VI/ Un paraíso

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Su corazón era tan noble que es inexplicable el cariño y la felicidad que transmitía día tras día, sabía que la quería para mi vida, iba a hacer lo posible para que se quedara e igual si el destino me la arrebataba  podré contar que los angeles verdaderamente están sobre la tierra e incluso podré decir que uno miraba a los ojos cada vez que le hablaba.

Cypriam

_Estamos en el paraíso mi pequeña_ respondí sin apartar mis ojos de los suyos.

Tener a Annora tan cerca de mi me hacia sentir vivo y con gracia, ella no sabia de lo que me había salvado. Decir cuanto la amaba se me era imposible porque mi amor hacia ella sobreabundaba todo lo existible en el mundo. Ella era la vida mía.

_Estas en un lugar donde estarás a salvó por toda la eternidad_ proseguí

Ojala ella decida quedarse...

_Todo está en tus manos mi reina_ pensé

Annora me miraba con un rostro confundido con pequeños destellos de rabia en su mirada. Pero no decía nada, ella tenía planeado ganar la competencia de "quien pestañee primero pierde", su mirada era fría y dura. Sus ojos empezaban a enrojecerse y no pude evitar sentir ternura; pestañeé para dejarla ganar, lo haría por mil años más.

Annora sonríe victoriosa y por fin habla:

_Muy lindo el paraíso eh_ dice con un tono triunfador y guiñando un ojo
_pero el paraíso también agota, si no te importa preferiría estar en mi habitación, no soporto más este vestido_ dice con un mojin

No pude evitar sonreír ante sus palabras argumentadas, por mas que la roja quisiese sonar brusca y ruda jamas lo iba a lograr

_Necesito que me lleves a mi habitación_ agrega con un tono firme

_Por favor señor_ dijo llamando completamente mi atención

Señor... Mi amor...

No me opuse, estuve mas que complacido de acompañarla.

Cuando íbamos todos en el castillo nos veían con cara de sorpresa, yo nunca había actuado como un ama de llave con nadie y no es que fuera malo con mis residentes, pero era el jefe y tenia que poner un poco de carácter, cosa que con Annora se me era imposible.

Íbamos llegando a su habitación, caminando entre los pasillos del ala norte del castillo. _sí, su habitación se encontraba en un lugar prohibido_ no se cómo aún no se daba cuenta y que por su mismo pasillo recidia mi habitación, de alguna forma necesitaba sentirla cerca.

_Bienvenida nuevamente a tu recamara Annora_ Dije con tono melancólico, abriendole la puerta de su habitacion haciendola pasar y a su vez despidiendome.

Ella me miraba un tanto confundida

¿Por qué?

_Espero allas disfrutado de la velada de hoy roja, debes de estar cansada; si necesitas algo solo debes tocar la campanilla que está al lado de tu cama. Dulces sueños Annora_ dije soltando su mano para poder irme, cuando ella la sostiene más fuerte y yo solo volteo encarando su acción.

-Te necesito a ti- dijo en un pequeño susurro pero lo suficientemente audible.

Te necesito a ti...

No pude responder nada, me quedé mudo. Pensando es que esto totalmente era un sueño.

-ehm... Este lugar es muy grande y oscuro, me da miedo dormir sola- dijo pareciendo una pequeña niña desamparada

Me quedé perplejo viéndola. Esto no podía ser real; era un sueño para mí verla dormir, cuidar de sus sueños. Era tan fantasioso... ¿pero que más?: es lo que somos.

-Si no puedes o no te agrada, tranquilo... S-solo decía - dijo temblorosa con un tanto de miedo en mi respuesta.

Caí en cuenta que no le había respondido absolutamente nada.

Mediocre

_Claro que me quedaré roja, tendrás todo lo que necesites y si es a mí, cuidaré de ti cada noche si así lo deseas_ dije sonando tan enamorado como se es posible.

Ella me miró con ese gesto confundido que para mí ya se estaba volviendo muy familiar; parecía que nunca entendiese nada de lo que dijera.
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Annora

No sé siquiera porque lo invité a quedarse en mi habitación.

¿Que pensará Euphemia? O los demás habitantes del castillo...

-Nadie nos ha visto- habló él, interrumpiendo mis pensamientos por completos.

Sabía que está vez no habia pensado en voz alta, ¿Como era posible?

-Tranquila Annora, descubrirás todo poco a poco- volvió hablar haciéndome quedar más confundida de lo que estaba.

¿En serio?

-Ya vamos a dormir que está tarde- dijo acostándose en su sofá que estaba al lado de mi gran cama

Ohh... No dormirá conmigo...
¿Y que pensaba yo?

Asentí con la cabeza y me dirigí a la cama pero recordé que ni en mil años podría dormir con fierro de este vestido.

Me dirigí al armario a buscar una bata de dormir y así ir al baño para darme un corto baño y alistarme para dormir.

>>>> 10min más tarde
 
Cypriam

¡Maldición!- escucho gritar en el baño de la recamara a la roja, lo que hace que mis nervios se activen enseguida.

Me levanto rápidamente y me dirijo a la puerta del baño para tocar

_¿Todo bien?_ preguntó preocupado

-ehm, s-si- dije insegura
-bueno, en realidad no- dije con un largo suspiro

_¿Te ha pasado algo?_ digo temeroso de su respuesta

_Mi cabello se ha quedado estancado en el broche de atrás del vestido, creo que lo tendré que cortar_ dice tan triste como si fuese a perder un dedo

_ohh_ digo soltando un risita

¡Oye! Se escucha un gruñido al otro lado de la puerta

_¿Quieres que llame a Euphemia?_ dije ya un poco más formal

_¡Noo!, no por favor. No la quisiera despertar para que venga a ayudarme_

_¿Quieres que yo te ayude?_ dije con un tono de picardía, sabiendo que ella se negaría por completo.

_¡Por favor si!_ dijo para mí sorpresa.
_Pero cierra los ojos_ dijo esto avergonzada a lo que yo le respondía que entonces se me iba a hacer imposible ayudarla.

Gruñó para si misma, pero sin embargo la escuché.

_Pasa por favor_

El paraíso

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⏰ Última actualización: Jan 05 ⏰

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