Perderte por una Estupidez

Tres

Tanjiro Kamado, un Omega de una familia muy poderosa pero humilde, un lindo chico que no a tenido ningún problema en los estudios.

- Akaza-kun, si tanto lo detestas deja de verlo - sugirió la Omega peliplata.

Akaza suspiro, no quería tener problemas por sus impulsos, si nuevamente era llevado a la dirección iba a ser expulsado. Iba a dejar aquello por primera vez y iba a confiar.

Tal vez su intento hubiera cido logrado si no hubiera escuchado aquello por parte de la chica.

- El es un muy lindo chico, no merece tenerte de enemigo - "lindo" ya estaba dirigiéndose hacia ese Omega con evidente enojo.

- Tanjiro. - nombró llamando la atención del Omega peliburdeos.

- Oh, Hola ¿deseabas algo? -  tenía una ligera sonrisa y parecía que emanaba luz en todas partes aquello lo asqueo.

- Seré directo. Alejate de Kyojuro. - se cruzo de brazos con superioridad. Tanjiro se quedó desconsertado analizando aquella amenaza.

- ¿El profesor de Historia? - pregunto para estar al corriente.

- Si, el es mío, así que hazlo por las buenas, alejate tú mismo. - iba a darse la vuelta ya que ese niño llevaba dos días ahí en la universidad y los rumores claramente habían llegado a ese Omega.

- ¿Qué si no lo hago? - pregunto congelando al pelirosa que dibujo una ligera sonrisa y soltando un poco de feromonas de enojo alertando a la mayoría de la clase.

- Lo haré por las malas. Y te avisó que no te conviene que me tengas de enemigo. - lo tomo de las mejillas apretandolas un poco. Solo quería provocarle miedo, no lo iba a dañar ni nada.

- Yo no te tengo miedo. - lo empujó un poco cosa que provocó que el pelirosa se enojara más y lo tomara del cuello.

Akaza estaba enojado y estaba al corriente que ese niño era un Omega, no estaba poniendo mucha fuerza en el cuello, tal vez solo unas leves marcas Iba a provocar, solo quería verse intimidante y que se alejara por las buenas.

- No eres la primera cucaracha que alejo de él, no dudaré de desacerme de otra si es necesario. - acaricio su mejilla como un loco. El pelirosa hizo más fuerza a su agarré por aquel ardor en su piel quien se lo estaba provocando uno de esos amigos suyos, lo iba dejar ahí ya que solo lo estaba arañando sin sentido alguno.

- ¡Suéltalo infeliz! - soltaba feromonas enojado. Del brazo de Akaza comenzó a escurrir sangre cosa que a él no le importo pero a su doble si.

- ¡No te permitiré que lo lastimes! - lo aparto del pelirosa empujandolo pero no fue brusco solo para que se alejara. El menor no tubo buen equilibrio a pesar que no lo había lástimado se callo pero como era de esperar su alfa lo detuvo.

- ¡Que es este alboroto! - llamo la atención el profesor el cual se había ido a resolver algo solo por unos minutos.

Akaza ignoro aquello e iba a seguir con su amenaza pero nuevamente fue interrumpido pero esta vez fue una orden.

- ¡AKAZA! - rápidamente soltó al peliburdeos y volteo a ver hacia atrás con una sonrisa en su rostro.

- ¡Kyojuro! - dijo para verlo siendo sumiso como siempre pero aquella sumisión se acabó al ver el peligro en su hermano quien lo había defendido hace unos segundos. - ¡Hakuji! ¡CUIDADO! - Fue un movimiento muy rápido. Akaza rápido abrazo al pelinegro quien iba a recibir el golpe pero el Omega tomo su lugar.

- Genya, ¡Espera! - Todo se volvió oscuro y escuchaba varios llamados para que despertara pero lo último que vio fue Kyojuro ayudando a aquel Omega que había amenazado, el se veía.... Preocupado y no era por él.
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