IV. «Antes de»/ Soy hija y soy vida.

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Las penumbres noches de un principio fueron más claras que un arcoiris cayendo al Olimpo.

Adara

Tras un himno introductorio a manera de proemío en el que cantan a las musas, comienza la teogonía propiamente. «En el primer lugar existió el caos» primera de las entidades primordiales, y luego surgieron «Gea la de amplio pecho», «el tenebroso tártaro» y «Eros el más hermoso entre los dioses inmortales» aunque frecuentemente se ASUME que sea tártaro y Eros descienden de Caos, esto no se corresponde ni está implicado en el texto de Hesíodo, que los presenta como realidades primarias como Caos que llegaron a la existencia independientemente. Como Gea, caos forma posteriormente una familia propia a partir de dos descendientes que sí nacen de ella.

Caos, Χάος, significa "vacío que ocupa un hueco", y procede del verbo χαίνω, "abrirse de par en par", es el estado primitivo de existencia del que surgieron los primeros dioses. Él es el primer dios en surgir en la emergencia del universo.

La familia de Caos[]

De Caos nacieron posteriormente (la oscuridad) y (la noche).​Nix concibió con su hermano Érebo a (luminosidad) y (el día), para lo cual Hesíodo cambió el género gramatical de Érebo de neutro a masculino.​Nix es mucho más importante que su hermano porque, además de los dos hijos que tuvo con él, es la fundadora de la rama principal de la familia de Caos, al generar una serie de hijos por sí misma, en su mayoría personificaciones de las fuerzas oscuras, destructivas y negativas:​ (Destino), (Perdición), (Muerte), (Sueño), (Vejez), (Dolor), (Engaño), (Venganza), (Discordia), (Amistad, Ternura), (Burla), las (Hijas de la Tarde), los (los Sueños), las (Espíritus de la destrucción y muerte) y las (Hados), correspondiéndose estas dos últimas con Ker y Moros respectivamente.​

Gea era una divinidad primitiva ctónica griega, madre de toda la creación, cuyo nombre se encuentra ya en el alfabeto micénico Lineal B. Símbolo de la fecundidad y protectora originaria del Oráculo de Delfos, existieron diversas imágenes de culto de la diosa, ricamente vestida y tocada con diadema.

La familia de Gea[]

De Gea surgió el «estrellado », el cielo. En una simetría típica de las cosmologías griegas, el cielo es un igual respecto a la tierra y tiene «sus mismas proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así sede siempre segura para los felices dioses»; en la Ilíada y la Odisea es llamado «bronce» y «hierro» respectivamente, y parece representar un techo sólido, plano y paralelo a la tierra. También surgieron de Gea los (las montañas, morada de las ) y , el mar, «sin mediar el grato comercio». Con el nacimiento del mar finalizan las «concepciones inmaculadas» de los hijos de Gea, la tierra; quizás su estatus «primordial» impedía que pudieran nacer de una relación sexual.​Si la línea genealógica de Caos (a través de Nix) produjo toda una serie de fuerzas negativas o dañinas, Gea fue la progenitora de todo lo positivo y sustancial en el mundo: las características físicas del universo, las deidades que presidían distintos aspectos de la naturaleza y todos los grandes dioses y diosas. Gea fundó dos familias con sus dos hijos, la mayor a partir de su unión con Urano y una menor con Pontos, constituida básicamente por divinidades marinas, ninfas y seres de naturaleza monstruosa o grotesca que fueron posteriormente desplazadas por las deidades del orden olímpico.

En la mitología griega, el tártaro era el lugar más bajo del universo, por debajo del Inframundo pero separado de él. Como mejor se conoce el tártaro es gracias a la Teogonía de Hesíodo, donde es uno de los primeros seres en existir en el universo además del lugar donde se encierra a los monstruos, los titanes.

Eros (Cupido entre los romanos), que simboliza el deseo sensual, es el dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad.

Segunda generación de deidades primordiales[]

La unión de Gea y Urano, de la tierra y el cielo, es un motivo mitológico muy común, en el que la relación sexual es una metáfora de la naturaleza como producto de dicha unión. De ella nacieron los , que pese a ser conocidos como un colectivo, son un grupo mezclado, solo unos pocos de los cuales realmente adecuados para una cosmogonía, y Hesíodo tomó varios de ellos de otros contextos.

