Novela Web de Yo en Tensei Shitara Slime Datta Ken (Finalizada)

Blanco y Negro

Una presencia extremadamente fuerte observaba el Palacio del Hielo Blanco desde lo lejos a una distancia considerable. Era el Dragón del Hielo Blanco Velzard.

Velzard miraba como Arnos disfrutaba hablando con Iris y misteriosamente, también Feldway estaba presente. La comandante de su hermana mayor Veldanava estaba compartiendo un buen momento con su amado en secreto.

Velzard no pudo evitar morderse el labio inferior levemente, pronto se dio cuenta de esto y dejo de hacerlo, volviendo a una expresión fría y helada.

Lo que se arremolinaba dentro de sus pensamientos más íntimos, era un resplandor que podia consumir todo a su paso.

¿Enfado o Ira? No, nada de eso. Era otro sentimiento mucho peor. Era envidia.

Cuando Velzard nació y apareció por primera vez en el mundo, sus ojos conocieron a la persona que amataría con todas sus fuerzas, fu simplemente increíble que haya sido la también la primera persona que haya visto al abrir sus ojos. Podría decirse que fue amor a primera vista.

Sin embargo, Velzard ha estado envidiosa durante un largo tiempo, desde el momento en que el Rey Demonio de la Tiranía Arnos reconoció a varias personas. Entre esas personas una Slime y un Demonio Primordial.

Velzard era considerada una persona orgullosa de su raza, altiva y excesivamente posesiva cuando se trata de Arnos. También es infantil y caprichosa, muy parecida a su hermana menor Veldora, pero con cierta apariencia de bien y de mal y una cuidadosa consideración por el impacto que sus acciones pueden tener en el mundo como miembro de la raza más fuerte.

Se mantuvo siempre con una expresión fría y sin emociones, ocultando sus pensamientos y sentimientos por Arnos, guardándoselos para ella y solamente ella. Velzard no mostraba abiertamente sus emociones, a diferencia de Veldora y Velgrynd. Los oculta bajo un exterior educado y elegante, dejando escapar solo un atisbo de su verdadero yo cuando esta sobreexcitada.

Lo que estaba pasando por ese corazón ahora, era el contenido de un mensaje que recibió hace unos pocos días y no podía simplemente olvidarlo. Lo tenia grabado en su cabeza y raíz.

No entendia como esta comunicación telepática se habia comunicado con ella, lo que la desconcertó.

Te importaría destruir a Arnos Tempest. Esa es mi solicitud...

Estaba parada sobre una enorme roca de hielo mirando las auroras en el Continente de Hielo, cerca del Palacio. Ella dejo escapar un suspiro, mientras pensaba en el contenido.

Ella sabe perfectamente cual es el sueño que persigue Arnos. Dirigir al mundo hacia la paz eterna, donde todos puedan vivir tranquilos y con sonrisas en sus rostros.

Enserio, a veces no parece que fuera un Rey Demonio... aunque eso es lo que lo hace especial para mí.

Incluso en estos momentos, Arnos esta devolviéndole su poder original a la hermana mayor, antes de la creación de este mundo. No como un ser omnipotente y omnisciente, solo volverá a poseer su autentico poder cuando se convirtió en Veldanava.

Destruir a Arnos, no era una opción posible para ella. Pero Velzard estaba vacilante. En realidad, eso buscaba la voz misteriosa.

Destruir a Arnos significaba matar también a su hermana mayor, Veldanava que estaba descansando y recuperándose dentro de su alma.

Velzard quería acercarse a Arnos. Ella siempre disfruta el tiempo que pasa junto a Arnos. El Rey Demonio de la Tiranía Fundador Arnos. Antes, siempre que estaba con Arnos, ella sonreía y no podía negar que esos fueron los momentos más felices de toda su vida. Cuando Arnos solo la veía a ella, aunque la veía como una niña pequeña o una hermana menor que era parte de su familia.