Haciendo de Cupido

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#Narra Sucrette#

Después de darle un chocolate caliente a Castiel y a Armin, voy a darle uno a los otros dos. Peto, escucho a Kentin decir un "Pase" y entro. Me fijo en que ambos están tumbados en la cama: Alexy apoyado en el pecho de Kentin agarrando su camiseta y este acariciándole el pelo.

Yo: He hecho chocolate caliente. [Me acerco a ellos, pongo las tazas encima de la mesilla y me siento en el borde de la cama.] ¿Cómo estás, Alexy?

Kt: Está dormido. [Asiento y le pongo una mano en el hombro.] ¿Ya se sabe algo de esos malditos?

Yo: Kentin, no ha pasado ni un día, ten paciencia. [Cojo una taza y se la doy.] Ten, te hará bien. ¿Dormirás aquí hoy?

Kt: Sí... Armin sigue nervioso y Alexy asustado, así que prefiero quedarme y cuidarlos a los dos.

Yo: Castiel y yo vendremos mañana para relevarte, ¿vale? Así descanses un poco.

Kt: No hace falta, estaremos bien.

Yo: Te conozco, Kentin, y sé que no vas a dormir en toda la noche. [Mira para todos los lados evitando mi mirada y yo suspiro negando con la cabeza.] Hasta tú necesitas descansar, ¿sabes?

Kt: Lo sé... [Sonríe algo triste y me mira.] Gracias, Su. [Le sonrío y vuelvo con los otros.]

Yo: Alexy se ha dormido. [Armin suspira y Castiel le da un toque en la espada.]

Cs: Te preocupas demasiado.

Yo: Fue a hablar el que le rompió la nariz a un psicólogo por asustar a Alexy. [Se cruza de brazos, mira hacia otro lado con un leve sonrojo y nosotros nos reimos.] Armin, dice Kentin que se quedará esta noche, así que tú procura descansar. Nosotros vendremos mañana a ver como estáis.

Ar: Bien, eso haré. Muchas gracias por todo, chicos. [Nos damos un abrazo, choca los puños con Castiel y este último y yo nos vamos.]

Cs: No va a dormir en toda la noche.

Yo: Ya, pero por lo menos estará tranquilo sabiendo que su hermano no está solo. [Meto las manos en los bolsillos y, cuando giramos última la esquina para llegar a mi casa, veo a un chico rubio esperando delante de mi puerta.] Un momento... Ese es... [Nos acercamos y yo me quedo en shock.]

**: Buenas noches, Sucrette. ¿Te ha gustado mi forma de decirte que he vuelto? [Apreto los puños y Castiel lo mira pensativo.] He de reconocer que jugar con ese peliazul fue muy divertido.

Cs: Esa voz... Tú eres-