Strawberry Cheese Pie (สตรอว์เบอร์รี่ชีสพาย) - traducción autorizada

Capítulo 10: Provocación número 3

Episodio 10 

Provocación número 3

Cheese Pie llegó a la tienda justo a tiempo para la cita. Pero, además, había otro problema con el niño que lo siguió.

En cuanto se fue el repartidor los dos se ayudaron mutuamente a llevar los productos a la parte trasera de la tienda.

—¿Dónde pongo esto?

—Ponlo en el congelador.

—¿Qué hay de esta bolsa, Phi?

—Pon esa aquí.

—¿Qué narices es esto rojo?

—Fresas deshidratadas.

—¿A qué hora llegarán tus amigos?

¡Guau! Maldito niño problemático ¿Por qué tantas preguntas? Siguió respondiendo a las preguntas de Blue hasta que dejó de hacerlo.

—¿A qué hora vendrán? —Al no obtener respuesta, siguió preguntando.

—Sobre las diez o las once. ¿A qué viene tantas preguntas? —resopló Cheese Pie. Estaba empezando a alterarse. La tienda se iba a abrir tarde y su seguidor estaba siendo caótico. Si no abría la tienda antes de las diez en punto, Bua Loi se estaría quejando hasta que se le adormecieran los oidos.

Fue bueno que hubiera llegado la mujer de la limpieza y empezara a limpiar la parte delantera de la tienda mientras él se apresuraba a prepararse para trabajar en la cocina.

—Te ayudo. —Blue se acerca para ayudar a recoger las cosas con tanta diligencia que el pequeño dueño se sorprendió.

Simplemente lo dejó hacer, porque ya era casi la hora de abrir la tienda y al cabo de pocos minutos, todo estaba preparado.

—Todo listo, listo. —Cheese Pie barrió su alrededor con la mirada y comprobó otra vez que todo estaba en orden. Miró la hora y descubrió que aún tenía tiempo de lavarse la cara. Había levantado peso con prisa y había sudado.

—Voy un momento a lavarme la cara —dijo a Blue y se dio la vuelta desapareciendo por la parte trasera de la tienda. Blue asintió con la cabeza antes de deambular para explorar la parte de atrás del mostrador.

Investigó hasta que estuvo satisfecho, se sentó y golpeteó con el dedo esperando al dueño de la tienda. De repente, sus ojos observaron diferentes telas de colores dobladas y colocadas como un arcoíris.

Se acercó a ellas. Extendió la mano para coger la pieza de arriba y desplegarla.

—¿Un delantal?— Blue sonrió, se puso de buen humor al pensar en los eventos de aquel día en la sala de hornear.

Una mano gruesa metió la mano en el bolsillo de ese delantal, ante la posibilidad de que hubiera un condón escondido.

—¿Qué haces?

La figura alta se asustó cuando una voz pequeña y aguda se oyó desde atrás.

—Esos delantales se han utilizado. Tengo que llevarlos a lavar, no lo toques, está sucio.

Blue miró por todo él, pero no pudo ver la suciedad que había dicho Cheese Pie.

—Oh, entonces ¿qué te vas a poner hoy, Phi?

—Hay más dentro —dijo el pequeño. antes de desaparecer de nuevo.

Así que Blue cogió ese delantal y lo volvió a colocar en su lugar original. Porque ya lo había revisado y no había condón. Entonces no era interesante.