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Es mejor no discutir con minji, y lo sabes. pero algo estos días te hace dejar de pensar en ello. Tantas vacaciones seguidas, mucha comida y tu cuerpo parece estar hinchado, al menos eso crees.
"Uf, estoy tan aburrido, ¿podemos pedir algo?" - tirando el teléfono a un lado y suspirando, minji se recuesta en el sofá, y tú, recostada cómodamente boca abajo, te desplazas por el teléfono mientras la televisión se reproduce de fondo.
"Si quieres, no tengo mucha hambre", dices, tratando de pasar desapercibida. "Pero no tenías hambre ni durante el día ni durante el descanso, y en el desayuno solo tomabas café" - levanta una ceja y te toca la frente. "Oye" - frotando el área magullada, te levantas y la miras severamente a los ojos - "no fue solo café, sino café con gofres, y simplemente no tengo hambre en este momento" - un clic aterriza en su frente, y mientras ella te frunce el ceño. "oh, sí, esto cambia muchísimo el significado" - prolonga las palabras a propósito - "está bien, esperemos un poco más, quiero comer contigo" - comienza a acariciar tu cabeza, devolviendo tu atención a la televisión olvidada hace mucho tiempo.
"eres tan romántica" - otro sarcasmo, que no es nuevo, ella solo suspira y sigue mirando. - "pero en serio, es mejor no esperar, ya puedo escuchar tu estómago gritar en un intento de llegar a ti" ahora sus ojos están puestos en ti y estudiando tu rostro - "¿qué está pasando?" "¿de qué estás hablando?" "No hagas el ridículo, ¿te estás saltando la cena?" "Minji, escucha..."
ella te quita de encima y te toma por los hombros, "tu escucha, estoy cansada de vigilar a las miembros, ya tengo suficiente de esta preocupación. Espero que cuando llegue a ti nos sentemos tranquilamente y comamos juntas, pero de repente tengo una hija, entonces, ¿qué pasa? - la sensación de que tu madre te está regañando, entonces bajas la cabeza y murmuras - "¡Estoy un poco hinchada después de las vacaciones y decidí darme un día, solo uno!" - la miras con los ojos brillando por las lágrimas que se acercan y ella se derrite. -"deja de decir tonterías, todos nos hinchamos en algún momento, y eso es normal, debiste haberme preguntado y podríamos haber corrido juntos o hecho ejercicio" - "oh no, no necesito eso" – te ríes un pequeño y abrázala mientras ella te da palmaditas en la espalda. - "bueno, en serio, por favor dímelo ahora mismo, ¿vale?" - un asentimiento, y la habitación se sumerge en el silencio.
Después de un par de minutos, la pregunta queda flotando en el aire: "Bueno, ¿qué debemos pedir?" ¡Me voy a comer un pollo!