Sí, de aquí viene mi historia, aunque no recibo crédito en ninguno de los anteriores párrafos y que mi nombre no se menciona en ninguna línea dicha anteriormente vengo de cada uno de ellos. Soy hija y soy vida, de las primeras entidades o deidades de Grecia. Fui un milagro divino, un deseo cósmico, algo que tenía que existir porque así estaba escrito; porque para mí ya existía tal manual de vida. Porque yo existía antes de que empezasen los siglos, porque cuando viví por primera vez aún no existía el primer día. Porque existí antes que mis padres; Caos Gea Tártaro y Eros. Porque yo soy madre de ellos. Porque yo soy más líquida y abundante que Urano. Porque la magnitud en mí es más grande que Gea. Porque puedo controlar el tiempo y he vivido más que cronos. Porque en mí se halla más profundidad y oscuridad que tártaro. Yo Adara siempre he sido el principio y seré un final oculto.

[La nada]

Van vacío como el corazón de Caos. Tan frío como las profundidades del océano, de ésto se trataba mi existir. No había nada, no existía nadie. Solo estaba yo, pero sabía en el futuro quienes serían mis Padres y como es que yo vendría al mundo.

Pasó tanto espacio/tiempo estando en la nada para que empezase el primer día. Y por fin llegó, no se cuantos años luz transcurso hasta poder llegar. Porque de mi dependía billones y billones de generaciones. Porque mi respirar anunciaba la cercanía de un principio. Y ya tenía 1.460 años,«4 siglos», sí es una cifra enorme. Pero mi apariencia permanecía de 20.
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Día uno en la vida 1/1/1
Por fin...

Surgieron del universo seres completamente magníficos llenos de grandeza, gloria y orgullo. Todo conjunto a una maravilla e inigualable y ahí estaban mis padres.

Las primeras entidades de Grecia o deidades. Hay tantas historias malditas una de ellas es que las primeras entidades fueron; cronos, Urano y Gea. Aunque si fueron de los principales personajes que fundaron este maravilloso mundo no fueron los primeros y tampoco los primeros lo fueron, porque antes estaba yo.

La historia y las generaciones de las deidades ya la conocemos, pasó tanto tiempo para que el mundo se diera a conocer tal y como yo lo esperaba.
Pasa que por fin pasó, hasta que por fin surgió la humanidad. Aunque todavía faltaba mucho para que se desarrollasen esta admirada.

Los humanos siempre se iban a destacar entre los dioses y no los dioses entre los humanos. Porque aunque no poseían poderes o atributos eternos, ellos eran espléndidos, aunque al principio comenzaron siendo un desastre.

Empezó la vida de alguno seres completamente extraños, con formas realmente irregulares. Pero sabía que todo era un proceso. Que esto tenía que acontecer para la evolución futura.

Seres primitivos, totalmente analfabetos, incrédulos en si mismos, tercos, asociales y testarudos. Pero con una fuerza enormemente desarrollada «aunque ellos no conocían de aquello». Eran horrendos, intimidaban con su apariencia, terroríficos; bestias en su totalidad.

Sabía todo lo que se venía ya habia vivido en el futuro, no podía alterar nada. La evolución ya estaba marcada en cada ADN que mi respiración fuera soltando para la vida de seres.

La evolución del género humano desde los primeros ancestros humanoides, esa historia comienza cuando nuestros primeros antepasados de la familia de los homínidos empezaron a separarse del resto de los primates. A partir de allí, empezaron a aparecer diferentes especies como los australopitecos, los homo habilis y el homo erectus, etc.

La historia ya te la sabes.

Cada vez eran diferentes, desarrollaban más habilidades y sus facciones se volvían semejante a la del humano simple.

Transcurrieron al menos unos 7 millones de años.

Ahora tenía 8.460.000 años. Mi apariencia seguía de 20.

El mundo ha empezado a cambiar y yo con el
...

Siempre había sido yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora