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CAPÍTULO 10
El camino a la recuperación
Si un individuo es capaz de amar productivamente, también se ama a sí mismo; si sólo sabe amar a los demás, no sabe amar en absoluto.
Erich Fromm, El arte de Amar
Después de leer en estas páginas sobre tantas mujeres que se parecen tanto en su forma infeliz de relacionarse, quizás usted ya crea que eso es una enfermedad. ¿Cuál es, entonces, el tratamiento apropiado? ¿Cómo puede recuperarse una mujer atrapada en esa enfermedad? ¿Cómo hace para dejar atrás esa serie interminable de luchas con "él" y aprender a emplear sus energías en la creación de una existencia rica y plena para sí misma? ¿Y en qué difiere de las muchas mujeres que no se recuperan, que nunca logran desembarazarse del lodazal y la desdicha de las relaciones insatisfactorias?
No es, por cierto, la gravedad de sus problemas lo que determina si una mujer se recuperará o no. Antes de la recuperación, las mujeres que aman demasiado se parecen mucho en carácter, a pesar de los detalles específicos de sus circunstancias actuales o de sus historias pasadas. Pero una mujer que ha vencido a su patrón de amar demasiado es profundamente distinta de quien era y de lo que era antes de la recuperación.
Tal vez, hasta ahora, haya sido la suerte o el destino los que determinaron cuáles de esas mujeres encontrarían su camino y cuáles no. Sin embargo, yo he observado que todas las mujeres que se recuperan a la larga han tomado medidas para hacerlo. Mediante un método de tanteo y a menudo sin pautas con qué guiarse, ellas siguieron, a pesar de todo, una y otra vez, el programa de recuperación que bosquejaré para usted. Más aun, en mi experiencia personal y profesional, jamás he visto una mujer que siguiera estos pasos y no se recuperara, y jamás he visto una mujer recuperarse sin haber seguido estos pasos. Si esto parece una garantía, lo es. Las mujeres que sigan estos pasos se curarán.
Los pasos son sencillos, pero no fáciles. Todos son igualmente importantes y aparecen en la lista en el orden cronológico más típico:
Busque ayuda.
Haga que su recuperación sea la primera priori— dad en su vida. Busque un grupo de apoyo integrado por pares que la entiendan. Desarrolle su lado espiritual mediante la práctica diaria.
Deje de manejar y controlar a los demás.
Aprenda a no "engancharse" en los juegos.
Enfrente con coraje sus propios problemas y defectos.
Cultive lo que necesite desarrollar en usted misma.
Vuélvase "egoísta".
10. Comparta con otros lo que ha experimentado y aprendido.
Uno por uno, analizaremos qué significa cada uno de estos pasos, qué requiere, por qué es necesario y cuáles son sus implicaciones.
1. BUSQUE AYUDA.
Qué significa
El primer paso en la búsqueda de ayuda puede implicar desde la consulta de un libro pertinente en la biblioteca (lo cual puede requerir una enorme cantidad de coraje; ¡una se siente como si todo el mundo estuviera mirando!) hasta concertar una cita con un terapeuta. Puede significar una llamada anónima a una línea de emergencia para hablar de lo que usted siempre se esforzó tanto por mantener en secreto, o ponerse en contacto con una agencia de su comunidad que se especialice en la clase de problemas que usted enfrenta, ya sea co—
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Robin Norwood Las mujeres que aman demasiado
alcoholismo, una historia de incesto, una pareja que la golpea, o lo que sea. Puede significar averiguar dónde se reúne un grupo de autoayuda y reunir el coraje para asistir, o tomar una clase a través de la educación para adultos, o ir a un centro de asesoramiento que se ocupe de su tipo de problemas. Incluso puede significar llamar a la policía. Básicamente, buscar ayuda significa hacer algo, dar el primer paso, extender la mano. Es muy importante entender que buscar ayuda no significa amenazar a su pareja con el hecho de que usted está pensando en hacerlo. Un movimiento así, por lo general, es un intento de chantajearlo para que se corrija de modo que usted no tenga que exponerlo públicamente como la pésima persona que es. Déjelo fuera del asunto. De otro modo, buscar ayuda (o amenazar con hacerlo) será apenas un intento más de manejarlo y controlarlo. Trate de recordar que está haciendo esto por usted.
Qué requiere el hecho de buscar ayuda
Para buscar ayuda usted debe abandonar, al menos en forma temporaria, la idea de que puede arreglárselas sola. Debe enfrentar la realidad de que, con el tiempo, las cosas empeoraron en su vida en lugar de mejorar y comprender que, a pesar de sus mejores esfuerzos, usted no es capaz de resolver el problema. Eso significa que debe sincerarse consigo misma sobre su verdadera situación. Lamentablemente, esta sinceridad sólo nos llega cuando la vida nos ha dado un golpe o una serie de golpes tan grandes que hemos caído de rodillas y jadeando. Como en general ésa es una situación temporaria, en cuanto podemos volver a funcionar tratamos de reanudar donde habíamos interrumpido: siendo fuertes, manejando, controlando y haciéndolo todo solas. No se conforme con el alivio temporario. Si empieza leyendo un libro, entonces necesita dar el paso siguiente, que tal vez sea ponerse en contacto con algunas de las fuentes de ayuda que ese libro recomienda.
Si concerta una cita con un profesional, averigüe si esa persona entiende la dinámica de su problema en particular. Si, por ejemplo, usted ha sido víctima de un incesto, alguien que no tenga entrenamiento especial ni sea experto en esa área no le será tan útil como alguien que conozca aquello por lo que usted ha pasado y cómo puede haberla afectado.
Vea a alguien que sea capaz de formular preguntas sobre la historia de su familia, similares a las planteadas en este libro. Es probable que usted desee saber si su potencial terapeuta está de acuerdo con la premisa de que amar demasiado es una enfermedad progresiva y acepta el tratamiento esbozado aquí.
Mi fuerte inclinación personal es que las mujeres deben tener consejeras mujeres. Nosotras compartimos la experiencia básica de lo que es ser mujer en esta sociedad, y eso crea una profundidad especial de comprensión. Además, podemos evitar los juegos de hombre—mujer casi inevitables que podríamos vernos tentadas a jugar con un terapeuta hombre o que, lamentablemente, él podría verse tentado a jugar con nosotras.
Pero el hecho de consultar a una mujer no basta. Esa mujer también debe tener conciencia de los métodos más efectivos de tratamiento, según los factores que estén presentes en su historia, y estar dispuesta a derivarla a un grupo de apoyo apropiado, o más aun, a hacer que la participación en tal grupo sea un elemento obligatorio del tratamiento.
Por ejemplo, yo no asesoro a alguien que es co—alcohólica a menos que ingrese a los grupos de familiares de alcohólicos. Si después de varias visitas se muestra renuente a hacerlo, llego a un acuerdo con ella de que sólo volveré a atenderla si decide hacerlo, pero no de otro modo. Mi experiencia me ha enseñado que sin participar en esos grupos, los co— alcohólicos no se recuperan. En cambio, repiten sus patrones de conducta y continúan con sus formas alteradas de pensar, y la terapia sola no basta para cambiar eso. Sin embargo, con la terapia y dichos grupos de apoyo, la recuperación se produce con mayor rapidez; estos dos aspectos del tratamiento se complementan muy bien.
Su terapeuta también debe requerirle que usted ingrese a un grupo de autoayuda que sea apropiado para usted. De otro modo, es posible que ella le permita quejarse de su situación sin requerir que usted haga todo lo que pueda para ayudarse.
Una vez que encuentre una buena terapeuta, debe permanecer con ella y seguir sus recomendaciones. Nadie cambió nunca un patrón de toda la vida solamente con una o dos visitas a un profesional.
Buscar ayuda puede requerir gastar dinero, o no. No hay correlación entre el terapeuta más caro y el tratamiento más eficaz. Lo que usted busca es alguien que tenga experiencia y
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Las mujeres lala Where stories live. Discover now