Capitulo Dieciséis

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。*⁠✧⁠「Maximiliano 」✧⁠*  。

Cuando sali de la habitación de Luz fui a la mía dónde estaba sus mascotas con Ares, al entrar a la habitación sonreí al ver a las mascotas de Luz jugar con Ares mientras que el los miraba.

— Atenea, Moon y Iris, vamos con su mamá, las está esperando para verlos

Reír levemente al ver cómo rápidamente los tres animales vinieron hacia mi saltando, salí de la habitación mientras me seguían, al llegar a la habitación de Luz abre la puerta para que las mascotas entren con ella.
Al ver la reacción de Luz sentí algo en mi corazón, su reacción era como el de una niña de cuatro años cuando le das una bolsa llena de dulces o gomitas...se veía tan linda y tierna que lo pude evitar sonreír aunque no quería.

— ¡Mis bebés! — Exclamó Luz mientras sonreía emocionada bajando a su cama abrazando a sus mascotas callendo algunas lágrimas de felicidad que recorrian sus lindas mejillas. — Los extrañe tanto mis niños, me hicieron mucha falta.

Me acerque a ella para después sentarme a su lado viendo como abrazaba a sus mascotas y las acariciaba mientras se le caían las lágrimas.

— Estube cuidando tus mascotas todo estos días que tú haz estado aquí conmigo, son muy lindos y cariñosos. — Dije mientras la miraba a los ojos...joder, soy capaz de perderme en esos ojos hermosos,me tienen loco.

— Muchas gracias Maximiliano, me hace muy feliz saber que estaban en buenas manos y que no estaban en mi casa solos. — Sollozo Luz mientras se secaba las lágrimas sonriendo levemente mientras me miraba.

— No es nada Harry Potter. — Dije en un tono burlón viendo como ella hacia un puchero.

— Yo no soy Harry Potter...poste de luz. — Hablo luz mientras me miraba con un puchero.

— Bien, Bien, como tu digas, bueno, yo me tengo que ir, tengo que hacer algunas cosas del trabajo, tu quédate aquí con tus mascotas. — Mencioné poniéndome de pie mientras la miraba a los ojos.

— Claro que si...suerte en tu trabajo Maximiliano. — Dijo Luz mientras me miraba a los ojos con su dulce y tierna sonrisa.

Me despide de ella con la mano y salí de la habitación cerrando la puerta, entre a la mía para después agarrar un traje de color negro, me lo puse sin dejar de pensar en esos preciosos ojos y en su linda sonrisa, quería dejar de pensar en ella pero era imposible, no puedo sacar a esa chica de mi maldita cabeza...espero que no me interrumpa en el trabajo...tengo que estar concentrado, no puedo pensar en ella.

Después de unos dos horas estaba tapando mi cara con mis manos estresado...era imposible pensar en otra cosa que no sea Luz...¿Me estoy enamorando de ella? No... imposible, no me puedo enamorar de ella...¿O si? No lo sé pero quería dejar de pensar y enfocarme en mi trabajo.
Saque mis manos de mi cara para suspirar, seguí trabajando en mi computadora intentando poner mi mente en blanco para no pensar en la castaña pero era imposible, su sonrisa aparecía en mi mente... también su risa dulce, joder.
Me puse de pie en silencio y agarra una caja de cigarros que tenía en mi escritorio, me acerque al gran sofá que tenía en mi oficina y me senté para después sacar un cigarro, lo prendí, me lo metí en la boca y empecé a dar los primeros bocados, necesitaba calmarme un poco por lo menos...cerre mis ojos pero al instante una voz ruidosa y molesta interrumpió mi paz...era Matthew...

— ¡Hola, Bro! ¿cómo está mi mejor amigo? — Exclamó Matthew sonriendo mientras se sentaba a mi lado.

Abri mis ojos y lo mire con seriedad, siempre venía a molestar cuando estaba teniendo un poquito de paz, al verlo que tenía el seño fruncido levante una ceja ya que no sabía porque estaba así.

— Maxito...te dije que tienes que dejar el cigarro, te hace mal, yo no quiero una chimenea con patas como amigo, dame eso. — Menciono Matthew mientras me sacaba el cigarro y lo apagaba para después tirarlo.

Fruncí el seño molesto por lo que hizo, era lo único que me estaba sacando a Luz de la cabeza, se que está mal fumar, te puedo dar cáncer y todo eso pero no me importa, es mi manera de desahogarme de mis problemas y siempre me ayudó.

— No me vuelvas a sacar un cigarro Matthew, a mi me calma eso y no lo vas a poder cambiar, así que deja de molestar y déjame tranquilo. — Aclare molesto mientras sacaba otro cigarro de la caja, cuando ví que Matthew me sacaba el cigarro y la caja fruncí el seño y lo volví a mirar. — Dame la caja Matthew.

— No, no te la daré, está mal que fumes y como tú mejor amigo no dejaré que lo hagas otra vez, me tienes a mi para que hables de lo que te pasa, se que no eres bueno contando tus problemas pero quiero que tengas esas confianza conmigo, soy tu mejor amigo. — Hablo Matthew con una sonrisa mientras me miraba a los ojos, yo solo desvíe la miraba y me cruce de brazos — Vamos Maximiliano, cuéntame lo que te pasa.

— No es nada, ya déjalo, seguiré trabajando. — Me puse de pie para después sentarme en la silla con rueditas de mi escritorio, me quedé unos segundos mirando mi laptop en silencio sin saber lo que estaba haciando antes.

Estaba tan concentrado intentando sacar a Luz de mi cabeza que ya me olvidé lo que estaba haciando...está chica me está deja el mal... demaciado mal, mire al rubio que me miraba desde el sofá, se podía notar que estaba preocupado por mi.

— Vamos amigo, te vez perdido en algo...estoy aquí para escucharte. — Dijo Matthew mientras me miraba a los ojos, se puso de pie para acercarse al escritorio donde yo estaba.

— La chica...la chica que tengo en la habitación de invitados...me tiene loco y ya no se qué hacer...no me la puedo sacar de la cabeza, siempre estoy pensando en ella, en su sonrisa y en su risa...no puedo pensar en otra cosa. — Conté tapando mi cara con mis manos mientras cerraba mis ojos.

— Aww Maximiliano...estás enamorado de esa chica, nunca pensé verte así pero es bueno, siempre está bien enamorarse de alguien por primera vez.

— Lo dice del chico que solo busca a chicas para pasar la noche y nunca se a enamorado. — Afirme en un tono serio mientras me sacaba las manos de la cara y lo mire a los ojos. — Si así se siente estar enamorado no quiero estarlo...

— Auch...eres malvado amigo...pero debe ser muy lindo estar enamorado, yo todavía no e encontrado mi alma gemela pero se que la voy a encontrar algún día, cueste lo que cueste. — Aseguro en un tono feliz y me miró a los ojos. — ¿Porque no intentas ser más cercano a ella? Si te sigues sientiendo así es porque estás enamorado.

— Y ¿como me doy cuenta que estoy enamorado de ella? ¿Pasando tiempo con ella? — Pregunté confundido, siendo sincero no tengo ni el más mínimo conocimiento del amor.

— No idiota, si sigues queriendo estar con ella todo el tiempo y te sientes feliz a su lado aunque no tengas un motivo es porque lo estás. — Hablo Matthew sonriendo mirándome mientras jugaba con un bolígrafo.

Me quedé en silencio y mire mi computadora procesando todo lo que me había dicho Matthew...¿con eso me doy cuenta que estoy enamorado?...es un poco extraño pero le haré caso...es el único que me puede ayudar...mejor no le hago caso y cuando llegue a caso hablo con Amelia.

Escribe para Mí...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora