III

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Solo un paso más...

Cypriam.

Tenia miles de sentimientos inexplicables porque hoy vería a la roja. Esa hermosa mujer que he estado esperando desde el siglo I. Ha sido agotador, desesperante y agonizante esperar por ella. Pero sé que lo valía; Annora valía estos cuatros siglos que esperé e inclusive, valía toda la vida.

Era inexplicable el amor que mi alma desbordaba por dentro sin conocerla. Claramente la había visto y escuchado pero jamás he hablado con ella, jamás me ha visto a mí...

La he extraño tantas veces, tantos días, tantos meses, años y décadas, solo quería tenerla en mi brazos.

__Señor ahí viene__ dijo Edme sacándome de mis pensamientos, haciendo que toda mi atención se dirigiera a la hermosa pelirroja que entraba con vestidos ordinarios y rígidos, se veía inefable.


La velada sería a las afuera del palacio. Ahora me siento mal por no avisarle a Euphemia de que haría frío.

Fuera de eso, yo solo la admiraba, esta era la mujer que escribiría un sempiterno en mi vida. Ella daría un principio a la aventura pero jamás habría un final; no con ella. Iba a hacer lo posible para que se enamorara de mí; 《tan perdida de amor como yo lo estoy de ella》. Annora era reluciente; perfecta en su máximo esplendor.

Era alta; pero perfecta para mí.
Su piel era tan blanca que se le marcaban rojos con un simple tacto. Su cabello era tan rojo y abundante que perdería la vida admirandolo con exactitud. Sus pequeños y almendrados ojos de color oliva, que con destellos de luz lucían un poco mieles. Tendría a la mujer más hermosa.

__Señor, disculpe__ Volvió hablar Edme.
__ No, Discúlpame a mi__ dije un poco nostálgico por mis pensamientos.

__Está listo?__ dijo y yo asentí.
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Annora.

Aunque sentía relucir mi verdadera personalidad con este atuendo, justo ahora me arrepentía gracias a las brisas tan fuertes que habían en este lugar, pensé que el baile o lo que sea sea esto sería dentro del palacio, pero no.

Euphemia se veía algo ansiosa aunque ella tratara de disimularlo se notaba a leguas.

__Ven, es hora de que lo conozcas__ ¿conocer? Dije formulando un mojin en mi cara.
__Si, vamos__ ¿ir a donde? Dije un tanto confundida
__¡oh!, vamos, que curiosa eres__ está bien -dije- tomando su mano.

En tres minutos ya nos encontrábamos adentro del palacio, en parte se lo agradecía; sufriría de hipotermia si me quedaba un segundo más afuera.

__Adiós__ dijo Euphemia sacándome de mis pensamientos.

__¿Qué?, ¿a donde vas?__ pregunté pero no respondió.

Fue allí cuando vi al Rubio acercarse con una sonrisa pícara.
__él te espera en las escaleras del ala Norte__ dijo

Fue allí cuando recordé las reglas, no podía estar por el pasillo después de las 10 p.m porque era la hora en la que el rey salía, mucho menos podría estar en el ala Norte digamos que era su "zona"

__n-no, no puedo__ solté en tartamudeo que sonó como un susurro, pero lo suficientemente audible.

Ellos me miraron con confusión.

Siempre había sido yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora