Llamada

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(Narra Castiel {y no es un FlashBack})

Ya han pasado un par de días desde la fiesta, Sucrette y yo seguimos saliendo y yo estoy mejor que nunca, en todos los sentidos.

Últimamente, la enana ha estado un poco rara. Y no solo ella: Lyss dice que Martina también. Que ambas estén raras es mala cosa, ya que normalmente son muy positivas. He intentado preguntarle, pero no me lo quiere decir. Siempre contesta lo mismo: "No pasa nada, no te preocupes". Puede que no sepa hacer lo que hace ella al mirarte a los ojos, pero cuando me oculta algo. La conozco tanto como ella a mi, y eso ya es decir.

Hoy no hemos quedado, pero voy ha hacerle una visita. Esperaba que me abriese ella, pero lo hace su madre.

Madre de Su: ¡Oh, Castiel! No sabía que venias.

Yo: Es que no he avisado. [Se aparta un poco, entro y ella cierra la puerta.] ¿Está Sucrette?

Madre de Su: Sí, está arriba. [Asiento y, cuando estoy a punto de subir las escaleras, me dice.] Últimamente anda algo sensible, decaida... Hacía mucho que no la veía así y me preocupa. ¿Podrías intentar animarla?

Yo: Claro, no se preocupe. [Sonrío y subo hasta su cuarto.] Sucrette, ¿puedo pasar?

Su: ¿¡Castiel!? [Se escucha un golpe, entro a la habitación y la encuentro sentada en el suelo al lado de la cama y frotándose el culo.] Auch...

Haciendo de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora