Will se despertó en una cama rudimentaria dentro de una cueva oscura. Al abrir los ojos, se encontró con la sorprendente vista de tres ciclopes charlando entre sí.
Cíclope 1: ¡Miren, ha despertado! ¿Cómo te encuentras, joven dios?
Will: (nervioso) ¿Quiénes son ustedes? ¿Me van a comer?
Cíclope 2: ¡Oh, no, no, joven dios! No somos como los ciclopes que has escuchado en los mitos. Somos los tres ciclopes originales, artesanos y constructores.
Cíclope 3: Así es. Estamos aquí para ayudarte, no para hacerte daño.
Will: (relajándose) Lo siento por la desconfianza. Ha sido un viaje largo y lleno de peligros. Estoy atrapado en el Tártaro, arrojado aquí por mi propio padre, Poseidón.
Cíclope 1: ¿El Tártaro? ¡Qué lugar tenebroso! ¿Qué te trae aquí, joven dios?
Will: Poseidón me tiene envidia y trató de deshacerse de mí. Pero me estiy intentando acostumbrar y mis poderes me estan ayudando mucho
Cíclope 2: ¡Vaya, eres un dios valiente! Cuéntanos más sobre tus experiencias en el Tártaro.
Will: Solo llevo un día pero he cazado a tres mounstruos y cuando los he matado me he quedado con su poder si eso es una experiencia..
Cíclope 3: ¡Increíble! Eres un dios verdaderamente formidable. Pero debes tener cuidado en este lugar peligroso. Los peligros y desafíos del Tártaro son innumerables.
Will: Lo entiendo. Pero siento que este lugar también puede ser mi hogar, mi reino. Estoy decidido a reclamar el dominio del Tártaro y gobernar aquí, poniendo fin a su oscuridad y convirtiéndolo en un lugar de redención.
Cíclope 1: Joven dios, te admiramos por tu valentía y determinación. Estaremos aquí para ayudarte en lo que necesites.
Cíclope 2: Siempre serás bienvenido en nuestra cueva. Te brindaremos refugio y protección.
Will: (agradecido) Gracias, buenos ciclopes. Vuestra amabilidad significa mucho para mí. Juntos, podemos desafiar las sombras del Tártaro y crear un futuro mejor.
Con la compañía y el apoyo inesperado de los ciclopes originales, Will se sintió más confiado y decidido que nunca. Sabía que el camino que le esperaba aún estaba lleno de peligros y desafíos, pero ahora contaba con aliados leales a su lado.
Mientras Will luchaba valientemente contra las Empusas, los ciclopes trabajaron diligentemente en secreto, utilizando su habilidad y conocimiento en la herrería divina para forjar una espada y una armadura especialmente diseñadas para él. Cada golpe de martillo resonaba en la cueva, llenando el aire con chispas de fuego divino.
Will, inmerso en la batalla, se centraba en esquivar los feroces ataques de las Empusas y contraatacar con su destreza y agilidad.
Will: ¡No podréis vencerme! Me enfrentaré a vosotras hasta el final y prevaleceré contra vuestra oscuridad.
Mientras tanto, los ciclopes compartían miradas de determinación y satisfacción mientras trabajaban en su proyecto.
Cíclope 1: ¡Will, nuestro trabajo está casi terminado! Pronto, tendrás una espada y una armadura hechas a medida para ti.
Cíclope 2: Es cierto. Hemos visto tu valentía en la batalla y sabemos que necesitas herramientas poderosas para enfrentar los desafíos del Tártaro.
Will: (asombrado) ¿De verdad? ¿Habéis hecho todo esto por mí?
Cíclope 3: Por supuesto, joven dios. Admiramos tu coraje y determinación. Queremos ayudarte en tu travesía y asegurarnos de que estés equipado para enfrentar cualquier peligro.
Con cada golpe del martillo y cada chispa ardiente, la espada y la armadura tomaban forma. Los ciclopes trabajaron con precisión y dedicación, infundiendo las armas con su propia esencia divina.
Cíclope 1: ¡Ya está! Aquí tienes una espada que es invulnerable, hecha de los materiales más resistentes que existen.
Will: (asombrado) ¡Es increíble! Agradezco vuestro esfuerzo y talento. Con esta espada, podré enfrentar cualquier desafío que se me presente.
Cíclope 2: Pero eso no es todo, Will. También hemos creado una armadura especialmente diseñada para ti. Tiene unas alas incrustadas en la parte trasera que te permitirán volar y moverte con agilidad en el Tártaro.
Will: (entusiasmado) ¡Eso es impresionante! Nunca pensé que tendría algo así. Esta armadura me brindará una ventaja táctica invaluable.
Will se puso la armadura y sostuvo la espada en sus manos. Podía sentir la energía divina que emanaba de ellas, llenándolo de determinación y confianza.
Will: No tengo palabras para expresar mi gratitud hacia vosotros, queridos ciclopes. Vuestra generosidad y habilidad son asombrosas. Estaré eternamente agradecido por lo que habéis hecho por mí.
Cíclope 3: No tienes que agradecernos, Will. Estamos orgullosos de poder ayudar a un dios tan valiente como tú. Sabemos que utilizarás estas armas para luchar por un propósito noble.
Will: (con gratitud) Gracias, queridos ciclopes. Con estas armas, enfrentaré los desafíos del Tártaro con una fuerza renovada. Estoy listo para continuar mi travesía y reclamar mi destino.
Con una sonrisa de satisfacción, los ciclopes observaron a Will mientras se alejaba, portando la espada y la armadura que habían creado con tanto cuidado y dedicación.
Cíclope 1: Nuestro trabajo aquí está hecho. Ahora, Will tiene las herramientas necesarias para triunfar en su lucha contra las fuerzas oscuras del Tártaro.
Cíclope 2: Esperemos que encuentre la redención y la victoria en su travesía. Nuestro destino está entrelazado con el suyo.
Los ciclopes se despidieron de Will y se sumergieron nuevamente en su trabajo. Estaban satisfechos al saber que habían contribuido a la causa de un dios valiente.
Mientras las Empusas estaban pasmadas y que no se esperaban que salieran los tres ciclopes principales y Will lo uso como una ventaja y las partió por la mitad con su nueva espada sintiendo el poder que crecía dentro suya.
Will, ahora equipado con la espada y la armadura forjadas por los ciclopes, se adentró en las profundidades del Tártaro con renovada determinación y confianza. Sabía que enfrentaría grandes desafíos en su camino, pero también sabía que contaba con herramientas poderosas para prevalecer contra las fuerzas de la oscuridad.
Así, Will continuó su travesía en el Tártaro, confiando en las armas que los ciclopes habían creado para él y llevando consigo la gratitud eterna por su generosidad y habilidad. Sabía que no estaba solo en su lucha, pues tenía el apoyo y la ayuda de los ciclopes en su búsqueda de redención y victoria y fue en un momento de su camino donde penso en quedarse con el Dominio del Tartaro y así ayudar a mounstruos como los ciclopes que estaban encerrados en este lugar y así rehacer el Tartaro mejor.
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El caminante del Tártaro
AcciónEn los abismos más profundos del Tártaro, un destino oscuro aguardaba a un ser divino como ningún otro. Will, un dios nacido con el don de la absorción, la lealtad, la traición y el engaño, fue abandonado sin piedad por su propio padre, Poseidón, di...