Wildest Dreams

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Even if it's just in your wildest dreams, ah-ah, ha

"¡Qué felicidad mi niño! Creo tener una idea de quién es el afortunado."
"Vi las primeras fotos oficiales que salieron, te veías realmente guapo♥︎"
"Perdón por contestar recién, me quedé dormida más temprano que de costumbre😟"

Guardó su celular en el bolsillo de su pantalón y observó a Mori, quien estaba dando las indicaciones para la siguiente escena a Chuuya y Atsushi. Se sentó a esperar su aparición, sin despegar su vista del pelirrojo.

Había mejorado muchísimo. Sus facciones, expresiones, todo cambió. Una sonrisa imborrable apareció en su rostro por el orgullo que sentía en ese momento.

Chuuya debutaría de la mejor manera y arrasaría con la industria, quería estar a su lado para verlo.

—¡Corte! Excelente chicos. —Giró su vista al castaño, como para avisarle que debía entrar a escena ya. Pero su gesto cambió al notar que éste tenía la mirada perdida en cierto pelirrojo. Una cólera se apoderó de él y aclaró su garganta, llamando la atención de Osamu por fin— Te toca.—Anunció secamente.

Dazai se levantó de su asiento y se adentró en el papel.

—¡Acción!

***

Una hora después, todos fueron a almorzar y Dazai estaba por salir cuando fue detenido por el típico agarre en el hombro que sabía exactamente de quien era.

—¿Se te ofrece algo?—Preguntó, girando a su dirección y quedando frente a frente. —Tengo algo de hambre y quiero ir a comer.

—¿Con quién?

—¿Eso importa?

—Cuando se trata de tí, sí.

Dazai suspiró entonces, sabía que no lo dejaría en paz hasta obtener lo que buscaba.

— Tienes un contrato conmigo y lo sabes. También sabes las consecuencias de romperlo. —Continuó.

Iban a seguir hablando, cuando un pelirrojo bastante alegre se acercó corriendo a ellos.

—¡Dazai! Deberías venir a comer con nosotros, Kyouka está haciendo una competencia con Atsushi sobre quién come más—Dijo divertido, pero su sonrisa se desvaneció al ver que estaba interrumpiendo. — Oh, lo siento. Te espero allá.

—No—Respondió Dazai, sin despegar su vista de Mori. — Ya no hay nada que decir. Vamos. —Caminó adelantando sus pasos del más bajo, quien todavía estaba confundido por el extraño comportamiento de ambos.

Observó a Mori de reojo y caminó con pasos largos hasta estar a lado del castaño.

—¿Está todo bien?— Preguntó.

—Sí, no te preocupes.

—Dazai, no soy idiota. —Detuvo su andar y forzó al más alto a hacerlo también.—¿Qué sucede entre Mori-san y tú?

— Es... algo que realmente no te incumbe— Respondió cortante. Iba a seguir andando cuando vio los ojos azules que lo devoraban de intriga. Suspiró— No quiero hablar de este tema aquí, vamos a otro lado.