El Tartaro y el sueño

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LAMENTO EL RETRASO AL ACTUALIZAR PERO POR ESTOS DÍAS SIN ACTUALIZAR MAÑANA SUBIRÉ CUATRO MÁS.
POV WILL

Caí al Tártaro con el corazón lleno de tristeza y dolor por la traición de mi propio padre, Poseidón. Las lágrimas se mezclaban con mi desesperación mientras descendía en la oscuridad. A medida que caía, un río de fuego ardiente apareció ante mis ojos.

Aunque sabía que el fuego me consumiría, no pude evitar sentir curiosidad por el río. Utilizando mis poderes de engaño, percibí que el río de fuego era un engaño en sí mismo. Aunque parecía mortal y no se podía beber, mi intuición me decía que había algo más allí.

Con un impulso inexplicable, decidí desafiar las apariencias y tomar un sorbo del río. El líquido caliente y amargo se deslizó por mi garganta, causando una sensación de desgarro en mi interior. Aunque era agonizante, resistí el dolor y continué bebiendo. Sabía que era necesario para sobrevivir en este lugar despiadado.

Con cada sorbo que tomaba, sentía cómo mi fuerza crecía. Mi cuerpo se volvía más resistente y mis poderes se intensificaban.

Continué mi búsqueda de refugio en el Tartaro, sabiendo que este era el hogar de los monstruos más temibles y despiadados. Sin embargo, a medida que avanzaba, me encontré con los perros del infierno, guardianes feroces y viles.

No me dejé intimidar por su apariencia aterradora. Utilicé mis habilidades de engaño y astucia para cazar a los perros uno por uno. Cada vez que mataba a uno de ellos, sentía una oleada de poder correr por mis venas, fortaleciéndome aún más.Era como si cada monstruo que mataba en el Tártaro alimentara mi propia esencia divina a lo que me sentí orgulloso de mi mismo al saber que tenía el poder de la absorción y poder tener posibilidades de sobrevivir en este desagradable lugar.

A medida que avanzaba a través del Tartaro, me encontraba criaturas que mate hasta que encontre un refugio y me quede a dormir.

Me encontré en un sueño profundo y vívido. En ese sueño, sentí una presencia familiar a mi alrededor, como si alguien estuviera penetrando en mi mente. Pronto, la figura de Demeter se materializó frente a mí, su imagen radiante y maternal.

"Will, mi querido hijo", susurró Demeter, su voz llena de ternura y pesar. "Sé que has pasado por mucho en el Tártaro, y desearía poder estar allí contigo, pero como diosa, puedo entrar en tus sueños y estar cerca de ti de esta manera".

La sorpresa y la alegría llenaron mi corazón al ver a mi madre divina en mis sueños. Me acerqué a ella con cautela y abrí los brazos, sintiendo su cálida presencia. "Madre, ¿es realmente tú? ¿Estás aquí conmigo, incluso en el Tártaro?"

Demeter asintió con tristeza en sus ojos. "Sí, querido Will, estoy aquí contigo en espíritu. Siento un profundo pesar por no poder acompañarte personalmente, pero el Tártaro es un lugar peligroso incluso para los dioses. Mi deber es protegerte y cuidarte desde lejos".

Sentí una oleada de comprensión y amor hacia mi madre en ese momento. Comprendí que su preocupación y su decisión de no aventurarse en el Tártaro provenían de un profundo amor y una necesidad de mantener a salvo a su hijo.

"Madre, te entiendo", dije con voz serena. "Sé que haces todo lo posible para protegerme. Aprecio tu amor y tu cuidado, incluso si no puedes estar físicamente presente. Estoy agradecido de tenerte en mi vida, incluso en mis sueños nunca estaría enfadado contigo ".

Demeter me abrazó con ternura, su presencia divina envolviéndome con calidez y consuelo. "Will, mi hijo valiente, confía en tu fuerza y en tu propósito. Aunque el camino que te espera es arduo y doloroso, nunca estás solo. Siempre estaré contigo en espíritu y corazón".

Me aferré a su abrazo divino, sintiendo un nuevo sentido de determinación y fuerza en mi interior. Sabía que, aunque el Tártaro fuera un lugar desafiante y peligroso, tenía el amor y el apoyo de mi madre divina para guiarme y protegerme en la medida de sus posibilidades.

Con la bendición de Demeter y su presencia en mis sueños, supe que podía seguir mi camino en el Tartaro y no me rendiría porque me propuse ver a mi madre y hermanos otra vez en tierra.

El caminante del TártaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora