Perderte por una Estupidez

Seis

"Desagradable"

Solo así podía describir. Era la última clase y estaba con ese chico y con su profesor, ya quería que se fuera y dejara a Kyojuro sólo con él.

- Solo quisiera que lo conservará, es muy especial para mí - sonrio para dejarlo a un lado del escritorio.

- Muchas gracias.  - sonrió ligeramente. - Akaza, ya es tarde deberías irte. - una hiriente indirecta. El nombrado empuñó su mano conteniendo las ganas de llorar.

- P-pero yo...

- Mañana lo hablaremos. - quería que se fuera ya. Akaza apretó la caja que tenía escondida de lado hacia atrás.

- Rengoku-san, si está ocupado yo me puedo retirar. - se colocó su mochila siendo parado al momento.

- No, no lo estoy.  - Akaza trago duro quería huir, no quería seguir viendo aquello. Estaba enojado así que solo camino recto para apartarlos pero en el intento sintió como su cuerpo pesaba como si una roca gigante estubiera encima de él, rápidamente se sostuvo del escritorio del profesor provocando el quiebre de aquel objeto de cristal.

- ¿Estas bien? - pregunto el peliburdeos quien lo tomo preocupado pero a los segundos se dió cuenta del pequeño llavero roto. - ¡Se quebró! - lo tomo iriendose un poco la llema de los dedos.

- Kamado, con cuidado. - lo intento ayudar preocupado.

- No, está bien... - en su ojos se veían tristeza al igual que sus feromonas. Kyojuro frunció un poco el entrecejo.

- Joven Kamado, por favor sal debo hablar de algo con Akaza.  - tenía una voz muy intimidante y percibía el olor a enojo.

- Rengoku-san, fue un accidente si es por el llavero. No se preocupe está bien. - se levantó con los cristales rotos en las manos.

- No te preocupes, no es por éso. - le entrego su mochila.

- Okey. Nos vemos el lunes entonces. - se despidió al igual que con el pelirosa que estaba ya de pie con su mirada temblorosa aunque eso no lo noto el peliburdeos que con una sonrisa en su rostro se fue.

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El salón estaba solo por completo. Akaza con torpeza tomo la caja que llevaba en la manos.

- Te dije que no vinieras a hacer tus berrinches.  - se masajeo el entrecejo con evidente enojo en sus feromonas.

- Fue un accidente. No lo hice por quer...

- ¿¡Quieres que me crea éso.!? Se que lo haz echo a propósito. - Akaza se asustó al tener la variedad de feromonas.

- Kyojuro, está vez fue un accidente. - intento acercase pero en el intento fue apartado. Akaza  por alguna razón estaba demaciado débil tenía claro que el golpe no había sido muy duro pero lo hizo que caerá sintiendo un ardor en su mano, se había herido por los trozos pequeños que habían quedado de los cristales en su mano.

- Deja de acercarte a mí Akaza. - pidió sin verlo y sin darse cuenta de lo que había echo aunque en verdad si tenía el olor a sangre, pero solo pensaba que era del Omega anterior.
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- Hakuji, convence a Akaza que se haga el chequeo, yo pagaré todo. - pidió un hombre de ojos color sangre. A pesar que se veía tan dominante era un Omega.

- Lo haré, pero primero quiero darle tiempo ya que tuvimos una pequeña pelea. - suspiro. - Ahora quisiera pedirle si podemos llevarnos unos libros de aquí.  - aquel pedido fue aceptado por el pelinegro que asintió.

- Ya todos los profesores tenemos preparada la fiesta de bienvenida Muzan-sam - avisó la chica que traía a cuatro profesores tras ella ya que eran encargados de la organización.