Un nuevo año, nuevos amigos, nuevas experiencias y nuevos amores.
Donde Felix llega a su primer año de instituto, y no conoce absolutamente a nadie, solamente a su hermana mayor, la cual va dos grados más avanzados que él, conocerá a nuevas personas...
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Queda prácticamente una hora y media para que me despierte para ir al primer día de instituto, y yo sigo sin poder dormir de los nervios, no me siento preparado, nunca me gustó conocer gente nueva, como les explico que tengo fobia social.
Me duele el estómago de los nervios, siento que todo lo que tenía preparado para mi nueva personalidad se está yendo al carajo.
Media hora más tarde, por fin pude conciliar el sueño, aunque no sirva de mucho, ya que solo podré dormir una hora, no pongo alarma, puesto que nunca las escucho, gracias a Dios mi madre siempre que se va a trabajar me despierta, no sé qué sería mi vida sin ella.
— Fefito, ya levántate o llegarás tarde a tu primer día de clases. — Dijo mi madre, para luego depositar un dulce beso en mi frente.
— Sí... ya voy mamá, que te vaya bien hoy en el trabajo. — Le dije somnoliento.
— Gracias mi cielo, que te vaya bien también hoy en tu primer día, te amo. — Beso por última vez mi frente. — Y yo a ti mami. — Le sonríe dulcemente antes de que saliera de mi habitación, dejándome completamente solo.
Me levanté de la cama sin ánimos, me faltaba una gran dosis de sueño, no pude dormir nada por los nervios y ahora estoy mucho más nervioso.
Me dirigí hacia el baño que está en mi habitación, me quita la pijama y me adentre hacia la ducha, estuve bajo el agua casi veinte minutos, no quería salirme, el agua estaba realmente cálida, a pesar de haberme bañado el sueño no quería desaparecer, me vestí lentamente, no porque quisiera sino porque de la nada me quedo mirando mucho tiempo la pared de mi cuarto y eso me distrae, creo que necesito pastillas para la concentración.
— !Apúrate, Felix!. — Gritó mi hermana desde la planta baja. — No quiero llegar tarde por tu culpa y aún tenemos que ir a tomar el autobús, así que si no bajas en menos de cinco minutos me iré sin ti. —
— !Ya voy!. — Le grité en respuesta. — "Dios que histérica que es, no me gusta que me apuren y se la pasa apurándome". (Las comillas son pensamientos).
Como pude me lave los dientes más que rápido y baje corriendo las escaleras, tampoco quería perderme en el camino hacia el instituto si es que se iba sin mí.
— ¿Tienes todas tus cosas?. — Pregunto mi hermana en la puerta de entrada, yo solo asentí con la cabeza agarrando mi mochila ya preparada que estaba en el sofá.
Ambos salimos de la casa y nos dirigimos hacia la parada de autobuses, por suerte cuando llegamos no pasaron ni dos minutos y el autobús que nos servía para llegar al instituto ya estaba en la parada, yo me senté al lado de la ventana y Rosé se sentó a mi lado, me coloque mis auriculares y reproduje mi playlist para ir escuchando en trayecto hacia el instituto.
Al cabo de una media hora después por fin habíamos llegado al instituto, ambos bajamos y mi hermana me acompaño a buscar mi salón, ya que ella ya conocía a la perfección el instituto, desde mi punto de vista llegamos prácticamente abrir el instituto de lo temprano que llegamos, aún faltan como cuarenta minutos para que inicien las clases, esos mismos que pude haber utilizado en haber dormido un poquito más.
