Hecate

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Después de haber recorrido incansablemente el mundo en busca de Persefone, Demeter se encontraba desesperada y llena de angustia. Sabiendo que Apolo, el dios del sol y la profecía, tenía la capacidad de ver y conocer eventos ocultos, se acercó a él en busca de respuestas.

Demeter: (arrodillándose ante Apolo) Querido Apolo, te suplico que me digas si has visto a mi hija, Persefone. No puedo soportar más esta incertidumbre y el dolor que siento por su desaparición.

Apolo: (compadeciéndose de Demeter) Mi querida tía, he sido testigo de lo que ha ocurrido. Lamento profundamente decirte que vi a Hades, el señor del inframundo, secuestrando a Persefone y llevándola consigo.

Demeter: (conmocionada) ¡No puede ser! ¿Cómo pudo Hades hacerle esto a mi hija? ¿Dónde se encuentra ahora?

Apolo: Hades se la llevó al inframundo, a su reino oscuro. Lamentablemente, Persefone está cautiva allí, lejos de nuestra influencia divina.

Demeter: (llorando) Oh, Persefone, mi querida hija... ¿Qué torturas y sufrimientos estás soportando en ese lugar sombrío?

Apolo: Comprendo tu dolor, Demeter. Pero debemos ser fuertes y buscar una solución para traerla de vuelta a nuestro lado.

Demeter: (aferrándose a la esperanza) Sí, Apolo, tienes razón. No puedo permitir que mi hija sufra en el inframundo. Haré todo lo que esté a mi alcance para liberarla y traerla de regreso a casa.

Con el corazón lleno de determinación y una nueva meta en mente, Demeter se levantó y se preparó para enfrentar el desafío que se avecinaba. Sabía que el camino sería difícil y peligroso, pero estaba dispuesta a enfrentar cualquier obstáculo para reunirse con su amada hija.

Demeter: Apolo, te agradezco sinceramente por revelarme la verdad. Ahora, necesito tu sabiduría y consejo. ¿Qué debo hacer para rescatar a Persefone del inframundo?

Apolo: Demeter, mi tía, sé que este viaje será arduo y peligroso. Debes buscar el consejo de Hécate, la diosa de la magia y los cruces de caminos. Ella posee el conocimiento y los secretos para llegar al inframundo y negociar con Hades.

Demeter: (decidida) Gracias, Apolo. Me dirigiré a Hécate y solicitaré su guía en este difícil camino. No descansaré hasta que Persefone esté de regreso a salvo en mis brazos.

Con su determinación renovada y un plan en mente, Demeter se despidió de Apolo y partió en busca de Hécate, sabiendo que solo con su ayuda y los recursos adecuados podría enfrentar al señor del inframundo y liberar a su amada hija.

Demeter, llena de esperanza y determinación, se dirigió hacia Hécate, la diosa de la magia y los cruces de caminos, en busca de su ayuda para rescatar a Persefone del inframundo.

Demeter: (llegando ante Hécate) Querida Hécate, te ruego que me ayudes en mi misión. Mi hija, Persefone, ha sido secuestrada por Hades, y deseo desesperadamente traerla de regreso. ¿Puedes guiarme por los caminos del inframundo y ayudarme a encontrarla?

Hécate: (estudiando a Demeter) Demeter, comprendo tu dolor y tu deseo de reunirte con tu hija. Estoy dispuesta a ayudarte, pero debes saber que el inframundo es un lugar oscuro y peligroso. Además, ten en cuenta que Persefone puede tener sus propios deseos y elecciones allí.

Demeter: (aferrándose a la esperanza) Entiendo tus palabras, Hécate. Solo deseo asegurarme de que Persefone esté a salvo y que regrese conmigo. Si ella desea ser libre y tomar sus propias decisiones, lo aceptaré, pero mi deseo es protegerla y tenerla a mi lado nuevamente.

Hécate: Muy bien, Demeter. Acepto ayudarte en tu búsqueda. Pero debes comprender que el inframundo es un lugar regido por su propio orden y su propia justicia. No puedo garantizarte cómo serán las cosas una vez que llegues allí.

