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—Tu habitación es muy cálida.

Me estremecí al escuchar su voz tan cerca, aterrado me hice un ovillo en mi cama y me negué a mirarlo, aunque el temor había pasado un poco, aun persistía en mis ojos la visión del agua color sangre, acercándose a mí, el solo pensar en lo que hubiera ocurrido si me tocaba visiones horribles llenaban mi mente.

Espere a su siguiente movimiento, este llego rápido, el hundimiento de mi vieja cama, sentí su cabeza en mi espalda pero no me aleje, sentía que si hacía un movimiento brusco lo alertaría y quien sabe qué pasaría si eso pasaba.

El silencio se prolongó y recordé lo que me había dicho "No tengas miedo", él sabía lo que ocurriría, pero lo que debió hacer antes de eso fue decirme que pasaría o algo.

—Acepto.

Voltee a mirarlo, este se apartó y me permitió sentarme en mi cama, debió ver mi cara de interrogación porque continuo lentamente, como si temiera asustarme de nuevo.

—Nunca te respondí, dije que lo matare, aunque mas bien es algo que de todos modos tengo que hacer.

Quería saber mas sobre eso, no entendía nada, me sentía como si no fuera el mismo que anoche, ni siquiera me preguntaba lo relevante ¿Cómo había llegado ahí? ¿Qué tenia que ver? ¿Por qué Park ChanYeol? ¿Por qué tanta sangre...?

Continuo—Es mi misión. Necesito tu ayuda, tu estas mas relacionado de lo que te imaginas pero te lo diré luego ¿Sí?

—Si —dije de mala gana.

—Bueno, ahora ¿Puedo contarte algo?

Dije que sí con la cabeza, un poco inseguro, una sonrisa enorme me respondió y sus enormes colmillos me hicieron sacar una pequeña.

—Me gustas mucho, todo tú me gustas mucho. Tu voz es música, quiero oírla todo el tiempo, tus manos deberían ser besadas por mí, muero por besarte y el solo hecho de serás mío me emociona muchísimo.

El silencio que le siguió a eso no fue pesado, fue de sorpresa, de un poco de emoción. Nunca había recibido tal confesión, todo eso solo lo había leído en los libros de mi casa, robados por momentos, leyendo sobre romances entre princesas hermosas, Omegas mágicos y Alfas valientes capaces de hacer todo por su amor, nunca creí escuchar tales palabras recibidas hacia mí.

—Si, bueno —su cara era seriedad total—. Estás loco.

—¿Qué? Acaso no soy un buen partido —se señaló con sus pulgares como si fuera lo más obvio.

Lo mire de arriba abajo, como si me lo estuviera pensando, me sorprendía como podía cambiar mi estado de animo tan rápido, hace un momento estaba a punto de huir de él y ahora bromeábamos como si nada.

¿Así se sentiría tener amigos? Complicidad, que puedes cambiar de tema a tema y estaba bien, la conversación fluida, las bromas, emoción, curiosidad por la vida del otro... Maravilloso.

Y aun mas el que pudiera usar la palabra amigo cercana a Park ChanYeol, un demonio, tal vez por mi falta de visión del mundo o demasiada de libros que nunca creí que podría ser posible eso y a la vez tenia sentido que un chico como yo, raro, tuviera la amistad con un ser como el que tenia en frente, si lograba huir del pueblo estaría mas que encantado de tener amigos de todo tipo.

Y es que era el plan, si ChanYeol lograba matar al tal Ji-sub o incluso si no lo lograba, aprovecharía el escandalo para correr si hacia falta con lo que tuviera encima, viviría o moriría en el intento, allá afuera debía haber mas para mí, mi propia luz.

—No y dime ¿Cómo entraste a mi casa? Con tus habilidades de Demonio seguramente.

Abrió más grandes los ojos como si fuera eso posible—¿Sigues con miedo?

Reed moon | ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora