Dejo la carta sobre la mesa de su hogar, tenía que irse de la casa y despedirse de todos. Sabía que su hora de partir había llegado, vivió una larga y felíz vida al final, por lo que resibiria a la muerte como una vieja amiga.
Había callado por tanto tiempo, no quería ser salvado, su destino ya estaba escrito mucho antes de que el tuviera conciencia. Pero lo había aceptado, había aceptado que moriría de igual forma, pero ya no le molestaba.Camino tranquilamente hacia la puerta de su hogar, y volteo para hechar un último vistazo en el lugar que tanto tiempo paso con su familia. Cómo crecieron sus hijos y como su esposo y el bailaban al son del canto de los grillos en las noches de verano.
Pero ya no era verano, y la nieve caía como si no hubiera un mañana. Salió, suspirando por el frío que congelo su nariz de repente.Camino, saludando a sus vecinos lo mejor que podía aunque en su interior trataba de no llorar y despedirse de la verdadera forma en la que debia. Aunque era muy amable para decirle a todos que moriría ese mismo día, no quería preocuparlos más.
— hasta luego señora Park, espero que su hijo mejore — se despidió luego de hablar por unos minutos con la señora que vivía al final del pueblo.
Era cobarde, cobarde para decirle a todos que moriría y que lo sabía y que nunca quiso que lo curarán. Aunque tampoco quería preocupar s nadie más, ni menos a su esposo Bang ni a Hyunjin.
En los últimos años había perdido la estabilidad y fuerza de su cuerpo, era como un anciano en el cuerpo de un adulto joven. Solo tenía 32 y la vida se le fue abajo, se veía joven pero su movilidad se había deteriorado al igual que su fuerza y aguante.— espero que los niños estén bien con Bang y Hyunjin — sonrió llegando a su lugar preferido, viéndolo lleno de nieve y escarcha.
Se sento en medio de ese claro en medio del bosque, cerca de donde había conocido por primera vez a su destinado. Ya habían pasado años, pero sigue recordandolo como si hubiera sido hace cinco minutos. Se acostó, sin importarle si la nieve terminaba quemando su piel ya helada de las manos y cara.
Miro al cielo, ya no recordaba que hora era, aunque sabía que esa noche aria demaciado frío. Cerro sus ojos, recordado todos los buenos momentos de su vida, sonriendo como un niño pequeño por un dulce.— hubiera querido despedirme de forma normal, pero me dolería demaciado verlos llorar a todos por mi culpa — susurró para el mismo mientras cerraba sus ojos, y suspiraba sintiendo su aliento caliente congelarse.
Y hay lo sintió, su cuerpo relajándose, volando falsamente sobre la nieve. Sus ojos pesaban cuando trato de abrirlos de nuevo, su corazón latía menos, y su respiración se volvió tranquila. Poco a poco ya no sentía el frío en sus manos y cara, llevo estás mismas a su pecho para calentarlas mientras sonreía un poco y suspiraba.
Su momento de partir había llegado, lo que estaba esperando y que ya se había tardado en llegar. Cerro sus ojos, no pidiendo soportar las manchas negras que su vista veía al mirar hacia el cielo nuboso. Dió un último suspiro, sonriendo de forma tranquila.— los amo — murmurro, de forma silenciosa y vacilante.
La carta fue arrugada con fuerza por las mano de un hombre fuerte y alto, salió corriendo del hogar mientras que buscaba a su amado por todas partes. La desesperación lo estaba matando, sabía que pasaba algo con su esposo pero no pensaba que iba a llegar a tales extremos.
Corrió al bosque, mientras que pasaba por el frente del rubio de colmillos sobresalientes, el cual lo miro confundido, corriendo con el hacia donde sea que se dirigiera.Llegó, el peli negro mayor había llegado a donde había tenido las sospechas del paradero de su esposo, dando en el blanco al verlo acostado en el claro del bosque sobre toda la nieve. Se acercó con miedo, viendo cómo la piel de este estaba más pálida que otras veces.
Tuvo miedo al llevar sus manos al cuerpo de este para abrazarlo contra el, ocultando su llanto y ganas de gritar con todo pulmón al no sentir como el corazón de este latía o al menos que respirara. No quería aceptarlo, no quería aceptar que lo había perdido sin poder hacer nada antes para que no pasará, en serio quería gritar en ese momento.— no... No ... No mi niño... Porque no me lo dijiste antes, hubiera hecho lo posible para salvarte... — murmurro mientras sus lágrimas caían en el rostro pálido del humano — Felix por favor no me dejes!.. no ahora!! — pidió, abrazándolo más a el mientras que sus llantos se hacían más fuertes.
— Bang... Hay que llevarlo al pueblo... — murmurro con voz quebrada el otro rubio, mientras que una de sus manos se posaba en el hombro del mayor para apoyarlo — llora todo lo que quieras... Hazlo si te hace sentir mejor .. — se dió la vuelta, para que el peli negro no viera sus lágrimas caer por sus mejillas mientras ocultaba su llanto.
Después de unos largos minutos, alzó el cuerpo entre sus brazos, llevándolo con sumo cuidado al pueblo mientras era escoltado por el vampiro rubio. Los vecinos al verlo lloraron, era imposible creerlo para ellos, nadie se lo esperaba ni mucho menos se lo creían.
Quiso llorar de nuevo, cuando sus hijos terminaron viendo que su padre había muerto, Hyunjin los consoló mientras que Bang chan llevaba el cuerpo hacia el mini hospital que tenía el pueblo.— de verdad... Te seguiré amando aunque tenga que buscarte en mis otras vidas, lo prometo Felix — murmurro mientras que dejaba el cuerpo frío del menor en la camilla, limpiando sus lágrimas mientras que se ocultaba en el pecho de este — ¡No te olvidare! Te buscaré en la otra vida... ¡Y si no te encuentro seguiré buscando! No dejaré de amarte ¡Porque solo tu eres el amor de mi vida! — prometió, tomando la mano del menor para dejar un beso en el dorso de esta, sintiendo sus lágrimas bajar por sus mejillas.
Solo imagina, morir mientras la nieve cae y sepulta tu cuerpo.
Es simplemente hermoso.
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𝙏𝙝𝙚 𝙘𝙤𝙡𝙙 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙞𝙣𝙚𝙙 _ 𝘽𝙖𝙣𝙜 𝘾𝙝𝙖𝙣 𝙭 𝙇𝙚𝙚 𝙁𝙚𝙡𝙞𝙭
Fantasía- 𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨 𝐥𝐚𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 - - 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐫í𝐚 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐫 𝐥𝐚𝐬𝐭𝐢𝐦𝐚𝐝𝐨 𝐬𝐢 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐭ú - - ¡¿𝐚𝐜𝐚𝐬𝐨 𝐧𝐨 𝐥𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐝𝐞𝐬?! - 𝐒𝐡𝐢𝐩𝐩: 𝐁𝐚𝐧𝐠 𝐂𝐡𝐚𝐧 𝐱 𝐋𝐞𝐞 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱. 𝐂𝐥𝐚𝐬𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢ó�...