La vida en pareja (LutaxX)

Capítulo 10 ( Narra Fran )

3 años después

Sabía que a Luzu le gustaba darme duro. Y yo no iba a negarme. Amaba cada uno de sus gráciles movimientos en la cama me deslumbraban.

Ya íbamos a hacer 3 años dentro de 2 semanas y me pareció bien hacerle un regalo decente. Mi regalo de los años anteriores no podían ni compararse con este regalo. Quería que disfrutara cada segundo y eso iba a hacer.

Me pasé la tarde de compras de un lado a otro, Alex y Rubén también me acompañaron ya que tenían que hacer unas compras muy parecidas a las mías. Rubén iba a celebrar su quinto aniversario con Mangel y mi idea le pareció bastante buena. Los ojos del pequeño Alex brillaban llenos de curiosidad. Él no tenía que comprar nada, simplemente quiso venir porque nunca había hecho este tipo de compras y sus ojitos de cachorrito cuando me lo pidió fueron demasiado adorables para negarme.

-          Este regalo les va a encantar –Carcajeaba Rubén.

-          Soy consciente de ello –Respondí, devolviéndole la sonrisa

-          Estais completamente chalados –Dijo Alex un poco abrumado por la cantidad de juguetes que había visto en tan pocas horas.

Salimos de las tiendas con una bolsa en cada mano. Alex se moría de vergüenza cuando la gente nos miraba por la calle y eso nos hacía reírnos de su cara rojita como un tomate.

Cuando llegué a casa Mi Chico no estaba así que le pedí a Rubén que me ayudara a esconder las cosas. Él mismo me ayudaría a prepararlas cuando llegase el momento.

Al cabo de un rato Luzu llegó a casa.

-          Hola bebé –Se acercó y me besó la frente.

-          Ya que contigo no sirve la labia –Reí haciendo referencia a la canción.

-          ¿Hoy estas muy juguetón? Ese brillito en tus ojos me indica que hoy has hecho algo malo que no quieres que sepa ¿me equivoco? –Me conoce demasiado

-          No –Contesté con tono inocente

-          Bueno, al menos dime con quién has pasado el día, no eres de los que hace travesuras solo –Sonrió   

-          He estado con Rubén y Alex

-          Que miedo me dais tú y tu sequito de monstruitos ¿Debería preocuparme?

-          Es una buena pregunta a la que todavía no puedo responder.

-          Bueno, te dejaré maquinando lo que tengas que maquinar en lo que me doy una ducha.

-          Te puedo acompañar –Le dediqué una sonrisa pícara

-          Si vienes tú sabes que no llegaremos ni a abrir el grifo.

-          Esa era mi idea

-          ¿Qué haré contigo pequeño pervertido?

-          Castigarme –Repliqué con un haciendo un puchero

-          Ya llegará la noche, no seas impaciente

Me besó los labios de la manera que tanto me gustaba, aunque tuve que añadirle intensidad, se le veía cansado pero es que no podía resistirme. Enrosqué mis brazos a su cuerpo y metí mis manos en sus cabellos alborotándolos. El cogió mis caderas con algo de fuerza y yo le respondí con un gemido. Fue bajando sus manos hasta mi trasero, que se empujó contra ellas en cuanto las sintió.

-          Eres un impaciente y eso me va a matar algún día –Sonrió

-          Tú también puedes ser muy impaciente a veces –Le repliqué.

Me dio otro piquito y se marchó al baño dejándome allí, de pié, sonrojado, caliente y con los labios hinchados.

 2 SEMANAS DESPUÉS

Luzu no estaba, Rubén y yo nos las habíamos apañado para sacar a Luzu y a Mangel de casa. Rubén me estuvo ayudando a colocar todos los preparativos. Me sentía como una gata en celo. Estaba en cuatro en la cama, con las manos atadas al cabecero, llevaba una correa en la boca con una bola roja que me impedía hablar, mi trasero llevaba un pequeño intruso, uno muy peculiar, no era un simple dildo, era rojo con una colita de zorrito al final. Por la cama se extendían un látigo y una fusta de cuero negros que con solo mirarlos se me ponían los pelos de punta. Rubén me observó desde la otra punta de la habitación pensativo y con los brazos cruzados.

-          Estas perfecto, le vas a encantar –Cogió un folio y lo dobló en dos escribiendo la frase de "Feliz aniversario". Lo depositó junto al látigo y la fusta, me dio una nalgada fuerte y yo gemí –Sí, realmente deseable – Me dio un tierno beso en la mejilla, se despidió y se fue.

Al cabo de unos pocos minutos la puerta volvió a abrirse y escuché un pequeño ruidito de asombro.

-          Dios mío Frankie –Le escuché susurrar

Sonreí para mis adentros. Él pasó junto a mi acariciando de manera sutil mi espalda provocándome un leve suspiro. Casi podía escucharlo sonreir.

-          Me encanta mi regalo. Intentaré disfrutarlo al máximo.

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Bueno chicas, "disfrutad al máximo" como diría Luzu este capítulo.

                            Atte.: Ada

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