𝙻𝙻𝚄𝚅𝙸𝙰 ✧TodoBaku✧

Todo es una perfecta y contradictoria armonía.

Katsuki despertó aturdido en una habitación totalmente blanca. Era el cuarto de un hospital, no había duda, miro su cuerpo y vio su brazo izquierdo escayolado por lo que supuso que lo tenía roto.

Por el resto parecía estar bien. Se giró en busca de alguien o de su móvil.
Pero se topó con una mirada bicolor que conocía muy bien.

K- Hola...
S- Déjame explicarme!
K- Acaso no te he dejado?
S- Es que... Creía que estarías enfadado...
K- Estoy con un brazo escayolado, me duele todo el cuerpo y la cabeza me da vueltas... No me parece un buen momento...

Katsuki cogió su móvil y empezó a leer todos los mensajes que le habían enviado.
Al rato tocaron a la puerta y entraron todos uno tras otro Eijirou, Denki, Mina, Hanta e Izuku. El rubio dejó el móvil y les sonrió.

E- Hola!! Qué tal?
K- Bien... Me da vueltas la cabeza y me duele todo, pero estoy bien.
D- A mí me parece que eso no es estar bien.

Los dos rubios cruzaron la mirada y sonrieron, con Denki era imposible no sonreír, incluso si Katsuki la mayoría de veces las pagaba con él.

M- ¿¿¿Qué fue lo que pasó???
I- ¿Fue por lo que creo...?

Todos se giraron a ver al peli verde sin entender, todos menos katsuki que asintió.

K- Si fue eso... Vino un coche o no sé qué y estaba en medio de la carretera... Cuando me quise dar cuenta estaba inconsciente.
H- ¿Contexto? ¿Creo que nos hemos perdido algo no?

Para sorpresa de todos, el novio del rubio se levantó y lanzó el móvil sobre la cama, dejándolo boca arriba para que todos vieran la foto.

D- ¿¡C-cómo!? ¿¡Cómo te atreves!?

El chico fue directo a abalanzarse sobre el Todoroki, pero entre todos lo detuvieron. Él era el segundo más bruto después de Katsuki. Y que le hicieran algo a sus amigos no le hacía especialmente gracia.

K- Dejar que se explique...

Para sorpresa de todos lo dijo tranquilo y sin agresividad. Shoto asintió mientras se levantaba y empezaba a hablar.

S- Bueno... Eso pasó cuando me fui con Momo al pasillo. Empezaron a venir amigas suyas, me bloquearon contra el muro. Después no sé cómo, no cuando Momo se me acerco y me beso mientras otra de sus amigas lo grababa todo y hacía fotos.

Eso ya tenía más sentido, pero Katsuki necesitaba un tiempo para asimilarlo todo. Al rato entraron su madre y un doctor, que le dijeron que ya se podía ir sin problema alguno.

Al llegar a casa, el rubio subió directo a su cuarto sin comer ni decir nada. Solo tenía una cosa en mente: PINTAR. Pintar hasta que le doliera la mano y el brazo derecho. Pintar hasta que los pensamientos se esfumen. Pintar hasta que ya no pueda más.

Puso música al volumen máximo sus auriculares. Saco un lienzo y las pinturas.
Hizo una raya negra en medio del lienzo. Suave, pero densa. Y de ahí empezó su pintura. Poco a poco fue obteniendo forma y al cabo de tres horas y tres cuartos ya lo tenía acabado. Era el mismo, por primera vez se había dibujado. Tenía, por un lado, un aro y unas hermosas alas blancas. Y del otro lado un cuerno y unas elegantes e imponentes alas negras, junto a una cola demoníaca.

Este cuadro tenía muchos significados. Por un lado, representaba el mal y el bien. La luz y la oscuridad. El dolor y la alegría. Pero, por otro lado, también representaba la impotencia. La impotencia de no saber qué hacer. La tranquilidad. La tranquilidad de estar alineado y sentirse bien. Era como el yin y yang.

Todo era una perfecta y contradictoria armonía.

Así había llamado el cuadro nuestro rubio. Bajo a comer aun si querer hablar con nadie. Al volver a subir se quedó mirando por la ventana hasta que su móvil vibro. Ya es ataban jodiendo con los mensajes. Se levantó y cogió el móvil, era el Todoroki. Sin muchas ganas entró al chat y leyó el mensaje

S< podemos vernos el 10 min en la puerta de tu casa aunque sea??

Katsuki no tenía ganas, pero aceptó con un simple "ok".
Decidió cambiarse, pero tardo la vida, ya que tenía un brazo roto. También lo había echado en falta para pintar. Al terminar de cambiarse ya era la hora. Katsuki bajo y solo se limitó a decir un rápido "me voy".

Salió afuera y Shoto ya estaba allí. Empezaron a caminar en silencio. Hasta que el bicolor hablo.

S- No quería que pasará eso... Nada de lo que ha pasado y quería disculparme... No te lo merecías lo sien-

El rubio no le dejó terminar y empezó a hablar a él, no era la primera vez que lo hacía, pero esta le sorprendió mucho al Todoroki.

K- No te disculpes, no es tu culpa. Tú no has hecho nada, así que no puedes disculpar te. Ella lo planeó todo y tú caíste en la trampa. Pero me podría haber pasado a mí en vez de a ti y habría sido lo mismo.

El otro chico asintió mientras sonreía, poco a poco fueron entrelazando sus dedos y cambiaron de tema. Volvieron a ser como antes, como el primer día que quedaron juntos. Un día que parecía tan lejano y apenas había pasado hacía unos meses.

Katsuki no pudo evitar pensar en unas palabras concretas para describirlos.

Eran una perfecta y contradictoria armonía.