Demeter asintió, agradecida por la disposición de Hécate a acompañarla en su travesía. Juntas, se adentraron en los caminos sombríos y tortuosos que conducían al inframundo.

A lo largo del camino, Hécate guió a Demeter con su conocimiento y experiencia en los reinos infernales. La diosa de la magia reveló secretos antiguos y le advirtió sobre los peligros que encontrarían en su camino.

Hécate: Demeter, debes prepararte para enfrentar las pruebas y los desafíos que te esperan. El inframundo es un lugar lleno de sombras y criaturas oscuras. No te dejes llevar por la desesperación ni pierdas de vista tu objetivo.

Demeter: Entendido, Hécate. Haré todo lo posible para mantenerme firme y encontrar a Persefone, sin importar los obstáculos que se interpongan en nuestro camino.

Finalmente, después de atravesar los peligros y superar numerosas pruebas, Demeter y Hécate llegaron al corazón del inframundo, donde Hades gobernaba sobre los espíritus de los muertos.

Allí, encontraron a Persefone, pero para la sorpresa de Demeter, su hija parecía haber encontrado cierto consuelo y conexión con Hades.

Demeter: (acercándose a Persefone) ¡Persefone, mi amada hija! He venido a rescatarte y llevarte de vuelta a casa.

Persefone: (mirando a su madre) Madre, entiendo tus preocupaciones y aprecio tu amor incondicional. Pero también siento una conexión y una atracción hacia el inframundo y hacia Hades. Él me ofrece un reino propio y un poder que nunca había imaginado. Por favor, permíteme quedarme aquí y explorar lo que este lugar tiene para ofrecerme.

Demeter: (con tristeza y decepción) Persefone, me duele profundamente escuchar tus palabras. Si ese es tu deseo, no puedo obligarte a volver contra tu voluntad. Pero ten en cuenta que Hades es un dios sombrío y su reino está lleno de oscuridad y sufrimiento. No quiero que te hagas daño ni que te veas atrapada en un lugar tan inhóspito.

Persefone: Madre, entiendo tus preocupaciones y las valoro. Pero siento que tengo que tomar esta decisión por mí misma. Quiero descubrir quién soy y qué puedo lograr aquí, en el inframundo. Por favor, trata de comprender.

Demeter: (con rencor en su voz) Lo entiendo, Persefone. Pero no puedo evitar sentir rencor hacia Hades por haberte llevado lejos de mí. Aunque respeto tu derecho a elegir, no puedo evitar sentirme lastimada y enojada por esta separación.

Persefone: Madre, entiendo tus sentimientos y lamento profundamente el dolor que te causa. Por favor, trata de perdonar a Hades y aceptar mi elección. Prometo que siempre llevaré tu amor y tus enseñanzas conmigo, dondequiera que esté.

Demeter, aunque llena de rencor y dolor por la elección de su hija, se esforzó por encontrar la comprensión y la aceptación en su corazón.

Demeter: Persefone, mi querida hija, aunque sienta rencor hacia Hades, nunca dejaré de amarte. Si este es el camino que has elegido, te apoyaré en tus decisiones y estaré aquí para ti cuando me necesites.

A pesar de su conflicto interno, Demeter abrazó a Persefone una vez más, sintiendo la tristeza y la pérdida en su corazón. Reconoció que, como madre, debía dejar que su hija siguiera su propio camino, incluso si eso significaba una separación dolorosa.

Demeter: Persefone, recuerda siempre que mi amor por ti es eterno. Aunque nuestros caminos se separen, siempre estarás en mi corazón. Si alguna vez necesitas mi ayuda o protección, no dudes en llamarme.

Persefone: Gracias, madre, por tu amor y comprensión. Prometo que siempre te llevaré conmigo, incluso en el inframundo. Te amo, y siempre buscaré tu sabiduría y guía en mi vida.

Demeter: Y yo siempre estaré aquí para ti, mi querida hija. Que encuentres la felicidad y la plenitud en tus decisiones, y que siempre recuerdes el amor y el apoyo que te rodea.

El caminante del TártaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora