10

357 62 9
                                    

Jin  volvió despertar estando en medio de un campamento improvisado. No podía ubicarse exactamente donde estaba, todavía se sentía aturdido.

—Si no enderezamos esos dedos jamás volverán a servir– Jin  se quedó quieto al escuchar la voz de Cedric. Todo estaba oscuro, gracias a una lámpara de aceite podía distinguir la silueta del hombre, el dragón estaba arrodillado unos metros más allá.

–Mis dedos no son tu problema– esa fue la voz de Onan, perecía furioso —Solo necesito cambiar y sanare…

—No sabemos si el cambio arregle tus dedos, tengo que…

—¡No tienes que hacer nada! –– gruño Onan –Solo aléjate de mí– <<hablando de relaciones tensas>> Jin  no quería ser testigo de esto. Así que cambio a su forma lince, en una cosa tenia razón Onan, los cambia forma, sanaban más rápido de esta manera.

–No debiste de hacer eso– Jin  miro a Quinn –No te di permiso para cambiar– Jin  quería señalar el hecho que no necesitaba su permiso, pero como estaba en su forma animal no podía hacerlo. Olfateo el aire. –Si buscas a tu compañero, no está aquí– Jin  gruño amenazadoramente al zorro.

–JungKook  y algunos otros fueron a verificar el área– informo Cedric, ¿Por qué no le creyó? Estaba muy seguro que el dragón estaba mintiendo, miro más allá Cedric, Onan estaba tratando de sentarse, por un instante tuvo un vistazo de sus manos destrozadas, recordó haberlo visto clavado a esa silla ¿Qué más le habían hecho?

–Has escuchado a mi comandante– Quinn llamo su atención –Ahora regresa a tu forma humana, necesito comprobar tus lesiones– Jin  cambio a su forma humana, pero no porque el zorro lo hubiera ordenado.

–Exactamente dónde está mi compañero? –– demando saber, había algo que estos hombres estaban ocultándole.

–¿Y dónde estamos exactamente? –– agrego Onan.

–Nos estaban rodeando los tigres y los linces, tuvimos que irnos hacia el norte, ellos no se aventurarían aquí, no conocen este territorio como nosotros– explico Cedric – Regresaremos en cuanto nos informen que todo está bien.

—Nosotros podríamos hacerles frente, pero no queríamos que tantas personas indefensas quedaran en medio de la batalla– explico Quinn.

–Que considerados– dijo Onan con sarcasmo –Gracias– esa palabra también fue sarcasmo, pero fue dirigida hacia Cedric. El león no le dio tiempo al hombre de decir nada, cambio a su forma animal a pesar de lo que Quinn y el dragón había dicho.

–¿Por qué estos hombres son tan tercos? –– dijo Quinn con frustración. Jin  no le contesto, estaba tratando de averiguar qué era lo que ocurría entre el león y el dragón.

Cedric intento acercarse a Onan, pero él le rugió en advertencia, después de dar con trabajo sus primeros pasos, Onan se estabilizo y comenzó a trotar con más fuerza, poco a poco se alejó más y más hasta que se perdió de la vista de todos. Cedric no estuvo quieto mucho tiempo y fue tras de él.

–¿Qué pasa entre ellos? –– pregunto a Quinn, el hombre se encogió de hombros.

–Con los años he aprendido a no meterme donde no me llaman– dijo el sacando algunas cosas de una bolsa de lona que llevaba –Ahora deja que compruebe tus heridas.

—Estoy bien– dijo el tratando de encontrar algo con lo que cubrir su desnudez – ¿Cómo está la gente de mi pueblo?

–Están ilesos, solo he tenido que darles algunos brebajes para calmar sus nervios– el hombre vio por sobre su hombro –He tenido problemas para tranquilizarlos, al parecer muchos jamás han estado fuera de esa cueva.

H.D.U.P. kookJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora