Hera estaba furiosa, esta mañana Zeus sufrió un severo dolor de cabeza, tan grande que le pidió al titán Prometeo que le abriera la cabeza para que termine su dolor, Prometeo asi lo hizo y con un hacha le abrió la cabeza. De la cabeza de Zeus salió una hermosa mujer ya crecida y armada, Zeus se sintió orgulloso de la criatura que salió de su cabeza, sabía que era su hija y de la oceánide Metis, la llamó Atenea y la nombro diosa de la sabiduría y la guerra; los dioses presentes estaban impresionados por lo que acababan de presenciar y Hera furiosa y con envidia ¡¿como Zeus tenía una hija sin ella?!, entonces como venganza decidió embarazarse sin ayuda de un hombre.
Su gestación fue igual de cuando estuvo embarazada de sus demás hijos, Hebe y Ilitia la ayudaron y cuidaron hasta el día del nacimiento donde Ilitia la ayudo en el parto, cuando tuvo al bebé el brazos Hera se horrorizó, era el bebé más feo que ha visto era peludo y con un cabello tan rojo como el fuego, su desagrado fue tan grande que tan pronto como se sintió mejor arrojo al niño del olimpo, ¡ella quería un hijo mejor que Atenea y consiguió lo contrario! Estaba decepcionada, sin embargo después de darse cuenta de lo que hizo reconoció que hizo mal y se arrepentía sin embargo no podía hacer nada y su orgullo no le permitiría mostrar arrepentimiento frente a nadie.
El tiempo pasó y un día una figura robusta, de piel oscura pelo rojo como el fuego y cojo de una pierna llego al olimpo cargando un hermoso tronó de oro decorado con diamantes, ese era el hijo que Hera arrojo del olimpo que fue rescatado de la muerte por la nereida Tetis y la oceánide Eurínome que lo llamaron Hefesto, ambas ninfas lo criaron y él dios aprendío el arte de la forja y la herrería; Hefesto ya teniendo cierta edad regreso al olimpo y le ofreció a su madre el hermoso tronó que traía consigo. Hera vio el tronó y quedó fascinada por el, aun con algo de duda se sentó en el tronó pero en ese momento cadenas de oro no la dejaron levantarse.
Dioses como Ares, Iris, Atenea, Prometeo, Enío, Deméter y Zeus intentaron liberarla sin embargo todos esos esfuerzos fueron en vano, Hefesto declaró entonces frente a todos los dioses que sólo liberaría a Hera si le pedía perdón y lo reconocía como un dios olímpico, Hera con verdadero arrepentimiento le pidió perdón a su hijo y le dio su legítimo lugar entre los dioses, ante esto Hefesto por fin la libero. Hera como compensación por todo lo que le hizo le ofreció lo que él deseara, entonces Hefesto habló.
— Quiero la mano de Afrodita—dijo, dejando a todos los presentes sorprendidos, más a la diosa del amor.
— ¿Afrodita?—pregunto Hera, Hefesto asintió.
— Si eso es lo que quieres, por supuesto—dijo Zeus, él notaba que Afrodita era muy deseada por varios dioses y no quería que terminaran peleándose por ella, ya estaba considerando casarla con alguien mejor aprovechaba si Hefesto pedía casarse con ella.
No cabe decir que ese mismo día Afrodita y Hefesto se casaron en una ceremonia dirigida por Hera, que mal que su matrimonio no durará...
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Hera One-Shots
AléatoireMini historias de Hera, diosa del matrimonio y reina de los dioses, que aún con las miles de infidelidades de su marido se vengo. Estaba pensando y se me ocurrió escribir esto. • Primera Obra. • Mitología Griega. • Posibles errores ortográficos. • N...