Capitulo Seis

78 5 0
                                    

。*⁠✧⁠「 Maximiliano  」✧⁠*  。

Cuando salí de la habitación de la chica respire profundo y subí las escaleras en silencio mientras pensaba en algunas cosas, aunque la había secuestrado no la quería dejar sin comer o sin bañarse, fui a la cocina para encontrarme con Amelia, la abrace cerrando mis ojos un poco cansado, con ella me sentia muy relajado y tranquilo.

— Maximiliano...¿Porque secuestraste a esa pobre chica? Me dijiste que no ibas a secuestrar a nadie, además esa chica se veía tan inocente.

dijo la mujer dejando de abrazarme y mirándome a los ojos, sabía que a Amelia no le gustaba que secuestre gente ni que las mate pero a veces era muy necesario y secuestrarla a ella era demaciado necesario, suspire y le mire a los ojos alejándome de ella, me senté en la encimera agarrando una banana que había en el canasto, la pele y la empecé a comer.

— Era necesario, quería hablar con ella y arreglar unas cosas...es la chica que escribe una historia sobre mi, la que te conté ¿te acuerdas? Y además no la voy a tratar mal, le voy a dar de comer, la dejaré ir al baño cuando quiera y demás, no te preocupes, todo estara bien

— Está bien...voy a confiar en ti...aunque no me gusta la idea pero bueno, no puedo hacer nada, ya lo hiciste y no ahí vuelta atrás. — Suspiro mirándome y se cruzo de brazos. — ¿que es lo que me vas a pedirle?

— Gracias por confiar en mi Amelia aunque no te guste la idea. — Reí levemente y me puse de pie para abrazarla. — Te quería pedir que cuando hagas la cena que hagas un plato más para ella, si come y demás.

— Esta bien, me haré un plato a ella también, ahora ve a hacer tus cosas que tengo que lavar la cocina y no quiero molestias.

La mire haciéndome el ofendido y ríe levemente para darle un beso en la frente, salí de la cocina directo a las escaleras, las subí y entre a mi habitación viendo como las mascotas de Luz jugaban con mi leopardo, Ares y como el se dejaba, reír levemente mientras me sentaba en la cama, cargue a su perrita y la mira en silencio.

— Tu debes ser Atenea...eres muy linda y veo que te callo bien Ares, ahora en adelante serán como hermanastros ¿y los otros dos deben ser tus hermanos no?.

Sonreí hablando con la perrita mientras ella movía su pequeña colita e intentaba lamber mi cara, la acerque a mi mejilla dejando que me lambie y reí levemente, la puse en la cama para después ponerme de pie, camina a su escritorio mientras me sentaba en la silla, respire profundo y empecé a hacer cosas en silencio sin dejar de pensar en la chica de ojos verdes.

Cuando pasaron unas dos horas se hicieron la hora de la cena, cuando escuché la voz de Amelia me puse de pie, salí de la habitación para después bajar las escaleras, entre a la cocina y agarre la bandeja con la comida de Luz.

— Iré a llevarle la cena a Luz y después vendré a comer, si quieres empieza a comer tu primera Amelia, no me tienes porque esperar, no te preocupes

Sonreí levemente y baje al sótano en silencio, abrí la puerta de la habitación, cuando entre la cerré con el pie mientras debajo la bandeja de comida en el escritorio, gire mi cabeza para verla, al ver que estaba durmiendo fruncí el seño, fui hacia ella mientras ponía mis manos en los bolsillos del pantalón, lo único en lo que pude pensar es que se veía tierna, pero tenía que despertarla porque tenía que cenar, mire toda la habitación buscado algo con que despertarla.

Escribe para Mí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora