Harry era introvertido.
Louis era extrovertido.
Harry era amable.
Louis es egocéntrico y arrogante.
Harry era el presidente del consejo escolar.
Louis salía de fiesta cada fin de semana.
Harry estudiaba leyes.
Louis estudiaba fotografía.
Harry era d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
20 de agosto
El viaje hasta Holmes Chapel fue tranquilo. Harry durmió la mayor parte del camino mientras Louis conducía.
Solo despertó cuando el castaño quitó su playlist; y por supuesto, se quejó de inmediato.
—¡Hey, es mi música!
—Estabas dormido —se defendió.
—Es mi auto.
—Y yo estoy conduciendo.
—Te odio —gruñó molesto al darse cuenta que había perdido la discusión.
Pasó una mano por su cabello y se permitió relajarse en el asiento del copiloto.
Louis sonrió al darse cuenta que Harry no había cortado sus rizos; seguían igual de largos y preciosos.
Notó sus ojos iluminarse cuando el pequeño cartel de bienvenida al pueblo apareció en el camino.
Era un viaje difícil que Harry no quería hacer, pero eso no significaba que no se sintiera bien de volver al lugar en el que creció, de volver a calles tranquilas y caras conocidas.
El menor le indicó el camino hasta llegar a la casa de sus padres, la cual estaba demasiado cerca del centro del pueblo.
Fue ahí cuando las palabras de Harry cobraron sentido, tenía sentido que su casa fuera la más grande que había visto en el pueblo, tenía sentido que tuviera un gran jardín frontal y tenía sentido que toda la fachada estuviera tan bien cuidada, como si tuvieran a una persona en específico que se encargara de eso, probablemente así era.
Notó el titubeo de su sumiso cuando fue incapaz de abrir la puerta y salir del auto.
Apretó su mano izquierda en señal de apoyo y luego besó sus nudillos —Estarás bien, eres capaz de enfrentar esto.
Harry suspiró y asintió —Gracias por venir conmigo.
—Gracias por dejarme ser parte de tu vida.
Su sonrisa le otorgó la seguridad y confianza necesaria para salir del auto.
Pronto se encontraba tocando el timbre en la blanca madera, Louis colocó su mano en la espalda baja del rizado para hacerle saber que estaba a su lado, que estaba a su lado y no se iría a ninguna parte.
Una mujer de largo cabello negro los recibió. Harry sonrió al verla y de inmediato se agachó un poco para abrazarla —¡Mamá!
Anne le devolvió el abrazo y acarició sus largos rizos —Harry, cariño. Te ves genial —cuando se separaron su mirada cayó en Louis y su sonrisa se ensanchó aún más —, y bueno, ¿quién es este jovencito de aquí?
El rizado sonrió y se acercó a su costado con timidez —Mamá, este es Louis. Louis, ella es mi mamá, Anne.
