Años más tarde tras la separación de los integrantes originales de la Patrulla Canina, se ven en la necesidad de regresar debido a una delicada situación que se desborda de las manos de Ryder.
Los ahora canes adultos se reencuentran luego de una déc...
—Se que ha pasado mucho tiempo, pero Ryder nunca nos ha defraudado, estamos en deuda con él. Yo no dudaría de él. —No, yo tampoco dudaría de él. ¿Podrían dejar de suponer cosas y solo acercarse a saludarme? Hasta aquí puedo escucharlos —Irrumpió una tercera voz fingiendo disgusto en aquella conversación, dejando ver a cierto labrador cruzado de brazos, completamente cambiado de como lo conocían. Tatuajes impresos detalladamente sobre sus brazos, y vistiendo tan solo una camiseta de tirantes y un pantalón militar anaranjado. Lo único que conservaba de su infancia el guardavidas era aquella placa naranja que hace años Ryder le entregó cuando se unió al cuartel.
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Ambos amigos sonrieron y se acercaron al moreno a darle una cálida y varonil bienvenida, levantándolo en el aire también.
—¡Zuma, no estábamos diciendo nada malo! —Alegó el mestizo en exclamación. —Nah, por supuesto —Respondió el surfista con sarcasmo. —Claro que no, sólo nos preocupamos de no saber nada de tí —Ay, por favor —Zuma sonreía con confianza, dando un par de palmadas sobre el hombro del dálmata. —Cuánto tiempo tenemos sin vernos, Marshall. Yo estoy bien, nadie puede conmigo. Rocky debería saberlo —Negó con la cabeza aún con su sonrisa, acercándose a sus compañeros para corresponder aquel cálido saludo. Marshall comenzaba a sentirse de nuevo en casa. Suspiró en señal de confianza y relajación.
Tenía tantas preguntas. ¿Qué habrá sido de la vida de cada uno de ellos realmente?. Zuma se veía tan cambiado y tan admirable, completamente diferente a aquel cachorro inocente y amigable que conoció en un inicio.
Y por las palabras de Rocky, no sabía si realmente era un cambio bueno en la vida del ojiverde, pero de una cosa estaba seguro, y es que estaba realmente emocionado de volver a verlo. Su gran amigo y compañero de misiones ahí seguía, era sólo cuestión de ponerse al tanto de aquello que había pasado en sus vidas.
Sin embargo, todo parecía indicar que el surfista no tenía intenciones de hablar temas referentes a su pasado debido a la forma en que cambiaba el tema de manera repentina cuando Rocky le preguntaba ciertas cosas que Marshall no entendía del todo al haberles perdido el rastro mucho antes que ellos dejaran la Patrulla Canina.
A pesar de todo, el héroe acuático quería dejarles en claro que los había echado de menos, y estaba contento y aliviado de volver a verlos, debido a que a pesar de todo nunca dejó de pensar en ellos y en Ryder.
—¿Crees que le haya sucedido algo malo a los chicos? —Preguntó Zuma de pronto, intrigado por el motivo de Ryder de convocarlos nuevamente para cualquiera que fuese la misión en juego. —¿Por qué lo dices? —Cuestionó el bombero dirigiendo su mirar al moreno —No sé si durante tu trayecto te lo haz puesto a pensar, Marshall. Pero creo que todos estamos de acuerdo en que no es normal que Ryder nos esté reclutando después de tanto tiempo. O al menos no es algo que haya pasado en al menos varios años. —Debe ser algo lo suficientemente importante como para que Everest y su equipo necesiten de nosotros y de Ryder. —Agregó Rocky, pasándole su cigarrillo a Zuma.
Marshall solo miraba al horizonte, pensando en aquello qué les esperaba por parte de Ryder o de aquellos que actualmente conformaban la agencia.
Y a lo lejos veía acercarse al cuartel a una figura rubia y alguien más a su lado en un automóvil convertible.
—¿Skye? —Sonrió, haciendo que sus compañeros dejasen un rato su charla sería para dirigir la mirada en dirección a donde Marshall observaba.
