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Despertar con una persona a mi lado por primera vez le añadió diversión a mi mañana, el cuerpo cálido cerca de mí, que a pesar de que su temperatura corporal parecía alta, siempre tenía frio según sus palabras antes de apretujarnos en mi cama en la madrugada.

Estábamos desayunando, estaba seguro de que era demasiado tarde para eso pero el Demonio frente a mi parecía importarle menos que a mí, su apariencia aunque descuidada, no dejaba de verse maravillosamente hermosa, su cabello enmarañado solo daba ganas de calmarlo con caricias y sus ojos con ojeras rojizas solo le daban apariencia de muñeco, deseaba esa confianza de sentirse plenamente hermoso.

Sabía que no era feo pero como compararme con las demás personas ¿Qué es la belleza allá afuera? Podría ser algo más parecido como a ChanYeol, belleza exótica o podía ser algo más común como el cabello castaño y piel limpia como yo.

—Lamento no poder darte más comida —rompí el silencio.

—Está bien ¿Podemos ir al bosque? Comeré algo ahí.

Ahí no había nada más que piñas de pino, tierra y peces crudos del tamaño de la palma de mi mano pero no le quise arruinar la ilusión, además ¿Quién decía que podíamos salir y no terminar llamando la atención de alguien?

—Salir de nuevo... ¿No tentamos a la suerte?

—Nos servirá a los dos. Y te enseñare algo que me... Sorprendió escuchar antes ¿Sí?

—Está bien, deja lavarme y vamos.

Sacudió su mano en negativa—Nos bañaremos en el rio, no te preocupes. Vamos yendo.

Se levanto de un salto, parecía con prisa mientras se ponía sus zapatos y me empujaba hacia la puerta de mi habitación.

Pasamos por la puerta de atrás, esa que nos salvaría de la muerte y corrimos hacia el bosque, mi tutora había salido de casa muy temprano y volvería hasta la noche, no teníamos que preocuparnos por ser silenciosos al salir.

Apenas nos sentimos seguros entre los árboles, corrimos a paso constante pero permitiéndonos ver el paisaje, el sol estaba fuerte en el cielo, quemándonos la espalda, pero el viento corría refrescando nuestros pulmones y pronto nos permitimos parar en un claro a hablar tranquilamente de ayer, los dos de pie en el centro, mirando los arbustos llenos de vida, los pajarillos cantar y las hojas mecerse en su propia música me atreví a tararear mientras ChanYeol solo me veía.

—Nunca había visto una fiesta, fue genial —gire sobre mí mismo, como si pudiera escuchar la música de la naturaleza, me sentía inspirado.

—No has visto muchas cosas —parecía una afirmación más que una pregunta.

Pero eso yo sabía que debía ser así, era verdad.

—Es por eso que quiero mostrarte algo muy especial para mí.

Pare mi baile, las hojas se calmaron y lo vi a los ojos, aunque pronto esos pasaron de una forma redonda bonita a una apariencia de bestia. El pelaje rojizo, las orejas en punta, y lo que vi en el pecho, una mancha blanca, parecía más un zorro pero ahora sabía que no, ese hermoso ser vivo era un lobo.

—Esto es un lobo, mi lobo —la voz profunda de ChanYeol resonó en mi cabeza, así que su lobo era el que me llamaba cada vez.

—Es hermoso —aunque eso era poco para expresar tal cosa que sentía al ver a tremenda criatura, todo en ChanYeol era difícil de describir, todo suave, brillante, divino, hogar, esperanza y libertad.

El cambio de lobo a hombre fue otra cosa hermosa, no fue grotesco, fue como si las cosas fueran en cámara lenta aunque estaba seguro de que eso solo era porque mis ojos nunca podrían ver la velocidad real del cambio, piel, cabello rojo, acomodándose en los lugares correctos hasta que la mirada dorada de ChanYeol quedo completa.

Reed moon | ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora