastidia no haber sido yo la que los juntara, pero me alegro por ellos. Nunca pensé que Nath se declarara él solo. Aunque, pensándolo bien, Castiel y yo también ayudamos: como no querían ser víctimas de nuestros planes perversos, se declararon antes. Al final va a ser que no pueden vivir sin mi...

Haciendo de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora