Novela Web de Yo en Tensei Shitara Slime Datta Ken (Finalizada)

Un dia de vacaciones y promesa

Gazel y el resto partieron a Dwargon después de estar un dia en la ciudad. Pronto se marcharon, con Gazel prometiendo volver a visitar pronto.

Y cumplió su palabra.

"¡Arnos!" el rey grito mientras se desmontaba. "¡Aquí estoy, como prometí!"

"¿No te fuiste hace dos dias?"

"¿De qué estás hablando? ¡Tu condiscípulo está aquí para visitarte! ¡Pensé que estarías más feliz!"

Odio a las personas que obviamente nunca escuchan a nadie más. Solamente entrene con Hakurou una sola vez, ¿y eso me hacia su discípulo? yo creo que no, pero el rey Gazel piensa otra cosa.

Kaijin habia estado conmigo en estos momentos, se sentía muy agradecido de poder ver al rey Gazel en esta ocasión, en realidad se llevan bien.

Gazel no parece perder el tiempo, tomo una bolsa y la arrojó al suelo. La cual comenzó a retorcerse.

Aturdido, Kaijin abrió la bolsa, solo para encontrar a un hombre delgado y pálido.

"¡Oh, cielos, ¿Vesta?!" No pude evitar gritar. El mismo bastardo que nos había encarcelado. ¿Por qué estaba aquí?

Gazel nos pidió que lo tengamos en esta ciudad, es una especie de castigo para Vesta que habia traicionado la confianza del rey Gazel al engañarlo en el juicio.

Kaijin estaba apasionado por defender su caso. En el fondo, supongo que es más serio de lo que pensaba. Vesta, mientras tanto, no parecía saber lo que había sucedido todavía. Supongo que estuvo en esa bolsa durante toda la noche anterior, atado a un caballo alado, así que no podía culparlo.

Parece haber recuperado la cordura. Los ojos de Vesta brillaron ante las palabras.

"Su Majestad..."

Como si esperara la oportunidad, Gazel sonrió y sacó un cristal del tamaño de un puño de su bolsillo.

"Déjame darte esto", dijo. Lo tomé sin objeciones. "Este cristal de comunicación nos permitirá mantenernos en contacto. Vesta debería poder configurarlo para ti. Úsalo para llamarnos en caso de emergencia. ¡Adiós por ahora!" 

En un instante, estaba en su caballo.

"Vesta", dijo con un asentimiento final, "¡esfuérzate tanto como puedas para tener éxito en tu investigación!"

"¡Adiós!"

Luego se fue volando. Una llegada muy repentina y una salida muy apresurada. El hombre era como una tormenta viviente.

El rey nos había dejado a Kaijin y a mí mirándonos el uno al otro.

Con ese brumoso final del tema, nos alejábamos de la plaza principal cuando escuchamos una voz detrás de nosotros.

"¡Arnos-dono! ¡Kaijin-dono!" Vesta estaba allí, con la cabeza inclinada hacia abajo. "¡Me disculpo profundamente! Por favor, déjenme reparar mis errores. ¡Y si me perdonan, por favor, espero que me permitan trabajar aquí!"

No había olvidado la trampa a la que casi nos arrojó. Pero los ojos de Vesta estaban claros ahora, no llenos de la avaricia de antes.

"Antes de eso tengo varios puntos que aclararte, ¿los aceptaras?" dije mirando atrás.

Vesta levanto la cabeza y se mostro muy atento, seguidamente explique los dos puntos.

"Primero aclaremos una cosa, estarás siguiendo mis órdenes, ¿entendiste? No más molestias porque todos son monstruos aquí. ¿Crees que puedes manejar eso?"