Harry era introvertido.
Louis era extrovertido.
Harry era amable.
Louis es egocéntrico y arrogante.
Harry era el presidente del consejo escolar.
Louis salía de fiesta cada fin de semana.
Harry estudiaba leyes.
Louis estudiaba fotografía.
Harry era d...
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Harry desvió la mirada y se distrajo jugando con los anillos en sus manos.
—Lou. Tengo algo que decirte.
El castaño lo miró con duda y se acercó un poco para tomar tomarlo por los antebrazos con cuidado —¿Está todo en orden? ¿Quieres que paremos con esto?
Negó de inmediato —No, no es eso... Es solo que no sé manejarla.
—¿No estás mintiendo, conejito?
Sacudió la cabeza en negación —Mi padre me la dio hace unos años, pero me daba algo de miedo. Al principio se molestó, pero mamá terminó por convencerlo para que me diera un auto en su lugar.
Louis arrugó las cejas y se acercó un poco más al chico frente a él —Para tu suerte, yo sé hacerlo.
—¿De verdad?
—Por supuesto, recuerda que estás con el chico malo de la universidad.
Harry intentó reprimir la risa antes de asentir —De acuerdo, vamos por la moto.
Louis notó que aún tenía algo de miedo, así que se encargó de conducir lento y acariciar su pierna siempre que se detenían.
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Harry se sentó con cuidado en una banca después de que estacionaron la moto, necesitaba urgentemente detenerse a respirar un momento, sin embargo, Louis podía ser un verdadero hijo de puta cuando quería serlo.
—Conejito, ¿por qué no vas a comprarnos unos helados?
Lo miró con indignación y la boca un poco abierta, su mirada intentando asesinarlo —Louis, si quieres un puto helado ve tú por él, juro que no quiero moverme.
El castaño tenía una mirada burlona mientras enredaba uno de sus dedos en sus largos rizos —Lo sé, por eso quiero que vayas tú.
Harry hizo un pequeño puchero y se removió incómodo sobre la banca de madera.
En serio deseó golpearlo; quizás ni siquiera quería el helado, solo quería molestarlo.
Se preguntaba que castigo recibiría si lo golpeaba y se iba corriendo.
