El Principio

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Hera, conocida como la diosa griega del matrimonio, patrona de las mujeres casadas, reina de los dioses y el cielo, fue la tercera hija de los titanes Cronos y Rea, y por lo tanto la tercera en ser comida por su Papá, pues Gea la madre tierra profetizó que uno de sus hijos lo iba derrocar al igual que hizo Cronos con su padre el dios Urano, Cronos obsesionado en querer mantener su poder se comía a todos sus hijos tan pronto como nacían.

Hera permaneció en el estómago de Cronos junto con el resto de sus hermanos, Hestia, Deméter, Hades y Poseidon durante un muy largo tiempo, hasta que un día salieron del estómago de Cronos cuando este los vomito en el orden inverso al que nacieron, siendo Hera la tercera en ser vomitada, Cronos los había vomitado gracias a su hermano menor Zeus, que fue salvado por su madre Rea engañando a Cronos dándole una roca envuelta en un pañal en vez de él, Rea lo crío en una cueva para ocultarlo de Cronos, y Zeus siendo ya un adulto y sabiendo lo que le sucedió a sus hermanos decidió salvarlos y con una pócima que le dio la oceánide Metis, logró su cometido.

Ante esto, comenzó la Titanomaquia, la guerra por el poder entre dioses y titanes, Hera no participó en el enfrentamiento, ya que por ser la más joven entre sus hermanas mujeres su madre Rea no quiso que se expusiera y la mandó con sus tíos, los titanes que en ese entonces gobernaban los mares, Océano y Thetys durante el transcurso del combate. Hera fue criada con bastante cariño por ambos titanes en su palacio, pasando días bastante felices con sus tíos y entablando amistad con algunas oceánides y nereidas que eran de su agrado, así estuvo durante 10 años, cuando la Titanomaquia terminó, Hera se instalo en una de las mansiones del olimpo, visitando de vez en cuando a sus tíos.

Hera fue dotada de una gran belleza, siendo una de las diosas más hermosas, esto mismo atrajo la atención de quien la saco del estómago de su padre, su hermano Zeus. Zeus siempre le pedía a Hera que fuera su esposa y Hera siempre lo rechazaba, ella lo reconocía Zeus era muy apuesto sin embargo él tenía demasiadas aventuras, ella podía nombrar algunas como la oceánide Metis, la titánide de la justicia Temis, la titánide de la memoria Mnemósine, la oceánide Eurínome, e incluso su hermana Deméter diosa de la agricultura, y no quería estar casada con alguien que cuando quería se acostaba con cualquiera.

Sin embargo Zeus no se rindió aún con la negativa de Hera que lo rechazo más de 300 veces (o más), en un último intento del dios del rayo hizo una enorme lluvia y se transformó en un cuco mojado y temblando de frío, Hera vio al pobre pájaro y sintiendo ternura y compasión sin saber que se trataba de Zeus, lo cuidó y lo puso cerca de su pecho para darle calor, en ese momento Zeus volvió a su forma original y la violo, Hera muy avergonzada por lo hecho no tuvo otra opción que aceptar casarse con él. Su boda fue una enorme celebración, las musas cantaron, todos los dioses asistieron y Afrodita, diosa del amor y la belleza vistió a Hera con los vestidos y joyas más finas asiendola ver aun más hermosa.

Los dioses y titanes (que no participaron en la Titanomaquia) que asistieron a la boda le trajeron regalos, uno de los favoritos de Hera fue el de su abuela Gea, que le regalo un árbol de manzanas de oro. Hera se convirtió en la reina del olimpo y durante ese tiempo fue feliz junto a su marido durante 300 años, se hizo amiga de Iris, diosa del arcoíris y mensajera de los dioses que estuvo del lado de los dioses en la Titanomaquia; con Zeus tuvo varios hijos, Ares dios de la guerra y su lado más sangriento y violento, Enío diosa de la destrucción y la sangre caida, Ilitia diosa de los partos, y la más joven Hebe diosa de la juventud. Todo hubiera sido igual de feliz hasta que pasó...

— ¡¿Que?! ¡¿Estas seguro de lo que dices?!—grito la reina de los dioses, ante lo que Helios, titán del sol le acaba de decir.

— Si, vi a tu marido Zeus con esa ninfa—le dijo seguro.

Hera no confiaba del todo en las palabras de Helios, pues entre los dioses él era conocido como un chismoso y no sabía si decía la verdad o sólo estaba diciendo eso para tener un buen chisme, por lo tanto hizo que alguien de su confianza fuera a investigar, Iris. La mando a que siguiera a Zeus y le dijera si era verdad de que se estaba juntando con ninfas, llegó la tarde e Iris llegó con una expresión que Hera no podía describir bien.

— Iris dime lo que viste, dime—le pidió.

— Mi señora...perdón por lo que diré pero...si su marido estaba con esa ninfa abrazándose y besándose, ¡Porfavor perdóneme!—dijo nerviosa.

— Iris retirate—ordenó Hera, tenía la cabeza cabizbaja y los puños apretados, Iris quería decir algo pero se quedó callada y se retiro.

Hera callo de rodillas al suelo lágrimas caían de sus grises ojos, tenía una expresión de enojo mezclado con tristeza, dio un enorme grito que hizo temblar el olimpo, golpeo grito y maldijo, sabía que tarde o temprano Zeus la engañaria, quiso creer que ya no pasaría, sin embargo lo hizo, luego de descargar su tristeza solo tenía una cosa en mente: venganza.

Hera One-Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora