𝙏𝙝𝙚 𝙘𝙤𝙡𝙙 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙚𝙙 _ 𝘽𝙖𝙣𝙜 𝘾𝙝𝙖𝙣 𝙭 𝙇𝙚𝙚 𝙁𝙚𝙡𝙞𝙭

Cap. ④

Abrazame fuerte hasta quebrar mis huesos

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Sus ojos se abrieron levemente, sentía su cuerpo pesado pero por otra cosa. Diviso unos brazos rodeándolo haciéndolo exaltar, viendo los cabellos negros de Bang descansando en su nunca. Se removió entre los brazos del mayor y soltando un suspiro pesado al saber que no se liberaría hasta que este despertara.

— Bang… Bang — llamo mientras trataba de remover al mayor para despertarlo.

El nombrado gruño aferrándose más al menor sin intención de despertar de su sueño, haciendo que el rubio entrara en cuenta de algo que antes no había hecho.

Estaban desnudos, en la misma cama.

Abrazados.

Los colores subieron a su cara y sus mejillas se tiñeron de rojo, apartando de una patada al mayor de la cama, escuchando como este caía al suelo y se quejaba por el golpe repentino que lo había despertado de su cómodo sueño.

— ¡por favor ve a vestirte! Por favor — pidió mientras que se tapaba hasta la cabeza por la vergüenza.

— pero si somos hombres, tenemos lo mismo entre las piernas — dijo un poco atolondrado por el golpe que se había dado al caer — está bien, iré a vestirme — gruño saliendo de la habitación para dejar al menor solo.

Felix llevo una de sus manos a su cuello, recordando lo que había pasado esa noche, notando que volvía a tener los vendajes que el mayor había sacado. Sus mejillas ardieron de nuevo al recordar que el de cabellos negros lo había visto desnudo y había sentido la piel de este contra la suya, se le era inexplicable reconocer esos hormigueos en su estómago.
¿Acaso eran esas las conocidas mariposas que leía en sus libros de romance juvenil? No no no, él no podía estar enamorado de Bang Chan ¿o sí? Porque su mente le jugaba esta mala pasada ahora ¿Por qué?

— Tienes que vestirte, tu cuerpo está muy débil como para que te enfermes o hagas trabajos pesados — escucho la voz del licántropo en la entrada de la habitación — además de que necesito escalar esa marca de nuevo.

— ¿escalar?  

— es para sanar la marca, además de que tengo que hacerlo obligadamente hasta que los hematomas bajen — conto mientras el rubio se sentaba en la cama, tapando bien sus partes bajas.

— anoche escuche que dijiste algo sobre un alfa ¿Qué significa eso? — lo observo con interés.

— los alfas son la gama de lobos más fuerte, después están los betas que tienen fuerzas sencillas y luego están los omegas los cuales sirven para cuidar, proteger o engendrar a los niños — explico mientras se sentaba en la cama del rubio, cerca de este.

— entiendo, y… ¿porque tú no eres un alfa? Te escuche decir anoche que no lo eras — lo miro intrigado, notando los ojos de este brillar al mirarlo también.

— Es porque soy un alpha, un licántropo con sangre real — dijo orgulloso mientras que desviaba su vista.

— ¿entonces eres como un príncipe? —

— Más bien, soy el futuro rey —

La tarde fue tranquila, si es que sacamos el  simple hecho de que Bang estuvo todo el día metido entre su cuello y su corazón no paraba de darle mini infartos cada vez que el mayor lamia o besaba la marca de forma cariñosa. A este punto quería que la tierra se lo tragase, no porque le incomodara (no tanto) si no porque ya se estaba acostumbrando al calor del otro junto a su cuerpo.
No sabía en qué momento había quedado dormido en el pecho del mayo, pero sus ojos lo traicionaron cerrándose y cayendo a los brazos de Morfeo mientras que leía.